Isabel Palacín: "De niña ya me tiraba el artisteo y jugaba a ser ‘vedette’"

¿Cómo lleva Florida & Hermosso la presente lluvia de nominaciones?

Tras casi diez años de trabajo es una alegría inmensa y nos hacen mucha ilusión estos premios y reconocimientos.

Aún no los han ganado...

Bueno, para mí, pensar en el ‘lookazo’ que me pondré en las fiestas ya es una victoria. Además, en los premios de la Música Independiente, en los que –aviso a navegantes– se puede votar hasta el 6 de marzo, nos han nominado a mejor artista emergente, ¡a nuestra edad! ¿Es o no es eso un premio?

¿Qué música escuchaba en su infancia?

Más que de vinilos éramos de cassetes en el coche. Escuchábamos mucha música en inglés, como Roxette o Madonna. A mi padre le encantaban los Beatles y mi madre era más de los Panchos.

Y usted ya canturreaba... Tiene pinta de haber sido un terremoto.

Ya me tiraba el artisteo... Más que terremoto, yo jugaba de pequeña a ser ‘vedette’.

Pero no fue esa su primera vocación, ¿o sí?

Estudié Derecho y trabajé en la banca. Todo más serio y formal. El día que mi hice autónoma, con la manía que tengo de comer todos los días, mis padres preguntaron de dónde iba a sacar un sueldo para llegar a fin de mes.

¿Cómo vivió aquel salto sin red?

Me quitó muchísimas horas de sueño, me generó mucha ansiedad. Es cierto que ganas en libertad, que por nada del mundo volvería a atarme a algo o a tener un jefe, pero también tienes que asumir una responsabilidad y una autoexigencia muy grandes.

¿Cómo se produjo aquella epifanía de dejarlo todo para pinchar música?

Empezamos pinchando en una fiesta en Bélgica y nos encantó que la gente se divertía viéndonos hacer algo gamberro y que nos salía de manera natural. Siempre nos etiquetamos como ‘animadores de adultos’, aunque no suene del todo bien...

Y luego grabaron un disco titulado ‘Cercado mental’. ¿Qué encontramos allí dentro?

Nosotros decimos que reúne canciones de ‘electrúñica’ de autor.

¿Perdón?

El concepto sí viene de una expresión de mi madre. Le dije: «Mamá, estoy haciendo canciones para un disco». Y ella contestó: «Vas a ser cantautora, como Ismael Serrano». Repliqué: «Mamá, es electrónica». Ella: «Pero electrónica, ¿cómo?». «Como un truño». «Ah, vale, electrúñica de autor...».

Tienen un himno a mayor gloria del Tubo y sus gentes.

Es que el Tubo nos vio nacer. Por sus calles sacamos por primera vez el carro con altavoces con el que hacemos el ‘show’. Las pasadas fiestas del Pilar Leticia Sabater cantó conmigo esa canción en su concierto del parque Bruil.

Han popularizado –y no sé si patentado– un carro itinerante con altavoces...

Necesitábamos algo que se pudiera mover por las calles de forma autónoma, sin estar enchufado en ningún sitio. Lo construimos con palés europeos. Lleva una batería de camión que suministra electricidad a los altavoces autoamplificados y puede sonar cinco o seis horas a todo trapo. Nunca lo ponemos a tope porque entendemos que los vecinos merecen su descanso.

¿Cómo van los bolos este año?

Desde noviembre tenemos fechas cerradas en agosto. Últimamente tiramos más con ‘show’ de escenario, con mucha pluma, lentejuela y nuestras coristas, Laura y Silvia, que bailan y lo dan todo.

¿Y si el público no entiende su propuesta o no disfruta de su fiesta?

La clave de alguien que está en un escenario es mirar a los ojos a los de abajo. Hay que comprobar si se lo están pasando bien y saber adaptarse. No se me cae ningún anillo por pinchar pasodobles o zarzuela si es necesario.

¿Y cuál ha sido su público más generoso?

Tenemos un fenómeno fan en Alcañiz que es maravilloso. Hemos estado varios años en el festival Aragón Sonoro y es una gozada. También nos encanta el Sonorama de Aranda de Duero y este año fuimos pregoneros en Alcolea de Cinca sin tener una relación directa con el pueblo.

Hablando de festivales, ¿qué tal el Benidorm Fest?

Nos íbamos a presentar este año, pero tenía que ser un tema inédito y no nos dio tiempo. ‘Zorra’ me parece un temazo. Creo que es una suerte de ‘A quién le importa’, pero actualizado al día de hoy.

Me han dicho que también le da a la cámara de cine...

Ganamos el mejor guion y el mejor corto en el certamen Belchite de Película. Te dan una palabra, un objeto y 24 horas para grabar una pieza audiovisual. Nuestra propuesta fue una batalla de joteros contra zombis.