El plan aragonés de tecnología para la autonomía de los mayores llega a 8 comarcas y las capitales

El programa de la DGA cuenta con más de 300 usuarios y se beneficiarán de él hasta 1.575. Los fondos europeos garantizan su continuidad hasta marzo del año que viene.

El proyecto Apoyos conectados tiene garantizada la financiación europea hasta marzo de 2025
El proyecto Apoyos conectados tiene garantizada la financiación europea hasta marzo de 2025
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La tecnología se ha convertido en un gran aliado para que los mayores puedan envejecer en su hogar, ser independientes el mayor tiempo posible y no tener que terminar sus días en una residencia. Es el objetivo del programa del Gobierno aragonés 'Apoyos conectados' para la autonomía personal (Acap) que facilita a los personas de este colectivo, dependientes o con discapacidad soluciones tecnológicas

Una de ellas es una aplicación que se descargan en el móvil que les permite estar geolocalizados dentro y fuera de su domicilio las 24 horas del día. También disponen de aparatos para medirse ellos mismos sus constantes vitales que se registran en el móvil y almacenan en sus fichas personales. Asimismo se ofrecen sensores en las viviendas que monitorizan la actividad física y previenen situaciones de riesgo, y el acompañamiento y apoyo durante unas horas de un profesional para sus salidas y actividades de ocio.

La DGA ha ampliado esta iniciativa a dos comarcas más de las previstas inicialmente, por lo que finalmente llega a ocho: Campo de Belchite, Comarca Central de Zaragoza, Somontano de Barbastro, Hoya de Huesca, Maestrazgo y Comunidad de Teruel a las que se han sumado Los Monegros y Bajo Aragón, además de las tres capitales de provincia.

La iniciativa, de carácter voluntario y que no tiene ningún coste para el usuario, empieza a dar sus frutos. Comenzó a dar servicio a principios de este año y hay más de 300 personas que se benefician de ella, con planes individualizados que incluyen uno o varios de los servicios que se ofertan y se adaptan a sus necesidades. Están en proceso los casos de otros tantos posibles receptores.

“Crece a un ritmo sostenido que permitirá sobrepasar holgadamente los 1.000 a mitad de año”, señalan desde el Departamento de Bienestar Social y Familia. Se ejecutará hasta el 31 de marzo del año que viene, alcanzando a un mínimo de 1.575 aragoneses.

La DGA analiza su "impacto real" y los costes

Este proyecto proviene del anterior Ejecutivo autonómico y el actual Gobierno PP-Vox lo ha impulsado y extendido a Los Monegros y Bajo Aragón. Está sufragado con 7,2 millones de euros con cargo a los fondos europeos de Recuperación. De cara al futuro, una vez que termine la financiación europea dentro de un año, su continuidad como una prestación de la dependencia está en el aire y deberá valorarse si se puede incluir.

Desde el Departamento de Bienestar Social señalan que además de analizar “el impacto real de este tipo de servicios en la calidad de vida de las personas”, también se está llevando a cabo un análisis de costes, “con la finalidad de generar evidencia sobre los beneficios y la sostenibilidad del modelo de atención”.

La Fundación Dfa, entidad centrada en el colectivo de personas con discapacidad física, desarrolla este proyecto, que le fue adjudicado por el anterior Ejecutivo de Javier Lambán, de forma conjunta con el Fiis (Fundación Instituto para la Integración Social), la empresa Atam, con el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) y los servicios sociales de base de cada territorio. También se va a incorporar el Servicio Aragonés de Salud. El socio tecnológico en la implementación de los diferentes dispositivos es Vive Libre.

Las personas interesadas en participar pueden solicitar más información en el teléfono gratuito 900 200 202 o en la página web apoyosconectadosaragon.es. Beatriz Aranda, responsable del proyecto en Dfa, explica que la selección de los beneficiarios se hace a partir de las llamadas que se reciben y las propuestas de los servicios sociales de cada zona. La situación de cada posible usuario se estudia y valora en profundidad y se le propone un plan de apoyos conectados individual al que debe dar su visto bueno.

Por parte de Dfa hay un equipo humano detrás en estos momentos de más de 55 profesionales entre coordinadores, operadores de telefonía, supervisores, gestores de apoyo (trabajadores sociales que evalúan cada caso y hacen seguimientos), técnicos de promoción de la autonomía (para el apoyo y acompañamiento), terapeutas ocupacionales y técnicos de instalaciones (se encargan de la aparatología y conectan los distintos dispositivos). Esta cifra de trabajadores irá creciendo conforme aumenten los usuarios.

"Este proyecto incluye un análisis de costes, con la finalidad de generar evidencia sobre los beneficios y la sostenibilidad del modelo de atención" (DGA)

Aranda comenta que el grupo de cinco operadores de telefonía de la centralita de Dfa garantizan que las llamadas se responden en cualquier momento de la jornada en un tiempo máximo de 5 segundos y pueden acceder a la ficha de cada usuario para desviarlas a la persona o el servicio más adecuado y recordarles, por ejemplo, sus citas y la medicación que deben tomar. Además, para los acompañamientos se está "experimentando" con otros perfiles profesionales que no responden a la ayuda a domicilio como técnicos de tiempo libre que les propongan salidas y actividades de ocio.

La colaboración con el Salud permitirá que los médicos de atención primaria deriven a este servicio pacientes crónicos complejos o enfermos que se recuperan tras una hospitalización. Para ello se está estudiando cómo trasmitir la información de las constantes vitales de los usuarios a la plataforma sanitaria para que puedan acceder a ella directamente los facultativos.

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