Los vinos de la Denominación de Origen Calatayud -que se encuentra ahora en plena vendimia- continúan siendo aquellos caldos, esencialmente de garnacha, conocidos y reconocidos en más de 45 países de todo el mundo, hacia donde viaja más del 85% de la producción de la D. O. más joven de Aragón. Siguen siendo aquellos vinos elaborados con el fruto de un viñedo ‘extremo y en altura’ adaptado a terrenos áridos sin apenas precipitaciones, donde la cepa en la mayoría de las ocasiones dispone de poca tierra fértil para su desarrollo, al límite de cultivo, en alturas que superan los 1.000 metros. Pero ahora a partir de ahora llegarán al mercado presentándose como ‘ExcepcionalMente Diferentes’.

"Queríamos darle un aire fresco a nuestra imagen, pero no es un ruptura con lo anterior, sino una carta de presentación más moderna, jovial y dinámica", explica el presidente del consejo regulador, Miguel Arenas. Muestra de ello es el logo de la denominación, que aunque mantiene la imagen con la que se identificaba la D. O., luce ahora "un trazo más depurado".

A esta nueva carta de presentación le acompaña un anuncio que ya puede verse en varios soportes publicitarios. Rodado en varios lugares emblemáticos de Calatayud y Zaragoza como la Sierra de Armantes, las calles del Tubo y en el icónico bar El Real de la plaza del Pilar reconvertido en una tienda de época para la ocasión, el spot ha contado con la colaboración musical de Alex Ortega, la voz de Francesc Tamarite Molina -dos artistas zaragozanos conocidos en la escena nacional- con el que se quiere mostrar la "singularidad y diversidad que hace únicos y plurales y con una gran proyección internacional a los vinos de la Denominación de Origen Calatayud", explica su presidente.

Con esta nueva imagen, la denominación zaragozana tiene el objetivo bien centrado. Quiere conquistar los paladares de los jóvenes y, por supuesto, seguir avanzado por los mercados internacionales, que se han convertido ya en su principal y mayoritario cliente.

De hecho, la D. O. Calatayud pone ahora su foco hacia los países del Este. "Teníamos intención de intentar la penetración en Rusia, pero con la invasión de Ucrania se descartó dicha posibilidad", explica Arenas. Así que han cambiado su estrategia comercial y han puesto sus ojos en la República Checa, "un país que muestra mucho interés por los vinos de garnacha", detalla.

Para comenzar a dar los primeros pasos en ese mercado, los viñedos y bodegas de esta denominación recibieron recientemente la visita de cinco importadores checos que querían conocer de primera mano estos vinos de altura, de viñedo extremo y extremadamente diferentes. Una visita que el presidente de esta denominación de origen califica de "éxito" y que augura que "pronto va a dar sus frutos".