La Consejería de Sanidad del Gobierno de Aragón está ultimando un decreto para fidelizar el talento y conseguir que los médicos internos residentes (mir) se queden en el territorio. Es una medida que busca evitar la fuga de profesionales y frenar el déficit de facultativos, sobre todo en el medio rural. A falta de conocer los detalles, podría incluir contratos de hasta tres años y formación continuada.

Distintas comunidades autónomas trabajan en la misma línea para fidelizar a los residentes que terminan su formación, tanto del ámbito de atención primaria como especializada, dada la escasez de profesionales a nivel nacional. Sobre todo, en los centros de salud, donde la plantilla está más envejecida. En Aragón, casi 300 médicos de familia alcanzarán la edad de jubilación entre 2024 y 2027, una situación que puede agravar aún más la dificultad para cubrir plazas en este nivel asistencial en los pequeños municipios.

El consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, ha trasladado esta semana que se lleva tiempo trabajando en la redacción de un decreto para retener a los mir y, según ha indicado, está “en la última fase de elaboración”. El siguiente paso, afirma, es que el documento sea “supervisado y revisado” por los representantes de los trabajadores.

“Formalmente -ha destacado Bancalero-, lo que más nos interesa es mantener el talento. Para eso, lo que vamos a hacer es ofrecer contratos en buenas condiciones y tenemos que ir hospital por hospital y servicio por servicio”. En este sentido, el plan de primaria en el que trabaja el Departamento, tal y como anunció en las Cortes de Aragón en octubre del año pasado.

Para el consejero, el decreto va a “potenciar” también la formación continuada de los profesionales. Una medida, asegura, “muy importante” para que aunque estén trabajando en un centro de difícil cobertura “puedan seguir manteniendo sus competencias compatibilizando su trabajo diario con la asistencia a cursos en hospitales”, de manera que “no pierdan sus habilidades”.

Desde el Colegio de Médicos de Zaragoza, Guillermo Viguera, vocal de Médicos Jóvenes y Empleo y residente de último año de Familia, considera que, entre las nuevas generaciones, prima, sobre todo, la “continuidad en el puesto”, en lugar de encadenar contratos de sustituciones y de corta duración. De hecho, asegura que es clave establecer el vínculo médico-paciente: "Nuestra especialidad es la familia y la comunidad, y podemos hacer mucho por la promoción de la salud". También se tiene en cuenta la posibilidad de que se favorezca acudir a cursos de formación en hospitales de referencia.

Hay que recordar que en Aragón hay más de 40 centros de atención primaria considerados de difícil cobertura, de las 124 zonas básicas de salud que existen en todo el territorio. Aquellos en los que el Ejecutivo autónomo ofrece incentivos para atraer a los profesionales. Sin embargo, resultan insuficientes, por lo que hay centros que deben reducir horas o días de atención en sus consultorios teniendo en cuenta los recursos humanos con los que cuentan.

Actualización del mapa sanitario

Sanidad trabaja en la actualización del mapa sanitario de Aragón, aprobado hace casi 40 años. En las propuestas acordadas con los Sindicatos Médicos el año pasado ya figuraba el compromiso de presentar propuestas para su revisión y redistribución de puestos, atendiendo a las "actuales circunstancias demográficas, geográficas y sociológicas".

Asun Gracia, vicepresidenta del sindicato de Médicos de Atención Primaria (Fasamet), reconoce que “la situación de falta de profesionales en Aragón es insostenible”: “Está bien fidelizar a los residentes pero no es la solución definitiva”. “Tienen que tomar medidas más contundentes como la reorganización del mapa sanitario y medidas que pongan en valor el trabajo en atención primaria para incentivar que los egresados elijan nuestra especialidad y no la abandonen".

Por su parte, Jessica Fessenden, responsable de Sanidad de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en Aragón, recuerda que el hecho de que los residentes terminen este año su formación en septiembre, en lugar de en mayo, “puede provocar problemas para la cobertura de permisos este verano”. Todavía desconocen el contenido del documento que se está elaborando, pero “no deberían estar en los centros sin tutorizar”. Y destaca otro “problema”: “La contratación de médicos sin el mir”.

Para la secretaria general de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CC. OO. Aragón, Delia Lizana, como la generación mir finaliza en septiembre (aquellas especialidades de 4 años que empezaron en 2020) “hay tiempo”: “Creo que las medidas que deben ofrecer tiene que ser incentivadoras pero, al mismo tiempo, no tienen que crear agravio comparativo con otros profesionales que ya están en los centros periféricos”. Elena Lahoz, secretaria de Sanidad de UGT Aragón, reconoce que es necesario cubrir puestos en el medio rural y enumera algunas medidas que se podrían estudiar que dieran servicio a la población, como trasladar a pacientes hasta los centros de salud o dotar de más plantilla de todas las categorías  a la atención primaria.

Por su parte, desde la Sociedad Aragonesa de Médicos Generales y de Familia (SEMG Aragón), su presidenta, Paola Martínez, añade que “ofrecer contratos de larga duración, incentivos y facilitar la conciliación serían algunas medidas que podrían ayudar”. En Medicina de Familia “el verdadero problema es la cantidad de plazas que se quedan sin cubrir ya en la elección de la plaza de especialidad mir”: “Debemos trabajar para que nuestra especialidad recobre el prestigio que se merece. Las condiciones en las que tenemos que trabajar en el momento actual los médicos de Familia hacen que no sea una especialidad atractiva ahora mismo para quienes tienen que elegir”.

Desde el grupo parlamentario socialista en las Cortes de Aragón insistieron hace unos días en que "una adecuada distribución del mapa sanitario debe tener en cuenta los flujos de población, cuestiones socio-económicas, accesibilidad y reparto de cartillas" y abogaron por "iniciar procesos participativos" e implicar a alcaldes, consejos de salud y profesionales.

Cinco generaciones mir de Familia este verano

Este verano se va a dar un hecho inédito: van a convivir cinco promociones mir de Medicina Familiar y Comunitaria en los centros de salud. Algo que se hace extensible al resto de especialidades: hay que recordar que algunas tienen una duración de cuatro años y otras, de cinco.

Una situación fruto de la anómala convocatoria mir de 2020, a consecuencia del primer pico pandémico de la pandemia de covid-19. La elevada presión asistencial que provocó el coronavirus en el sistema de salud hizo necesario retrasar la incorporación de residentes al mes de septiembre, en lugar del mayo, que es lo habitual. El Ministerio ya adelantó que los residentes de último año "van a terminar su formación en tiempo y forma para completar íntegramente sus programas", aunque podrán hacer "labores independientes y autónomas". La Consejería, además, ya adelantó que estudia ofrecer un complemento a estos profesionales para cubrir plazas en centros de salud y hospitales durante la época estival. Bancalero destacó hace unos días que será una manera de "reconocer su esfuerzo" y una forma de trasladar la apuesta del Ejecutivo por retener ese talento. 

La nueva promoción de residentes, que se examinó el pasado 20 de enero, podría tomar posesión de sus plazas asignadas a finales de mayo. Aragón ha ofertado en esta convocatoria 265 puestos para médicos internos residentes (82 de ellos para la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria).