El yacimiento arqueológico desaparecido en Aragón que pudo ser “la Atapuerca del Neolítico”

Un ciclo de conferencias pone en valor uno de los lugares arqueológicos más importantes de España que fue destruido en 2007, cuando una excavadora arrasó con 7.500 de años de historia.

El yacimiento arqueológico de la Cueva de Chaves, en Huesca, fue destruido en 2007 cuando una excavadora acabó con 7.500 años de historia.
El yacimiento arqueológico de la Cueva de Chaves, en Huesca, fue destruido en 2007 cuando una excavadora acabó con 7.500 años de historia.
R.D.

Es el yacimiento prehistórico más importante de Aragón. En él, los investigadores han documentado asentamientos humanos desde hace 25.000 años hasta hace unos 7.500 años, cuando el Neolítico inicia su camino por la Península Ibérica y los primeros agricultores y ganaderos comienzan a poblar nuestro territorio.

Es lo que hace de este lugar un espacio excepcional para la investigación de la Prehistoria de todo el país. “Los grupos que se asentaron aquí fueron los pioneros de toda la península”, dice Rafael Domingo, profesor de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza, arqueólogo e investigador del Instituto de Patrimonio y Humanidades (IPH) de la entidad académica aragonesa. Hablamos del yacimiento arqueológico de la Cueva de Chaves

Situada a los pies de la Sierra de Guara y dentro del término municipal de Casbas, en Huesca, esta cueva es una cápsula del tiempo de los primeros pobladores de nuestro territorio. La boca de acceso tiene unas dimensiones de 60 metros de ancho por 30 de alto y se va estrechando conforme se accede a su interior. A pesar de ello, “la superficie habitable podía superar los 2.000 metros cuadrados. Es inmensa”, afirma Domingo.

Los primeros agricultores de Aragón

Los restos arqueológicos más antiguos documentados en este lugar son del Paleolítico y “la primera ocupación está datada hace 25.000 años, coincidiendo con la última glaciación y vinculada con el mundo Mediterráneo y del sur de Francia”, explica el profesor. “Es posible que estos primeros pobladores llegaran hasta Chaves cruzando los Pirineos por la Cerdaña catalana”, dice. La segunda ocupación de la cueva tuvo lugar hace 15.000 años y “es la más potente del Valle del Ebro”. Los investigadores excavaron un campamento de unos 60 metros cuadrados en el que se encontraron más de 7.500 herramientas de piedra y más de 400 restos de herramientas de hueso, “algo excepcional”, constata Domingo.

Excavación arqueológica en la Cueva de Chaves en los años 90 del siglo pasado.
Excavación arqueológica en la Cueva de Chaves en los años 90 del siglo pasado.
R.D.

“Eran grupos de personas que cazaban cabras, que serían muy frecuentes por el tipo de paisaje. Pero lo más importante de la cueva y por lo que es fundamental es por su ocupación neolítica”, afirma el arqueólogo. Es decir, de grupos de individuos que cultivaban las tierras, criaban animales y se establecían de manera permanente en un lugar. “Hace unos 7.500 años se asentó en la cueva uno de los primeros grupos de agricultores y ganaderos de toda la Península Ibérica", afirma. 

El Neolítico llega a la Península por el Mediterráneo y los primeros asentamientos se han encontrado en las costas valenciana y catalana. Sin embargo, lo singular de Chaves es que en la misma época encontramos esos asentamientos en un yacimiento situado en el centro del Valle del Ebro, muy alejado de la costa por lo que, los de Chaves, son los primeros grupos neolíticos que hubo en el interior de la península”, asegura.

Estos individuos cultivaban algún tipo de cereal y domesticaban cabras, ovejas y cerdos. “Vivían en la cueva, que tiene unas dimensiones tan enormes que puede considerarse cueva-poblado. En otros lugares estos grupos construyen cabañas, pero aquí encontraron un lugar tan excepcional que no lo vieron necesario”, continúa el profesor. 

"Es el primer lugar de la península donde se  ha documentado una gestión ganadera avanzada"

Entre los restos arqueológicos que han salido a la luz de este periodo destacan 13.000 restos de fauna doméstica, 10.000 fragmentos cerámicos que permiten deducir la existencia de unas 200 vasijas decoradas, 90 hachas de piedra y varias decenas de elementos decorativos y colgantes hechos con moluscos marinos y piedras elaborados por los grupos neolíticos que permanecieron en esta cueva durante unos 4 siglos. 

