entrevista 

Manuel Muñiz: "Los actuales conflictos suponen un paso más hacia un mundo de bloques mucho más fracturado"

El rector de IE University de Madrid, profesor de Relaciones Internacionales y experto en economía política, analiza la situación internacional.

Manuel Muñiz, rector internacional de IE University en Madrid, el pasado jueves en el Patio de la Infanta, en la sede central de Ibercaja .
Manuel Muñiz, rector internacional de IE University en Madrid, el pasado jueves en el Patio de la Infanta, en la sede central de Ibercaja .
José Miguel Marco

Manuel Muñiz (León, 1983) es rector internacional de IE University en Madrid, profesor de Relaciones Internacionales y decano de la Escuela de Política, Economía y Asuntos Globales del IE. Su especialidad son los campos de la innovación, economía política y gobernanza regional y global. Vino el pasado jueves a Zaragoza donde participó en una sesión con directivos de Ibercaja y concedió esta entrevista a HERALDO.   

De enero del 2020 a julio del 2021 fue secretario de Estado en el Ministerio de Asuntos Exteriores y coordinó la redacción de la Estrategia de Acción Exterior 2021-2024. Además, Muñiz dirigió el programa de relaciones transatlánticas de la Universidad de Harvard.

Usted se enteró de la invasión de Rusia en Ucrania antes de que pasara, ¿cómo recibió esa información?

En la Conferencia de Seguridad de Munich, que tiene lugar todos los febreros y reúne a líderes internacionales, ministros de Exteriores y de Defensa. Es como el Davos de la seguridad. Los norteamericanos nos avisaron de que iban a compartir con los aliados las intenciones de Rusia y el gobierno de Putin sobre Ucrania. No se había hecho nunca y pretendían hacernos partícipes de una operación premeditada y estructurada de la invasión a un vecino. Fue una semana antes de la invasión y los rusos decían que no tenía nada que ver el desplazamiento de unas tropas a la frontera. La estrategia de los norteamericanos fue acertada. 

¿Cómo vivió esa confesión secreta tan relevante?  

Unos días antes, el presidente de EE.UU, Joe Biden, había dicho que la orden de invasión se había producido y fue una gran sorpresa. Nunca se había revelado esta cuestión y fue real. En Munich estuve con varios miembros de la OTAN y unos días antes de que ocurriera me explicaron la totalidad de la invasión, sabían las fuerzas que se iban a mover, los frentes a abrir y los objetivos iniciales. Los objetivos eran la toma de Kiev, la decapitación del Gobierno ucraniano y el reemplazo por otro afín, la segregación de parte del territorio de Ucrania y su incorporación directa a Rusia. Se trasladó a los aliados, pero había una cierta desconfianza del servicio secreto norteamericano al recordar la guerra de Irak y las armas de destrucción masiva, pero luego se demostró que fue acertado.

Joe Biden y Volodímir Zelenski, este domingo en Hiroshima (Japón) durante la cumbre del G7.
Joe Biden y Volodímir Zelenski, este domingo en Hiroshima (Japón) durante la cumbre del G7.
Reuters

¿Y qué personas destacadas había en esa conferencia?

Había muchos ucranianos en la sala (un hotel pequeño de Munich), como el alcalde de Kiev, algunos diputados y hasta participó el propio  Zelenski. Se iban en taxis al aeropuerto y tenías la certeza de que salían hacia una guerra en esos momentos anteriores a la tormenta, cuando se vive una normalidad extraña. Meses después me crucé con algunos amigos, como una diputada del Parlamento de Kiev, y me dijo que los propios ucranianos no creían en esa invasión. Tenían mejor información los norteamericanos que los ucranianos. Ella acabó marchándose de allí con su hija cuando empezaron a caer las bombas.

¿Qué consecuencias ha tenido el conflicto ucraniano para la UE, que ha hecho un gran esfuerzo para evitar que la invasión rusa fuera definitiva?

La primera consecuencia con la que vamos a convivir mucho tiempo es la fractura de relación de Europa occidental con Rusia, que es estructural. Al ver sobre el terreno (de Ucrania) lo que está pasando hay serias violaciones de derechos humanos y crímenes contra la humanidad. Eso va a hacer muy difícil restaurar las relaciones, incluso aunque hubiera paz mañana, pero en realidad está bastante lejos. En lo diplomático hay una brecha que tardará mucho en arreglarse, y en lo económico, en los últimos 21 meses se han desmantelado 30 años de interdependencia entre los países occidentales y Rusia. El paquete de sanciones y la interrupción de los suministros energéticos y otros implica volver a una relación económica muy anterior a la de la Caída del Muro de Berlín (el pasado jueves se cumplieron 34 años). Es un divorcio económico que se mantendrá.

¿Qué tipo de mundo se está dibujando con la guerra de Ucrania desde 2022, y la de Gaza desde el pasado 7 de octubre?

Estos conflictos suponen un paso más hacia un mundo de bloques mucho más roto y fracturado, en el que está en mundo occidental democrático en un lado y la otra parte, que es autoritaria y se manifiesta de diversas maneras. Los conflictos revelan un mundo posible, que es más frágil y con más violencia, menos integrado económicamente.

Las críticas a Putin se han reducido en Europa y EE.UU, ¿pero la mayoría de los países del Sur Global asumen esta invasión?

Buena parte del Sur Global condenaron la invasión de Rusia en la Asamblea General de las Naciones Unidas (con unos 140 países, de media) y el anexo de varios territorios que hizo en un acto la Federación Rusa (Donetsk y Lugansk), pero no han impuesto sanciones económicas como hicimos en Occidente, ni apoyan militarmente a los ucranianos. La mayor parte del Sur ha visto con preocupación esta violación de la Carta de la ONU, que es muy evidente.

Maniobras militares en San Gregorio, este martes.
Maniobras militares en San Gregorio, este martes.
@EjercitoTierra

El Ministerio de Defensa de España ha aumentado las inversiones en armamento para llegar al 2% del PIB, como reclaman los norteamericanos. ¿Cree que la situación mundial obliga a esta decisión?

España se comprometió en una cumbre OTAN hace muchos años a llegar al 2% del PIB en Defensa, pero nos estaba costando mucho. Hay debates en Europa sobre qué constituye gastos en defensa y si se incluyen también los de seguridad. Pero la invasión de Ucrania y la inestabilidad que se vive en Oriente Medio, junto a acontecimientos que puedan ocurrir en el Indo Pacífico y los estrechos de Taiwán, apuntan a un escenario mucho más inestable e inseguro, donde España tiene que jugar un papel y hay que desarrollar capacidades militares que no teníamos. Hace falta una inversión en equipamiento y tecnología. Buena parte del presupuesto se va en salarios del capital humano de las Fuerzas Armadas y hay una infrainversión en capacidades. Esta tendencia va a mantenerse y nos obligará a gastar más en defensa a nosotros y a los demás.

¿Cómo ve la posición de Estados Unidos?

El proceso electoral de Estados Unidos del año que viene va a ser muy relevante. Acaban de publicarse una batería de encuestas que dan la victoria a Trump y él ya advirtió durante su mandato que si renovaba no descartaba abandonar la OTAN. Si no lo hace definitivamente, la Administración Trump va a ser mucho más hostil que la de Biden y los europeos podemos encontrarnos solos: en el este y en la frontera sur con el Mediterráneo. Esto supone más autonomía estratégica y gasto militar.

