semana santa

La Trinidad de Zaragoza: una nueva cofradía en ciernes

La pro hermandad de la parroquia de San Valero cuenta con tallas de gran valor artístico y con una cuadrilla que roza el centenar de costaleros.

Ayer se tomaron las medidas para poder portar el paso de la Trinidad el próximo Viernes de Dolores.
Medidas para poder portar el paso de la Trinidad el próximo Viernes de Dolores.
Toni Galán

Tienen algunas de las tallas más bonitas de Zaragoza y, sin embargo, aún resultan desconocidas para muchos amantes de la Semana Santa aragonesa. La Trinidad de Zaragoza, una pro-hermandad fundada en 2009 en la parroquia de San Valero (Las Delicias), llevó a cabo ayer la igualá de su paso de misterio, de cara al próximo Viernes de Dolores. Aunque aún no se han constituido como cofradía penitencial de pleno derecho (están en proceso y ya cumplen los requisitos que impone la Iglesia), el trabajo que se lleva realizando en los últimos años en la parroquia de la calle Graus es más que loable, como pudo comprobar ayer el arzobispo Carlos Escribano en una visita a la casa de la hermandad.

"Todo parte de un grupo de fieles que en marzo de 2009 redactó un proyecto fundacional de cara a constituir una futura cofradía. Buscamos un barrio que no tuviera hermandades y en Las Delicias descubrimos que había devoción y no se prodigaban las cofradías", cuenta Miguel García, uno de los fundadores y miembro de la junta.

Visten capirote y túnica burdeos con botonadura azul y el nombre completo de la pro hermandad, es decir, su advocación es al Santísimo Cristo del Amor y Buen Fin y de María Santísima de la Esperanza de la Trinidad. Algunos, los conoces como los Trinitarios de San Valero y otros, simplemente, como la Esperanza o la Trinidad de Zaragoza.

La agrupación parroquial no ha dejado de crecer en los últimos quince año y, además, ha demostrado un exquisito gusto artístico al incorporar distintas tallas a su patrimonio. Todas son del imaginero sevillano José Antonio Navarro Arteaga, garantía de calidad. En 2009 se encargó la Virgen ( María Santísima de la Esperanza Trinitaria) y en 2015 el Cristo del Amor y Buen Fin, que representa al Señor crucificado y muerto, en el momento de la entrega por un centurión romano a José de Arimatea. Posteriormente se han ido incorporando otras piezas como las figuras de San Juan Evangelista, María de Cleofás, Nicodemo o María Magdalena.

El paso de misterio de la cofradía cuando sale por las calles de Las Delicias.
El paso de misterio de la cofradía cuando sale por las calles de Las Delicias.
Óscar Puigdevall

En los días de Pasión esta imágenes quedan expuestas al culto en la parroquia de San Valero, sede canónica de la agrupación, que tiene previsto continuar enriqueciendo su patrimonio en los próximos cursos. "Lo siguiente sería dorar algunas partes del paso que aún están con estuco", comenta García, que también es costalero en los viacrucis que protagonizan los hermanos el Viernes de Dolores.

"Van haciendo patrimonio poco a poco, pero sus dos tiene dos pasos principales son de una gran calidad. No son obras en serie ni comerciales, son imágenes muy artísticas", comenta Ricardo Navarro, presidente de la Asociación para el Estudio de la Semana Santa. Desde todos los sectores de la cultura morada se celebra cómo los Trinitarios están en proceso de constituirse como cofradía de la forma más natural y racional posible: primero creando una agrupación parroquial que da culto a unas imágenes, después arraigándose y procesionando en el barrio y, próximamente, solicitando ser cofradía al Arzobispado.

Los costaleros de la Trinidad, durante un ensayo a las puertas de San Valero.
Los costaleros de la Trinidad, durante un ensayo a las puertas de San Valero.
Heraldo

"El reglamento data de 2014 y, entre otros requisitos, exige que haya 75 personas que no pertenezcan a otra cofradía y nosotros ya somos ciento y pico", explican desde la pro-hermanadad, conscientes de que hace ya algunos años que no se incorpora ninguna cofradía nueva a la Junta Coordinadora. La última en hacerlo fue la de las Negaciones (Jesús de la Soledad), que ya era cofradía de barrio (San Lamberto) y que se sumó a la nómina en 2017. "Los Trinitarios llevan el camino adecuado y creo que pronto conseguirán la aprobación del Arzobispado", comentan quienes conocen a fondo la Pasión zaragozana.

El día grande para la Trinidad es el Viernes de Dolores cuando salen por las calles de Las Delicias (el paseo de Calanda, Bolivia, Sangenis, Padre Manjón...) portando sus pasos. Es impresionante ver salir por el pórtico de San Valero, a la orden del capataz, los pasos guiados por la fe, la devoción, la fuerza y la pericia de 58 costaleros, de una cuadrilla que supera los 90. Algunos de estos esforzados sufridores sí participan en otras cofradías zaragozanas de inspiración andaluza (véase la Humildad o la Eucaristía), pero como la Trinidad sale el Viernes de Dolores no suelen haber conflicto de intereses, no se coincide con otras procesiones y se puede hacer ‘doblete’.

Las dos imágenes principales de la pro-hermandad, en la iglesia de San Valero.
Las dos imágenes principales de la pro-hermandad, en la iglesia de San Valero.
Heraldo

"La idea en su día era poder hacer nuestra procesión titular en Sábado Santo, que es un día con poca actividad en las calles, dado que sólo salen las Esclavas y se lleva a cabo la vela de Cristo de la Cama en San Cayetano", explican. De momento, es el día previo al pregón de Semana Santa cuando toman las calles de Las Delicias, cada año más concurridas y con más expectación. Tras la igualá de ayer, estas semanas los Trinitarios continuarán sus preparativos y, de hecho, están convocados el próximo día 9 para una nuevo ensayo de cerca de tres horas y el 16 de marzo para hacer la mudá. Para el 20 de marzo, en torno a las 20.00, está previsto el retranqueo ya en la iglesia de San Valero.

La Trinidad no tienen aún sección instrumental, pero sí que han acompañado todas sus salidas de la música de distintas bandas que van detrás del paso de misterio. "Los primeros años íbamos con la banda de cornetas y tambores de San Pablo y en los años de 2022 y 2023 nos acompañó una fusión de músicos procedentes de la de San Pablo, de la de Murchante y de la de Borja". Este 2024 también va a ser especial en este aspecto, dado que será la banda Pureza la que llegará desde Valladolid para acompañar al Santo Cristo del Amor y Buen Fin. En la parroquia de San Valero, afianzando su actividad cultural, también se han celebrado en años anteriores conciertos de música sacra con la capilla de música Nuestra Señora del Pilar y la coral italiana Cavellas Chorus.

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