La urbanización de Plaza 4.0 comenzará el próximo verano para tener 106 hectáreas en 2026

La promotora aragonesa Wilcox prevé iniciar las obras de urbanización de la primera fase de la ampliación de la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza) el próximo verano, lo que permitirá disponer tanto a la DGA como a la propia empresa de una extensión bruta de 106 hectáreas a finales de 2026 para atender la creciente demanda de grandes parcelas. Su aportación será crucial, porque en Plaza solo queda una de 80.000 metros cuadrados y el resto son pequeñas y ni siquiera se pueden agrupar al estar diseminadas.

En concreto, el Ejecutivo autonómico contará por cesión y compra de dos parcelas que suman 312.056 m2, de los cuales 200.000 m2 son los que el Ejecutivo autonómico vendió el pasado miércoles a Lidl. Con el resto podrá responder a otras compañías interesadas en instalarse en la ciudad y que necesitan amplios terrenos para cubrir sus necesidades logísticas.

Para ello, tendrá que hacer efectiva la opción de compra de los 78.000 metros cuadrados, cuyo precio se fijó en 75 euros/m2 en el convenio firmado a principios del año pasado. Es decir, deberá abonar 5,85 millones de euros a Cipsa Norte, la sociedad con la que Wilcox actúa en la operación denominada Plaza 4.0.

El Plan de Interés General de Aragón (PIGA) especifica que en la primera de las tres fases de desarrollo del nuevo polígono frente al club de La Peñaza habrá otras cuatro parcelas de gran tamaño en manos del promotor que rozan las 48,5 hectáreas. Su superficie va de los 66.960 a los 221.146 m2, con las que se podría atender igualmente la lista de espera que tiene la DGA de compañías que quieren implantarse en la capital. Eso sí, tendrán que esperar, porque las obras no comenzarán antes del próximo verano y se alargarán 30 meses.

Este calendario solo se podrá cumplir si las negociaciones con los propietarios del 40% del ámbito de actuación se cierran con acuerdo, aunque por el momento los precios ofrecidos a los dueños de 98 de los 242 hectáreas de Plaza 4.0 son considerados "irrisorios". Si finalmente no se pacta, habría que tramitar el proyecto expropiatorio y las actas de ocupación, lo que alargaría el proceso hasta seis meses, según fuentes conocedoras de la operación.

Con antelación, habrá que aprobar definitivamente el PIGA, que incluye la reparcelación, y los promotores aún tienen que incluir todas las prescripciones impuestas. Las de mayor calado es la de la Demarcación de Carreteras del Estado en Aragón, que les obliga a ampliar los dos enlaces con la autovía de Madrid.

De todo el ámbito de la actuación, la parcela más pequeña tiene una superficie de 12.225 metros cuadrados y la más grande, una de las dos correspondientes a la DGA, alcanza los 234.000 m2. De las diecinueve parcelas resultantes, siete superan los 100.000 m2.

En total, Wilcox prevé que el suelo neto total con un uso principal para actividades logísticas, productivas y económicas sume 176,6 hectáreas y que la inversión alcance los 77,7 millones.

Más suelo público

Los 321.055 m2 de suelo en manos de la DGA no será el único del que dispongan las administraciones para captar proyectos empresariales. Las cesiones obligatorias establecidas por ley fijan en un 5% del aprovechamiento lucrativo a los ayuntamientos del ámbito de actuación, repartido entre Zaragoza y La Muela, "en función de la superficie perteneciente a cada término municipal". Y la capital se llevará la mayor parte, dado que recae el 86,2% de la actuación en su término municipal, lo que se traducirá en la entrega de 76.098 m2, mientras a La Muela le tocarán 12.225 m2.

El único problema es que su disponibilidad se demorará mucho más tiempo, dado que el resto de las parcelas públicas se han incluido en la segunda y tercera fase de la urbanización. La segunda afectará al ámbito municipal de La Muela y las obras no estarán acabadas antes del otoño de 2028, mientras la tercera se demorará hasta un año después.