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Dudas y atajos para sortear las obras en la rotonda de la carretera de Castellón en Zaragoza: "Podían haber empezado en verano"
Los usuarios de una de las entradas de la ciudad con más atascos empiezan un año de obras para la construcción de un paso subterráneo que agilice el tráfico y aumente la seguridad.
Las máquinas han comenzado a trabajar este lunes, 25 de septiembre, para construir un paso subterráneo bajo la rotonda de la carretera de Castellón que descongestione el tráfico y mejore la seguridad en una de las principales entradas a Zaragoza y de las que más volumen de vehículos soporta a diario, alrededor de 28.0000. Una obra esperada, retrasada y de gran envergadura que supondrá que durante un año esta arteria de la capital sufrirá cortes y desvíos. Los primeros conductores han vivido el inicio de las obras con muchas dudas sobre las afecciones.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), responsable de la obra, explica en el proyecto que se añadirá a la actual glorieta un paso inferior. En la práctica, esto permitirá que los coches que entren y salgan de la ciudad puedan hacerlo cruzando por él, sin tener que hacer el giro en la rotonda. El proyecto tiene un presupuesto de 19,83 millones de euros.
Desvíos previstos
Desde la Administración se han elaborado detallados mapas con las rutas alternativas, que se han ido difundiendo a través de los medios de comunicación, ayuntamientos y organizaciones empresariales, entre otras entidades. Asociaciones como la del polígono Empresarium han creado un canal de avisos en Telegram y cuentan con información en su web. Pese a ello, muchos usuarios de esta vía no tenían claro ayer qué estaba afectado por las obras y otros han utilizado caminos secundarios que desembocan en los polígonos.
"No han explicado mucho cómo va a ir. Solo sé que se puede ir recto y a la derecha", cuenta Roberto Navarro, sentado en la gasolinera BP a la salida de Zaragoza, mirando a la rotonda poco antes de las 8.00, hora anunciada como el inicio oficial de las obras, con el acceso a la Z-40 ya cortado para quienes entraban en la ciudad. Él no había tenido problemas en llegar. El tráfico ha sido fluido en las primeras horas de la mañana, en parte por el uso de 'atajos', además de las alternativas oficiales.
Roberto trabaja en el Parque Tecnológico del Reciclado (PTR) y normalmente sale de casa con tiempo, por lo que le da tiempo tomar un café. "Lo podían haber empezado en mayo y junio o en verano y con las vacaciones ya tenía que estar la mitad hecho", se queja su compañero Jon Vázquez. No era optimista con los plazos. "Han dicho un año, pues serán dos y medio", augura.
"Había mucha gente que no lo sabía", asegura Gerardo Pérez, que ha pasado las primeras horas de la mañana entre los desayunos y almuerzos de los clientes habituales de Casa Avellanas con medio siglo de historia. Se convertía también en punto de información de los conductores. "Nos preguntan mucho cómo va a quedar y por dónde se puede ir", explica.
Deja claro que las obras no afectan a su restaurante, situado junto a la gasolinera BP en sentido salida de la ciudad. "No nos afectan las obras, vamos a seguir abiertos como siempre", dice. La nueva señalización incluye una entrada especial para el bar y la estación de servicio. "Hoy ha sido un día normal, solo falta que la gente se acostumbre", espera.
"Menos tráfico que ningún día"
Entre los clientes, José Luis Lázaro y Olga Ramo, respectivamente, presidente y jefa de tráfico de la cooperativa de transporte Aratrans, toman un café porque también han llegado antes de hora. Se habían informado bien y habían salido antes de casa. "Vengo del Actur. Hemos salido antes por ser previsores, pero había menos tráfico que nunca", dice ella. En el café comentan las rutas alternativas y concluye que para llegar desde su casa vendría por el Tercer Cinturón (Z-30). "Hay menos tráfico que ningún día", confesaba sobre el movimiento a primera hora en la carretera de Castellón.
"¿Había follón?", pregunta al ver entrar un poco más tarde en el bar a Alberto Pueyo, un transportista de la cooperativa que se sienta con ellos con otro café. "Nada de nada", responde él. "Hoy mucha gente ha buscado rutas alterntivas", piensa Olga.
"En Zaragoza estamos mal acostumbrados porque para cruzar otras ciudades como París yo he estado horas", cuenta José Luis y asiente Alberto tras años detrás del volante de un camión. Los tres coinciden en que la obra era necesaria. "Ya tenían que haberla hecho cuando hicieron la Z-40", apunta José Luis, que desea que no se alargue más del año previsto.
Las primeras máquinas han comenzado a excavar en la rotonda. Otras aguardan en un aparcamiento de camiones cercano, el de la gasolinera que regenta la presidenta de la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Aragón (Aesar), Pilar Soto. "Nos han garantizado que vamos a tener acceso para poder desarrollar nuestra actividad con normalidad durante el tiempo que dure la obra", explica sobre las afecciones a su negocio. Seguir trabajando con normalidad era algo muy importante para la empresaria porque recuerda que "somos una pyme y tenemos puestos de trabajo". Durante la noche, los trabajos para delimitar la zona de obras abrieron una entrada y salida de la estación de servicio por la que pueden acceder coches y camiones.
No ha notado cambios en la clientela en la primera mañana de obras. Pese a las molestias que pueda haber durante la construcción asegura que "esta obra era necesaria, sobre todo, por temas de seguridad".
El tramo hasta la rotonda está señalizado como uno de los de mayor siniestralidad. El peligro se rebajará con el paso subterráneo. "Se va a ganar muchísimo en fluidez de tráfico", espera Carlos Marquino, presidente de la asociación de empresas del polígono Empresarium. "Es una obra imprescindible", cree. Desde junio han ido mandando recomendaciones a las empresas como compartir vehículo para ir a trabajar para reducir el flujo de vehículos.
Estos consejos los han enviado muchas empresas a sus trabajadores, como el caso de Saica. "La pasada semana se mandó una comunicación interna a todos los potencialmente afectados. En ella, se recordaba el inicio de las obras, se recomendaba planificar bien la ruta y recurrir, en la medida de lo posible, a acciones como el uso del transporte público, compartir coche, escalonar entradas y salidas, y en su caso teletrabajar", explican desde la compañía aragonesa, una de las grandes empresas de esa parte de la ciudad, con más de 800 trabajadores entre personal propio y de empresas externas en su planta de El Burgo de Ebro.
La compañía ha explicado a los trabajadores dónde recabar información actualizada sobre la evolución de los trabajos y ha insistido "en la necesidad de primar la seguridad para evitar accidentes", han apuntado fuentees de la empresa aragonesa.
Congestión en la rotonda de Veterinaria
A última hora de la mañana ha ido aumentando el tráfico con la salida de los trabajadores de las empresas de la zona, que circulaban con cuidado por la nueva zona de obras. El paso por la rotonda era más ágil que unos metros más adelante, en la glorieta situada a la altura de la Facultad de Veterinaria, hacia Cesáreo Alierta y el enlace con la Z-30.
"Cuando se inauguró la rotonda de la carretera de Castellón hace 16 años ya había atascos y aumentaron con los polígonos PTR y Empresarium", apunta el alcalde de La Cartuja, José María Lasaosa. "Es la única entrada a Zaragoza que tenía estas condiciones". A los conductores les pide "que tengan paciencia y precaución".