-FOTODELDÍA- EA7203. RAMALA, 05/11/2023.- El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y el presidente palestino, Mahmud Abás, se reúnen este domingo en Ramala. La visita de Blinken sigue a las realizadas a Tel aViv y Amán, donde ha mantenido conversaciones centradas en el conflicto entre Israel y Hamás y en los esfuerzos para asegurar la inmediata liberación de los rehenes y la asistencia humanitaria en Gaza. EFE/ Alaa Badarneh / Pool
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y el presidente palestino, Mahmud Abás, se reúnen en Ramala. La visita de Blinken sigue a las realizadas a Tel aViv y Amán, donde ha mantenido conversaciones centradas en el conflicto entre Israel y Hamás, para la liberación de los rehenes y la asistencia humanitaria en Gaza.
EFE/ ALAA BADARNEH / POOL

¿La posición de EE.UU en Gaza a favor de Israel se debe a las elecciones presidenciales?

Como fue la respuesta en Ucrania, porque hay un debate en EE.UU muy marcado sobre dónde deben estar las prioridades de la seguridad norteamericana. Para ellos su seguridad no está en Oriente Medico o Ucrania sino en el Indo Pacífico, respecto a Taiwán y China. El escenario de Oriente Medio es más europeo y los republicanos, Trump incluido, tienen una mayor sensibilidad por la cuestión de China. Si hubiera un cambio de la Administración de EE.UU habrá despliegues en el Indo Pacífico y los europeos tendremos que crear nuestro propia defensa. Desde la II Guerra Mundial, nunca hemos tenido una plena autoridad estratégica en términos de seguridad porque siempre la hemos construido en el marco dentro de la OTAN. El escenario puede ser absolutamente distinto y no veo que vayamos a reducir los gastos en Defensa.

¿La confrontación entre EE.UU y China con el desarrollo tecnológico por medio, hasta dónde puede llevarnos?

Siempre veo esta cuestión con gran preocupación porque es una colisión estructural motivada por factores económicos de competencia muy severa entre China y EE.UU, sobre todo en la frontera tecnológica. No va a aliviarse sino que continuará la tensión. Parte de la colisión va a tener un trasfondo tecnológico y es una competencia conectada con la seguridad militar, que eso preocupa a Estados Unidos. Y luego hay una dimensión política del conflicto: lo que subyace debajo del ascenso de China es un régimen autoritario, no democrático, y esto plantea un problema estructural, normativo e ideológico. 

Blinken y el presidente chino, Xi Jinping, en Pekín.
Blinken y el presidente chino, Xi Jinping, en Pekín.
LEAH MILLIS/Reuters

¿No cabría recuperar la normalidad entre los dos grandes países?  

Hay un empeoramiento con la dinámica regional: EE. UU tiene algunos aliados en la región y mantiene con ellos acuerdos de defensa, eso le provoca un compromiso de atenderlos. Todos ven a China como una enorme amenaza y, por eso, van a arrastrar a EE.UU. Esta mezcla de factores plantea que la colisión sea muy estructural y duradera. Puede suponer una fracción del orden internacional, basado en torno a bloques diplomáticos de afinidad y amistad, y otros económicos: uno chino y otro norteamericano. Se va a ver la regionalización y la fracture del sistema económico. El FMI hace el seguimiento de las medidas restrictivas del comercio internacional entre los estados: hace una década eran 200 y la mayoría acababan en los mecanismos de resolución. Pero el año pasado se impusieron 3.000. Este mundo tan integrado empieza a mostrar ciertas grietas y fracturas.

¿Cómo va a afectar el impacto de la tecnología en los modelos productivos (internet se ha comido muchas fórmulas laborales) a nuestros hijos y a los trabajadores?

La tecnología se va a convertir en un campo entero y nuevo de la diplomacia en sus tres impactos en la política internacional. Cuando yo estaba en Asuntos Exteriores les llamábamos las “tres p”: la del poder que tiene en su distribución la geopolítica tecnológica, tanto ofensiva como defensivas, en la inteligencia artificial y en el ciberespacio ultraterrestre; la prosperidad porque cambia la distribución del empleo, rentas y empresas a nivel global ya que hay que traer nuevos emprendedores; y los principios o sistemas políticos, dado que la tecnología tiene un impacto en los derechos y libertades de las personas, y hay que trabajar en su regulación. Los estados vamos a tener que lanzar auténticas diplomacias tecnológicas, estrategias y equipos que lleven una agenda.

