El agua es un bien muy preciado y también cada vez más escaso. Conscientes de ello, los regantes altoaragoneses están a la cabeza en el ranquin nacional en inversiones para modernizar sus sistemas y con ello mejorar la eficiencia. Una apuesta que también repercute en frenar la despoblación del medio rural.

Las cifras hablan por sí solas y son contundentes. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa), ha invertido y comprometido desde el año 2000 un total de 3.882 millones de euros para actuaciones de modernización de regadíos en todo el territorio nacional. En este paquete se incluyen las obras terminadas, en curso o no iniciadas pero previstas en la encomienda del MAPA para su ejecución, y también del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliciencia (fases I, II y III) financiado con fondos europeos Next Generation.

Y en la distribución de estas inversiones estatales, Huesca es la provincia española que más dinero ha recibido hasta ahora con un total de 517.883.788,42 euros. Le sigue en segundo lugar León con 428,8 millones de euros y, ya a mucha más distancia, Almería con 266,3 y Sevilla con 243,5, según los datos facilitados por Seiasa.

En el conjunto de Aragón, esta sociedad ha ejecutado ya una inversión de 303,2 millones de euros en 38 actuaciones de 23 comunidades sobre una superficie de 65.630 hectáreas que han beneficiado a 7.196 regantes. Un volumen que la sitúan como la tercera comunidad autónoma con mayor volumen inversor, solo por detrás de Castilla y León con 550 millones y Andalucía con casi 400.

Y entre las actuaciones que están en marcha y previstas, Seiasa tiene encomendadas por una parte siete obras en Aragón con una inversión global de 121,6 millones contemplados dentro del denominado convenio clásico. Todas ellas son en comunidades de la provincia de Huesca: Cartuja de San Juan, Collarada 1ª y 2ª Sección, Molinar del Flumen, Grañén-Flumen y Almuniente y Santa Ana.

Y hay otras nueve financiadas con fondos europeos por un montante superior a los 212 millones de euros, siete de las cuales son también en comunidades del Alto Aragón: Molinar del Flumen, Sector X y XI del Canal del Flumen, Nuestra Señora de la Alegría de Monzón, Lanaja, Almudévar, La Campaña de Barbastro y Castejón del Puente, y Lalueza.

"El Gobierno de España está haciendo el máximo esfuerzo posible para modernizar el regadío de Aragón porque los regantes lo necesitan y se lo merecen y las cifras lo dejan bien claro", resaltó el presidente de Seiasa, Francisco Rodríguez Mulero, durante su participación en la 25ª Jornada Informativa de Riegos del Alto Aragón. También aprovechó su visita a Huesca para firmar adendas por valor de 13 millones con cuatro comunidades de regantes.

Mulero expuso las cifras del plan de modernización 2022-2027, que prevé una inversión global de 2.200 millones entre fondos del propio Ministerio y de la UE a través de los Next Generation para mejorar la eficiencia energética e hídrica y la digitalización del sector, "lo que permitirá facilitar la incorporación de los jóvenes y hacer viable y dar seguridad a la agricultura de futuro", remarcó.

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“Ahora sí es un trabajo atractivo para la gente”

En esta misma jornada, Ángel Samper, consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación, también se comprometió a reforzar la apuesta del Gobierno aragonés con la creación y modernización de los regadíos incrementando el presupuesto de 2024 un 61%, al pasar de 15 a 24,3 millones de euros.

Un 25% de ahorro por hectárea

José Antonio Pradas, presidente de Riegos del Alto Aragón, el mayor sistema del país con 130.000 hectáreas en regadío, valora las ventajas que ofrece la modernización, especialmente por la eficiencia en el uso del agua al transformar un riego tradicional por gravedad o por inundación en otro localizado por aspersión o goteo. Y es que se calcula un ahorro de hasta un 25% de agua. En este sentido, pone como ejemplo que mientras en la parte no modernizada de la zona de la Violada, desde Guerra hasta Zuera, el consumo puede llegar a 10.000 o 12.000 metros cúbicos por hectárea y año, en el resto la media está en 7.500. En su caso, la superficie pendiente de modernizar es de un 15 o 20%.

Para Pradas, que Huesca sea la provincia donde más se ha invertido en mejora de regadíos en las dos últimas décadas "demuestra la conciencia que tiene la gente del sector porque sabemos que cada día el recurso es más escaso y tenemos muchos retos que asumir como la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente».

También José Luis Pérez, presidente de la Comunidad del Canal de Aragón y Cataluña, el segundo sistema más importante de la Cuenca del Ebro con 98.000 hectáreas entre Huesca y Lérida, se muestra "gratamente sorprendido" por las cifras de inversión estatal en modernizaciones en la provincia. "Es positivo y de justicia porque aquí están los grandes regadíos y por tanto es lógico que acaparen las principales inversiones", dice. En su caso, están aprovechando la inyección de fondos europeos para impulsar una mejora de segunda generación con la digitalización "para seguir cumpliendo una obligación que nos manda la sociedad y que nos imponemos nosotros de hacer un uso más eficiente del agua".

"Asumen un gran riesgo"

Además, tanto Riegos del Alto Aragón como el Canal de Aragón y Cataluña recuerdan que los regantes tienen que devolver entre un 30 y un 50% de media de esas ayudas públicas. "Es un gran riesgo que asumen y demuestran una gran capacidad de adquirir compromisos financieros que indica tienen fe en ello y están dispuestos a dejarse el pellejo para cumplirlos", señala José Luis Pérez.

Mientras, José Antonio Pradas también hace hincapié en que esas inversiones no solo ayudan a incrementar la producción, sino también a aumentar las rentas de los agricultores, lo que repercute directamente en el pago de más impuestos para las arcas públicas.