Tensa calma en el vacuno aragonés a la espera de un protocolo sanitario que reabra el mercado libio

El país árabe ha cerrado sus fronteras a esta ganadería por la aparición de focos de enfermedad hemorrágica epizoótica

Ejemplares de vacuno de carne en una explotación de la Comunidad aragonesa.
Ejemplares de vacuno de carne en una explotación de la Comunidad aragonesa.
heraldo

El vacuno aragonés mantiene la calma, aún sin excesiva preocupación, ante la decisión de Libia, unos de los importantes destinos de sus exportaciones de animales vivos, de cerrar las puertas de su mercado a la ganadería bovina con origen en España. El país árabe justifica su decisión por la aparición en España –también en Aragón– de numerosos focos por de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), y aunque el sector sospecha que este argumento es tan solo "un excusa", lo cierto es que los ganaderos han tenido que aplazar las cargas y envíos de animales a aquel país –algunos ya planificados– mientras el Ministerio de Agricultura negocia las medidas a tomar para lograr la reapertura de este mercado.

"En estos momentos todavía se percibe como un problema menor", asegura Alberto Gracia, vicepresidente de la Lonja de Binéfar, cuyas cotizaciones de vacuno son de referencia para toda España. Gracia explica que entre los exportadores no hay todavía preocupación y mucho menos alarma, porque el sector está confiado en que en "breve plazo" se establezca un protocolo sanitario que permita reabrir este destino "muy importante, porque es un cliente muy bueno con el que se trabaja todo el año", matiza. Se espera, detalla, que como así sucede por ejemplo en Marruecos, sea una prueba PCR negativa para fiebre hemorrágica que demuestre que el animal está libre de enfermedad la que permita de nuevo la entrada de las importaciones de vacuno a este mercado árabe.

Reconoce, eso sí, que si la situación se alarga en el tiempo "evidentemente será un problema", porque este es un mercado destacado para la comercialización del vacuno. Porque si los animales no pueden entrar en Libia tendrán que destinarse al mercado español y europeo, pero "este año hay pocos animales, con lo cual esta mayor oferta podría digerirse aunque será a un precio algo inferior", explica Gracia.

Aragón cuenta con una cabaña ganadera de vacuno de carne de unas 290.000 cabezas, de las que la mayoría, unas 220.000, se encuentran en explotaciones de Huesca, unas 50.000 en Zaragoza y 20.000 en Teruel. El 45% de la producción se exporta, especialmente a Europa y los países árabes, según los últimos datos de Asoprovac.

Avance de la EHE

Según los últimos datos del Gobierno de Aragón, la enfermedad hemorrágica epizoótica –que no se transmite entre animales ni contagia a humanos– ha afectado a 73 explotaciones en las tres provincias, con mayor incidencia en el Sobrarbe oscense y el Matarraña turolense, que ha provocado la muerte de 39 animales. Pese a ello, Gracia señala que el avance de la enfermedad es "más moderado de lo que se esperaba en un principio" e incluso apunta que podría frenarse porque las temperaturas nocturnas comienzan ya a ser más frescas y vamos hacia una época del año más fría en la que se reduce la actividad del mosquito que se transmite.

No opina lo mismo Joaquín Gargallo, responsable del sector vacuno extensivo de UAGA y del vacuno de carne en COAG, que asegura que no se están declarando todos los casos porque el sector "no tiene la sensación de que la Administración es un aliado sino un enemigo".

El representante de la organización agraria reconoce que no están en peligro las ayudas de la PAC para los ganaderos que han sufrido bajas porque los censos se realizaron en junio, antes de que la enfermedad llegara a Aragón. Le preocupa, sin embargo, qué sucederá con los jóvenes de nueva incorporación. "En ese caso se trabaja con distintos requisitos y, de momento, no se sabe nada, por lo que hay miedo", advierte Gargallo.

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