Los fallecidos en el trabajo aumentan un 53% y arrojan el peor dato en Aragón en 15 años
El repunte ha sido especialmente significativo en los meses de julio, agosto y septiembre.
Los 28 trabajadores muertos en Aragón este 2023 suponen ya cuatro más que en todo el 2022. Comparando las cifras de los dos años solo entre enero y agosto (hasta donde llegan los datos oficiales), han aumentado un 53%, de 15 a 23, según los sindicatos. Y además en septiembre la lista se engrosa con otros cinco.
Faltan tres meses para acabar el año, pero todo apunta a que 2023 arrojará la estadística más mortífera desde el 2009. Entonces hubo 36 víctimas. La crisis del ladrillo marcó el inicio del descenso y se llegó a 2013 con 17 fallecidos durante la jornada de trabajo.
Este lunes, UGT y CC. OO. se volverán a concentrar a las 11.00 en el
monumento a la Constitución de Zaragoza para reclamar soluciones urgentes que frenen esta sangría de muertes en el ámbito laboral.
Administración y sindicatos coinciden en la necesidad de activar un plan de choque para atajar las cifras de este año en el que el repunte ha sido especialmente significativo en julio, agosto y septiembre. Solo esta última semana hay que lamentar tres víctimas más.
"La mayor parte de los accidentes graves y mortales suceden en gente con poca experiencia y en pequeñas o muy pequeñas empresas, que son el 90% del tejido empresarial en Aragón. En pocas hay elecciones sindicales ni delegado de prevención, ni tiene la empresa recursos propios", señala Luis Clarimón, secretario regional de Salud Laboral de Comisiones Obreras, quien además destaca el dato de que Huesca y Teruel están entre las provincias españolas con mayor índice de siniestralidad.
Los sindicatos llevan años reclamando más recursos en la Inspección de Trabajo y en el Instituto de Seguridad y Salud Laboral (Issla) para llegar a los sectores con mayor siniestralidad. Otra propuesta es la de copiar la figura del delegado territorial implantado en Asturias, la Rioja y Navarra, indica Clarimón, equipos de técnicos de prevención de sindicatos y organizaciones empresariales encargados de hacer las visitas a pequeños centros de trabajo.
Él además lanza un mensaje ante la dramática situación que se está viviendo estos meses. "Si un trabajador ve que no hay un punto de anclaje o una línea de vida en un tejado se puede negar a subir, le ampara el artículo 21 de la ley", y en caso de despido, sería causa de nulidad.
"La realidad nos pone en contraposición a la norma y lo que debería ser su cumplimiento. Las caídas en altura, escenarios que se creían superados bajo la aplicación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de 1995, vuelven a aparecer, evidenciando la inexistencia de equipos de protección individuales y colectivos", coincide José de las Morenas, secretario de Política Industrial de UGT, quien recuerda además que en gran parte de los 11 accidentes mortales contabilizados en julio y agosto están presentes la subcontratación y la falta de medidas de protección.
A su juicio, se dan "incumplimientos flagrantes" de la normativa y por ello reclama que la seguridad laboral sea objetivo prioritario del conjunto de la sociedad y de los políticos. "Lamentablemente lo habitual no es actuar preventivamente sino cuando hay un accidente", asegura.
