La piscina con olas de surf de Puerto Venecia ya es historia

Los visitantes que esta mañana han ido de rebajas a Puerto Venecia en Zaragoza, además de hacer sus compras en la galería comercial, han podido ver cómo una retroexcavadora desmantelaba una parte del recinto de ocio. Se trata del simulador de olas que hacía las delicias de los surferos en el área del Dock39 y que fue la primera (y única ola) artificial de Aragón, con una corriente ascendente de agua a 40 km/h, que permitía "cabalgar sobre la espuma".

Este rincón se inauguró en 2013 y fue uno de los reclamos principales que forman parte del acompañamiento de ocio del ‘shopping resort’. En más de 3.200 metros cuadrados de superficie, los visitantes pueden seguir disfrutando de camas elásticas, circuitos de cuerda en altura, laberintos, tirolinas y un recorrido a través de puentes colgantes a más de diez metros. El rocódromo y la pista de hielo en invierno son otros de los atractivos de Puerto Venecia, que albergó hasta hace unos días con la primera piscina de olas para hacer surf de la Comunidad. Esta fue, incluso, presentada en la feria internacional Fitur y situó al centro como uno de los punteros en "la mejor oferta de ocio dentro del sector del turismo de compras".

La piscina, que ahora se está desmontando segçun los testigos, presumió de disponer de la primera ola estática de España que fue denominada como ‘Flowride’. En Dock39 los aficionados al mar, y sus deportes acuáticos, pudieron disfrutar de los primeros cursos de ‘bodyboard’ & ‘flowboard’ que se impartieron en la capital aragonesa. Además, para sumergirse en la gran ola a los usuarios se les proporcionaba todo el equipamiento necesario (incluido el bañador, las chanclas, la toalla…). 

Los monitores de la actividad explicaban cómo el surf es un deporte muy completo que combina trabajo aeróbico con tonificación y mejora el funcionamiento cardiorrespiratorio. Permite, además, corregir gran cantidad de los músculos posturales que se utilizan para mantenerse de pie arriba de la tabla mientras se sortean las olas en el mar o en la piscina que ya forma parte del pasado del recinto.