Giardiosis en Teruel, entre la creencia popular y la ciencia

Un murmullo sobre una supuesta alta incidencia de la patología producida por el protozoo Giardia lamblia se ha extendido por la ciudad, pero la DGA no tiene datos científicos que avalen un elevado número de casos.

Plaza del Torico de Teruel
Plaza del Torico de Teruel
Antonio García

Está en boca de muchos, pero los servicios sanitarios del Gobierno aragonés no tienen datos científicos que avalen que entre la población turolense hay, de forma endémica, una alta incidencia de Giardia lamblia, un parásito intestinal que produce giardiosis, una patología leve con síntomas como malestar abdominal y falta de apetito en los niños.

"Nunca hemos recibido informes internos de nuestros pediatras ni denuncias alertando de un elevado número de casos o de un brote concreto de giardiosis; lo hubiéramos investigado", asegura el secretario del Servicio Provincial de Sanidad, Rafael Blasco. "Creo que en este tema se ha instalado una creencia popular", señala. "No hay una estadística notificada desde Pediatría, si hubiese algo con fundamento nos lo habría comunicado", zanja Blasco.

El nombre del protozoo, sin embargo, se oyó hace unas semanas en el Ayuntamiento de Teruel, donde se aprobó con el apoyo del PP, aunque con la oposición del PSOE y Teruel Existe, una moción de Vox para ampliar el análisis de la calidad del agua de boca, por si el origen de la supuesta epidemia estuviera en este suministro.

No parece que el agua sea el problema. El director técnico de Aguas de Teruel –que gestiona el suministro a la ciudad–, Jesús Cachaza, destaca que la compañía lleva varios años realizando análisis para determinar si en el abastecimiento hay Giardia lamblia "y no hemos encontrado nada". Toma muestras en distintos puntos y los resultados siempre son negativos. Cachaza explica que este examen no forma parte de la analítica programada para garantizar la calidad del agua, pero la empresa decidió llevarlo a cabo "por tranquilidad, porque en Teruel es algo que está en boca de todos".

Para el responsable de Aguas de Teruel, supone un riesgo que se conserve la costumbre de ir a pueblos cercanos a llenar garrafas en fuentes no conectadas a la red "y que, por tanto, carecen de cualquier control". "Mucha gente lo hace con la creencia de que esas aguas tienen propiedades, pero no hay garantías", advierte.

La pediatra Cristina Cordeiro, de la Policlínica Seap, pide a las Administración "que investigue para aclarar si realmente la incidencia de la Giardia lamblia en Teruel es alta y, si lo es, averiguar su origen". A falta de datos públicos, su impresión es que en la ciudad se dan "muchísimos casos". "En una búsqueda al azar, por cada diez niños analizados aparecen cinco o más con este parásito", asegura. En un intento de resolver la incógnita, otro pediatra, Miguel Labay, ha puesto en marcha un estudio sobre 100 personas "para conocer el índice real de afectados y los efectos de la enfermedad".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión