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Los docentes ante la reforma de la Evau: "Parece que se han echado para atrás algunos aspectos polémicos"
La Universidad de Zaragoza y los directores de instituto recuerdan que en el actual examen ya penalizan las faltas de ortografía y de expresión. El nuevo borrador provoca divisiones.
El borrador de decreto de la Evau (Evaluación de Acceso a la Universidad) que se aplicará desde 2025 vuelve a provocar divisiones. La comunidad educativa aragonesa, que está a la espera de conocerlo en profundidad más allá de lo que ha trascendido en los medios de comunicación, considera que la reforma que plantea es más moderada que la que el Ministerio de Educación, que dirige la aragonesa Pilar Alegría, proyectó inicialmente en julio de 2022.
Las diferencias son patentes entre las familias de la enseñanza pública y concertada. El Gobierno aragonés ha eludido este lunes pronunciarse, pero las comunidades gobernadas por el PP (11 de 17) ya anunciaron en su día que iban a impulsar en bloque una selectividad con contenidos comunes en toda España. Este lunes sí la ha valorado el consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Emilio Viciana.
Ha alertado de que la nueva prueba supondrá “más inseguridad jurídica”, “más diferencias entre comunidades” y una “deriva” hacia un enfoque competencial “en el que se diluyen los saberes básicos”, destaca. Unas opiniones que todo apunta compartirá en gran medida su homóloga en el Ejecutivo aragonés, Claudia Pérez Forniés.
Desde Fapar, federación de asociaciones de familias de la escuela pública, ven “positivo” que se evalúe con “criterios competenciales similares a los introducidos en el currículum por la Lomloe” y respetando la “autonomía” de las comunidades para llevar a cabo “las adaptaciones y contenidos propios de cada una. “Lo que queremos resaltar es que defendemos el modelo de Evau de cada comunidad autónoma dentro del marco general de la Ley estatal, pero con competencias transferidas no puede haber un modelo único como algunos han demandado”, asegura su gerente, Nieves Burón.
"Desequilibrio entre cómo estudian y cómo evalúan"
Una opinión opuesta expresa Miguel Ángel Sarralde, presidente de la Federación Cristiana de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fecaparagón). Pone el acento en que esta modificación debería ser “una oportunidad” para sentar las bases en el desarrollo de una “Evau igualitaria en todo el territorio nacional, para así garantizar la igualdad de oportunidades de todos los alumnos españoles”.
Su queja se centra en que estas modificaciones, que se adaptan al currículo establecido en la nueva ley orgánica Lomloe, van a llegar dos años tarde, ya que el alumnado de Bachillerato ya lo está desarrollando. “Está suponiendo un desequilibrio entre cómo están estudiando y cómo les están evaluando en la prueba de acceso a la Universidad”, critica.
Además, reclama que si sus hijos deben afrontar un examen con una calificación numérica, el criterio de evaluación de Secundaria y Bachillerato “también debería modificarse para incluir esa misma calificación numérica”. Ante el anuncio de que las faltas de ortografía bajarán un 10% la nota en los exámenes, este colectivo entiende que es “una medida acertada y necesaria como refuerzo de la lectura comprensiva en el alumnado”.
Los ejercicios seguirán durando 90 minutos, no 105
Desde la Asociación de Directores y Directoras de Institutos de Educación Secundaria de Aragón (Adiaragón), su presidenta, Pilar García, explica que por lo que han podido saber por los medios, ya que no disponen del documento, parece que “han echado para atrás algunos de los aspectos más polémicos”. Se refiere a que en el proyecto inicial lanzado en 2022 se contemplaba que, tras un periodo transitorio, varias de las asignaturas que componen la Evau se fusionarían en un único examen competencial llamado “de madurez”. “En lo que hemos leído no se menciona”, apunta.
Al igual ocurre con la duración de las pruebas, que seguirá siendo, como ahora, de 90 minutos. Educación preveía ampliarla a 105 minutos hace un año, porque se entendía que el modelo competencial requería más tiempo, pero la conferencia de rectores solicitó mantener el tiempo actual.
Como principales novedades señala la prueba competencial y la armonización con la que se pretende aunar criterios. “Las autonomías tiene currículos distintos, pero estaría bien unificar tipos de pruebas y criterios de corrección”, opina. Sobre la exigencia de que los alumnos estudien todo el temario, aunque los ejercicios podrán seguir dando varios opciones, subraya que ya era así antes de la crisis del coronavirus: “el modelo actual que permite elegir preguntas y no entre un examen A o B ya estaba antes de la pandemia”.
Uno de los puntos que más se ha destacado es que las faltas de ortografía y gramaticales bajarán hasta un 10% la nota. La presidenta de Adiaragón y la vicerrectora de Estudiantes y Empleo de la Universidad de Zaragoza, Ángela Alcalá, coinciden en subrayar que en el actual modelo ya penalizan.
“En lengua, por ejemplo, ya se podía bajar hasta un punto por ortografía y expresión, pero se deja en manos del corrector. Se trataría pues, de homogeneizar criterios. En las distintas materias ya se ha empezado a trabajar en pruebas tipo y aspectos de corrección sencillos que se pueden unificar”, dice García.
Alcalá asegura que les ha “sorprendido” la trascendencia que se le ha dado, cuando ya se tiene en cuenta “la ortografía, la adecuada expresión lingüística y la claridad en la exposición y presentación”. En el campus público las faltas y una “incorrecta presentación” pueden restar hasta un punto. Y así se explica a los alumnos que se presentan a la siempre temida antigua selectividad. El borrador de decreto de la Evau se abordará este próximo jueves en una Comisión General del Ministerio con las comunidades autónomas.