Como decano de la Escuela de Política, Economía y Asuntos Gobales del IE y rector de IE University en Madrid, ¿cree que los universitarios españoles están en primera división en los campos de la innovación, la economía política y la gobernanza regional y global?

España tiene una economía muy competitiva, con un tejido nacional e internacional. A eso le ha sumado un capital humano muy positivo y en puestos muy importantes distribuidos por el mundo, tanto en empresas como en instituciones. Tenemos a un líder internacional como Josep Borrell en Bruselas (Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad), Luis de Guindos en el Banco Central Europeo y bastantes representantes en la diplomacia internacional. También en el mundo corporativo y privado hay liderazgo de españoles en algunas de las mayores empresas del mundo. Para un país del tamaño del nuestro y de nuestra población, hay unos cuadros muy formados y una representación excelente en el ámbito internacional. Hay que tener instituciones académicas de prestigio que formen a estas personas y grandes empresas multinacionales nuestras que nos den presencia propia en el exterior, pero el punto de salida es bueno.

El tren de hidrógeno, en la línea Zaragoza-Canfranc.
El tren de hidrógeno, en la línea Zaragoza-Canfranc.
Renfe

¿Cree que el cambio climático puede provocar que el futuro de la economía resucite la economía ligada al ferrocarril y se encierren los camiones?

Estamos en plena transición hacia una economía verde y sostenible que va a suponer cambios muy importantes en muchos sectores. Va a cambiar mucho el transporte, que va hacia un parque móvil eléctrico y además se persigue cerrar círculos para que sea verde la generación de esa energía porque es uno de los grandes generadores de polución. El cambio va a ser total para la economía porque la transición verde nos lleva a que sea sostenible y eso va a generar cambios en la producción de las viviendas, en los patrones del consumo y en la moda, con el sector textil. Soy optimista porque va a generar nuevos empleos, nuevas empresas, infraestructuras y tejido empresarial. Lo veo como una oportunidad.

Aragón es una de las primeras comunidades autónomas con más energía renovable desarrollada en sus pueblos. ¿Cree que esta economía va a ayudar a afrontar los modelos productivos próximos?

Todo el proceso de transición ecológica descansa en tener capacidad para desarrollar un nuevo modelo de producción sostenible y sobre ella descansa todo lo demás. España ha sido ejemplar en la transición hacia un sistema más verde y ha habido días en que el consumo energético en nuestro país era totalmente de fuentes renovables. Eso es extraordinario en la Unión Europea.

¿Cree que los empresarios españoles tienen que mirar cada vez más al riesgo geopolítico en los escenarios internacionales para apostar por sus economías?

Sí, estoy convencido. Estamos cerrando un capítulo en la historia que va desde el final de la guerra fría hasta el inicio de la guerra en Ucrania, que fue una etapa de globalización y de fuerte integración económica, pero ese mundo se ha acabado y entramos en otro mucho más geopolítico, donde lel riesgo va a ser central en las decisiones. Las empresas de Occidente van a tener que aprender a navegar en ese entorno y desarrollar una musculatura de anticipación y de análisis constante del riesgo geopolítico.

¿Tiene riesgo de desaparecer la clase media con la llegada de la polarización a la economía y la concentración de la riqueza producida?

En los últimos 30 años hemos visto un vaciado de la clase media en buena parte de las economías avanzadas, como en España, y su precarización para entrar en la vivienda y con problemas de seguridad económica o capacidad para sostener familias de cierta escala, que va acompañado de inseguridad. Tiene un reflejo en la desaparición del espectro del centro político. En el futuro tendremos que crear sociedades mucho más justas y sostenibles. Ese va a ser uno de los grandes retos de la política, la gobernanza y la economía en las democracias avanzadas para los próximos años.

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