Tres de cada diez de los nuevos médicos de familia formados en Aragón desde 2020 salen de la Comunidad

El déficit de facultativos lastra la atención sanitaria, sobre todo en el medio rural. Son muchos los problemas que amenazan al sistema de salud, y en la mayoría de los casos comunes en todas las comunidades. El Ministerio de Sanidad, de hecho, se ha comprometido a revisar los criterios de acreditación de las unidades docentes de Medicina de Familia para poder crear más puestos de formación mir y así disponer de más especialistas. Una solución que no da solución a corto plazo al problema. Por ello, y ante el ‘boom’ de jubilaciones que se avecinan, Aragón busca retener a los residentes que finalizan su formación. Los datos recogidos desde 2020 evidencian que tres de cada tres se marcha de la región al completar esta etapa.

A nivel nacional son muchos los médicos que, por la diferencia salarial o la falta de reconocimiento, deciden emigrar a otros países e incluso a otras provincias españolas. Esa ‘fuga’ de facultativos también se observa en la Comunidad aragonesa. Según los datos facilitados por el Departamento de Sanidad, del total de 230 médicos internos residentes (mir) que han terminado la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria en los últimos cuatro años (desde 2020 a 2023) 155 se han quedado a trabajar en centros sanitarios del Salud. Es decir, algo más del 32% (tres de cada diez, aproximadamente) han abandonado la Comunidad por motivos laborales, pudiendo haber aceptado un contrato en otro sistema de salud. Está previsto que en septiembre, en lugar de mayo como es habitual, por el retraso en la incorporación de los mir por la pandemia de covid-19, finalizarán la residencia de Familia 76.

Entre los profesionales que se quedaron tras completar su formación, 57 firmaron un contrato en los sectores sanitarios Zaragoza III y Calatayud; 42 en Zaragoza II; 22 en Zaragoza I; 22 en Huesca y Barbastro; 8 en Teruel; y 4 en Alcañiz.

La Consejería ofrece también el dato de cuántos mir de Familia han completado su residencia, tras haberse formado durante cuatro años, tiempo que dura esta especialidad. Así, en 2020 finalizaron esta etapa 54 profesionales, de los que 41 fueron contratados por el Servicio Aragonés de Salud. Al año siguiente, en 2021, completaron su formación 57 mir, y 40 se quedaron en la Comunidad. En 2022 salieron 57 médicos de Familia y mantuvieron su vínculo profesional en el sistema público aragonés 34;y el año pasado, en 2023, acabaron 62 y se quedaron 40.

Urgencias, una salida

Desde el Colegio de Médicos de Zaragoza (COMZ), Guillermo Viguera, vocal de Médicos Jóvenes y Empleo y residente de último año de Medicina Familiar y Comunitaria, considera que de los 155 que han firmado un contrato con el Salud en los últimos cuatro años "probablemente más de 30 se habrán decantado por los servicios de Urgencia hospitalarios", que, ante la falta de una especialidad propia, se nutren ahora básicamente de profesionales formados en Medicina de Familia e Interna. De hecho, la creación de la especialidad mir en Medicina de Urgencias y Emergencias es algo que se reclama desde hace más de tres décadas y que se traduce en unos servicios "envejecidos" y "sin relevo generacional". Ante esta situación, los urgenciólogos de Aragón han alertado, al igual que se observa en los equipos de atención primaria, de la cascada de jubilaciones que esperan los próximos años.

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Reconoce que el porcentaje de fidelización "no es malo" aunque "muchos médicos de familia optan por la reespecialización o por irse a otras comunidades que ofrecen contratos de más larga duración" y lo hacen "antes de que se abra la bolsa en Aragón". De hecho, indica, "antes de acabar la residencia muchos de ellos ya tienen apalabrados contratos en otras regiones", lo cual "es un déficit para Aragón".

Sindicatos y sociedades científicas piden un mayor reconocimiento para la Atención Primaria. Y, en este sentido, el vocal de Médicos Jóvenes y Empleo del COMZ añade que "si además los contratos que se ofrecen son para Atención Continuada, donde no hay cupo asignado ni puede haber seguimiento de pacientes, muchos médicos recién especializados optan por las Urgencias".

La Consejería de Sanidad busca retener el talento y conseguir que los residentes se queden en el territorio. Con el objetivo de fidelizar a los mir y evitar la ‘fuga’ de estos profesionales, el Departamento trabaja en un decreto, cuyo borrador ha presentado esta semana a los sindicatos de la Mesa Sectorial y a los colegios de médicos de las tres provincias. El consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, además, expuso las medidas principales a algunos de los interesados, los 76 residentes de último año de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria que se han formado en Aragón.

El objetivo de la Consejería, según recoge el documento, susceptible de cambios tras las aportaciones que se puedan hacer, busca la fidelización de los mir que finalizan su residencia o están próximos a completarla, para que presten servicios en los centros e instituciones sanitarias del Servicio Aragonés de Salud considerados de difícil cobertura, más de 40 en todo el territorio.