El Gobierno aragonés contrata a 115 eventuales y faltan ocho altos cargos por designar

Nolasco elige como jefe de gabinete a Blanco Corredoira, un escritor madrileño que prologó uno de sus libros.

Tornos por los que acceden los empleados públicos a la sede de la DGA en el Pignatelli.
Tornos por los que acceden los empleados públicos a la sede de la DGA en el Pignatelli.
José Miguel Marco

Poco a poco se va completando la estructura orgánica del gobierno que preside Jorge Azcón. A falta de las últimas incorporaciones, al menos ocho altos cargos y varios asesores, el bipartito PP-Vox ha contratado a 115 trabajadores eventuales, personal de confianza en el que figuran los directores generales. Entre los últimos designados se encuentra el jefe de gabinete del Departamento de Desarrollo Territorial del vicepresidente Alejandro Nolasco, José María Blanco Corredoira, escritor madrileño que prologó su último libro, ‘Los últimos cincuenta de la División Azul’, y le acompañó en la presentación en Teruel.

Es, precisamente, la consejería de Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia, la que depende de Nolasco, una de las que tiene más cargos por asignar, al tratarse de un área de nueva creación. Incorporará un director general de Desarrollo Territorial y un par de asesores.

La estructura es similar en todas las consejerías. Cada departamento cuenta con un secretario general técnico, un jefe de gabinete, asesores, secretarios y en algunos, también chóferes.

Economía, Empleo e Industria, de la vicepresidenta segunda Mar Vaquero, es la que mayor estructura tiene porque, al asumir la portavocía, incluye todos los puestos de comunicación. Al frente del gabinete hay un director, 20 asesores de medios de comunicación, una coordinadora de redes sociales, un director de identidad corporativa y un subdirector. La estructura de la consejería se completa con un director de Trabajo, cinco directores generales y dos asesoras. Continúan vacantes dos puestos de relevancia, los de los directores del Instituto Aragonés de Empleo y del Instituto Aragonés de Fomento (IAF).

Algo similar ocurre con la consejería de Presidencia, la de Tomasa Hernández Martín, en la que se han integrado desarrollo estatutario y cultura, y los cuatro expertos en protocolo. Se mantienen aún en su puesto el delegado de Teruel y el director general de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión (CARTV), y está vacante la plaza de director de la Oficina del Gobierno de Aragón ante la Unión Europea, que tiene asignado un salario de 94.000 euros al año, por encima del que tenía Javier Lambán como presidente de la DGA, 93.221 euros.

No hay vacantes de altos cargos en Sanidad, y en Bienestar Social y Familias solo falta escoger al director general de Igualdad de Oportunidades. En Educación está pendiente de asignación el director de la Agencia de Calidad y Prospectiva Universitaria de Aragón (ACPUA), en Fomento continúa por ahora Carmelo Bosque en Urbanismo, como ocurre con Francisco Pozuelo en Hacienda al frente de Tributos.

Faltan aún por adjudicar plazas relevantes en la estructura orgánica, como el director general de Financiación y Fondos Europeos y el responsable del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga). En lo que al personal eventual se refiere, ya están contratados los conductores de la Presidencia del Gobierno y Educación.

El PAR y Aragoneses

El centro político aragonesista en diversas facciones ha conseguido varios altos cargos, tanto a través del PAR como de Aragoneses, de Elena Allué. Con "escepticismo" se ha tomado Clemente Sánchez Garnica, presidente del PAR, que Xavier de Pedro, que ha judicializado su partido, se vaya a incorporar al Consejo Consultivo. Regresar a la Fundación Santa María de Albarracín es, en su opinión, el caramelo que le han dado a José Ángel Biel.

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