Mientras Aragón, y sobre todo las localidades colindantes con el río Ebro, tienen la mirada puesta ante la crecida extraordinaria que está por llegar, los bomberos de la Diputación de Zaragoza ya han empezado este martes a hacer intervenciones relacionadas con la avenida. Las dotaciones de los parques de Ejea de los Caballeros y Tauste se han empleado a fondo durante casi ocho horas para rescatar a un grupo de vacas que habían quedado atrapadas por la subida del nivel del agua del cauce en Alcalá de Ebro, población de la comarca de la Ribera Alta.

El aviso ha sido recibido cuando un ganadero se ha percatado de que sus reses se habían escapado de la vaquería después de que una rama caída por el viento derribase una valla, según  han señalado fuentes de la institución provincial. Las labores han comenzado a las 11.30 y se han prolongado hasta las 18.30, hora en la que los especialistas se han tenido que retirar del lugar y han dado por concluido el dispositivo.

Los bomberos han encontrado a los animales en una isleta del cauce del Ebro que ha quedado posteriormente rodeada por agua. Han trasladado al ganado desde ese terreno que resultaba peligroso para ellas a otra isleta más cercana a la granja y después las han movilizado hasta la orilla.

Los responsables del Servicio Provincial de Extinción de Incendios ya trabajan en reforzar las dotaciones disponibles para hacer frente a todas las incidencias que pueda causar la crecida del río durante los próximos días.

En Zaragoza, no se espera la llegada de la avenida hasta entre el viernes y el sábado. Ahí, la previsión es que el Ebro calcance valores máximos en el entorno de 1600 a 2.000 m³/s. No obstante, "el pronóstico hidrológico para el río Ebro en Zaragoza lleva asociada una incertidumbre elevada", admiten desde la CHE.