Geoturismo por Aragón: desde las chimeneas de las hadas a las entrañas de la tierra

Una opción en cada provincia para descubrir las maravillas que recogen las rocas, minerales o fósiles. 

Foto de Viacamp y Litera
Muralla china de Finestras
Laura Uranga

Llevan millones de años existiendo, pero muy pocos les prestan la atención que merecen. Hablan y mucho, solo es necesario escucharlas. Guardan secretos importantes, que geólogos o sedimentólogos cuentan. Se trata de las rocas, minerales y fósiles, unos bienes patrimoniales preciados para aquellos que dedican parte de sus vidas a estudiarlos. Pero también para los viajeros que planifican sus vacaciones en torno a ellas. Simples rocas que hablan, guardan secretos y son muy longevas.

Viajar para observarlas recibe el nombre de geoturismo y cada vez son más los viajeros que eligen este tipo de vacaciones. Se trata de una opción fantástica para conocer la composición, estructura e historia de la Tierra. Un viaje donde la geología se convierte en el motivo de atracción principal. Pero este turismo no se reduce a la simple contemplación de una roca, mineral o fósil. Es mucho más que eso.

En Aragón hay muchas alternativas de geoturismo, desplegadas por las tres comunidades autónomas.

Aguarales de Valpalmas, Zaragoza

A escasos dos kilómetros del municipio zaragozano de Valpalmas se encuentran unas formaciones geológicas de lo más curiosas: unos aguarales con formas oníricas y sugerentes sorprenden a los visitantes. Estos impresionantes paisajes nacen debido a un fenómeno geológico conocido como ‘piping’, una erosión y hundimiento del suelo de arenas y arcillas por la acción del agua y del viento. Como consecuencia se crean unas estalactitas de tierra conocidas popularmente como chimeneas de hadas.

Foto de Valpalmas
Los Aguarales de Valpalmas
Laura Uranga

Para llegar hasta este lugar localizado en la comarca de las Cinco Villas, es necesario pasar por la carretera que une Valpalmas con Piedratajada, donde unas señales a mitad de tramo indican el desvío que nos llevará hasta los Aguarales. Una vez allí, se aconseja realizar este paseo a pie para disfrutar detenidamente de estas curiosas formaciones rocosas, aunque existe la posibilidad de recorrerlas en coche.

Grutas de Cristal, Teruel

En la localidad turolense de Molinos se encuentran las cuevas más espectaculares de Aragón. Su interior alberga unas grutas de cristal donde los visitantes se adentrarán en un auténtico museo natural lleno de estalactitas que bajan desde el techo y que dividen una red de salas y galerías subterráneas.

Se localizan a escasos 4 kilómetros del municipio de Molinos, en la comarca del Maestrazgo y fueron descubiertas hace más de 60 años. Para llegar hasta ellas es necesario aparcar el coche en el aparcamiento, acceder por la amplia puerta y comenzar el descenso de 132 escalones hasta la caverna.

Este viaje al centro de la Tierra se traduce en una visita guiada de unos 40 minutos aproximadamente donde se accede a dos salas distintas, la de los Cristales y la Marina. Mientras, unos guías explican cómo se forman las estalactitas y estalagmitas, la fauna del lugar y la historia de la cueva. El precio de las entrada general es de 9 euros. Los niños pagarán 6, mientras que los jubilados, discapacitados o miembros de carnet joven, 7.

Las grutas de Cristal de Molinos (Teruel), una de las maravillas de Aragón.
Las grutas de Cristal de Molinos, una de las maravillas de Aragón.
Laura Uranga

Muralla de Finestras, en Huesca

Conocida como la muralla china aragonesa, pero con el privilegio de localizarse sobre el embalse turquesa de Canelles, así son estas dos paredes de roca maravillosas para todo aquel que las contempla. Y no solo por eso, también por las ruinas del castillo medieval y la ermita de San Vicente que se encuentran sobre la muralla.

Se sitúa en el término municipal de Viacamp en la comarca de La Ribagorza y muy cerca del pueblo abandonado de Finestras. La mejor forma de acceder es desde Estopiñán del Castillo. Desde allí, y tras cruzar el puente de Penavera, comienza el camino que nos llevará en coche hasta el pueblo abandonado, siendo la distancia de 12 kilómetros ida y vuelta. 

Estas paredes de roca situadas cerca del despoblado de Finestras se conocen como la 'muralla china' de Huesca
Muralla de Finestras
Heraldo.es

Una vez en Finestras, hay que seguir la única calle que queda del municipio, hasta localizar las ermitas de San Marcos y de San Vicente que son dignas de visitar. También hay una ruta que permite conocer más en profundidad no solo la muralla y el embalse, sino también los pueblos y monumentos que forman parte de este hermoso lugar.

La Muralla China de Finestras ha logrado situarse como uno de los destinos más destacados de Huesca y de aquellos que buscan lugares impresionantes fuera de lo común.

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