No solo eso. “Es el primer lugar de la península donde se ha documentado una gestión ganadera, es decir, que los animales domésticos daban a luz fuera de su periodo natural -en primavera- y alumbraban en diferentes estaciones, prueba de una ganadería avanzada”, añade Domingo.

La excavadora que destuyó miles de años de historia

La cueva se conoce desde siempre pero los trabajos arqueológicos comenzaron en los años 70 del siglo pasado. A partir de 1984 hubo excavaciones continuadas hasta 2007. En esos más de 20 años de investigación se pudo excavar solamente el 10% de todo el yacimiento. Sin embargo, en 2007 se produjo una catástrofe que destruyó por completo esta joya de la prehistoria aragonesa. 

Comparación del estado de la Cueva de Chaves tras su destrucción (arriba) y antes de ser destruida (abajo).
Comparación del estado de la Cueva de Chaves tras su destrucción (arriba) y antes de ser destruida (abajo).
R.D.

El terreno en el que se ubica la cueva es un coto de caza privado y su propietario, el empresario Victorino Alonso, decidió vaciar la cueva de grandes bloques de piedra y allanar su superficie para el uso de los animales del coto. “Entró con maquinaria pesada a la cueva y arrasó por completo el yacimiento”, lamenta el prehistoriador. En algunos puntos rebajó el nivel del suelo hasta 3 metros, destruyendo por completo los niveles neolíticos que hacían de Chaves un lugar privilegiado para el estudio de la prehistoria europea.

Recorte de la página de HERALDO donde se informa de la destrucción de la Cueva de Chaves en 2007, aunque salió a la luz en 2009.
Recorte de la página de HERALDO donde se informa de la destrucción de la Cueva de Chaves en 2007, aunque salió a la luz en 2009.
H.A.

El empresario fue condenado en 2016 por un delito contra el patrimonio con dos años de cárcel y 25 millones de euros de multa. Sin embargo, “se declaró insolvente y ofreció como compensación la cesión del coto al Gobierno de Aragón. En 2021 el juez decretó el embargo pero aún no se ha hecho efectivo y la realidad es que, tres años después, los investigadores no podemos acceder al yacimiento”, lamenta Domingo.

Desde el Gobierno de Aragón informan que el expediente sigue judicializado y que la finca embargada no ha llegado aún a manos de la administración autonómica. La Dirección General de Servicios Jurídicos de la DGA ha cursado 19 escritos al Juzgado de lo Penal número 1 de Huesca solicitando que se entreguen los terrenos. "El Juzgado tiene que valorarlos y una vez valorados serán entregados. Lo que nos trasladan es que la resolución judicial está próxima", señalan fuentes de la DGA. 

"Se han perdido todos los restos arqueológicos de época Neolítica, por la que el yacimiento era único" 

“No sé cuándo entraremos pero no tenemos ninguna esperanza de encontrar nada de época neolítica, que era por lo que este yacimiento era reconocido como uno de los mas importantes de Europa. Se han perdido todos los restos de este periodo”, asegura el prehistoriador. “Lo único que nos queda es la esperanza de que los sedimentos más antiguos se hayan conservado y poder encontrar vestigios arqueológicos bajo ellos, pero serán del Paleolítico”, incide. 

“El daño que se ha hecho en este yacimiento es irreparable. Si solo con el 10% excavado sabemos que es uno de los tres yacimientos neolíticos más importantes de la Península Ibérica, de haberse conservado el resto lo habrían convertido en uno de los más importantes de Europa, hubiésemos tenido excavaciones durante décadas, y hubiese sido como una Atapuerca del Neolítico”, asevera Domingo.

Conferencias reivindicativas

Precisamente para poner en valor este lugar y reivindicar que los investigadores vuelvan a tener acceso a él, se ha programado un ciclo de conferencias que llevan por título: "Chaves, pasado y futuro", y que se desarrollarán en Casbas hasta el mes de junio. 

Se trata de una iniciativa organizada conjuntamente por el grupo Primeros Pobladores y Patrimonio Arqueológico del Valle del Ebro (P3A) de la Universidad de Zaragoza, el Ayuntamiento de Casbas y la Asociación ‘Valle de la Gloria’ de ese municipio altoaragonés con la que se pretende “dar a conocer esta situación, lo que significa Chaves para la prehistoria española y reivindicar el acceso de los investigadores a la cueva”, concluye Domingo.

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