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Teniente del Grupo 43: "Nos esperábamos lo peor en incendios este año y se frenaron por las lluvias de junio"

El oficial David Ropero del Ejército del Aire detalla que mantendran un avión contraincendios en la Base de Zaragoza hasta el 15 de septiembre.

Un avión contraincendios del Grupo 43 de la Base de Zaragoza destinado en el reciente incendio de Tenerife.
Un avión contraincendios del Grupo 43 de la Base de Zaragoza destinado en el reciente incendio de Tenerife.
Grupo 43

España ha sufrido este año incendios forestales que han quemado más de 80.000 hectáreas en los 6.205 siniestros que se acumulan en 2023 (18 de ellos grandes, al afectar a más de 500 hectáreas). El peor fuego ha sido el último que se ha producido en Tenerife, que empezó el pasado 15 de agosto y sigue sin darse por controlado: afecta a una extensión que ronda las 14.700 hectáreas y un perímetro de 90 kilómetros. 

El teniente David Ropero, responsable del Grupo 43 del Ejército del Aire desplegado este verano en la Base Aérea de Zaragoza, ha participado en el operativo para sofocar el incendio de Tenerife y en otros puntos de Canarias. Aunque destaca la gravedad que vivieron en la isla tinerfeña, y las dificultades que sufrían para cargar el agua en el puerto de la capital, el oficial hace un balance de la campaña (de junio a septiembre) y considera que las lluvias iniciales caidas en junio ayudaron a superar el calor vivido en las Islas Canarias.

Este verano ha sido más tranquilo que el del año pasado, pero no solo aquí en Aragón sino en todo el país. Hemos tenido pocas actuaciones, bueno si se compara con el año pasado”, señala el oficial. A mediados de julio, actuaron en Olloki (Navarra) y también intervinieron antes del verano en Mequinenza (Zaragoza).

El Ejército del Aire ha llevado a la capital aragonesa en estos meses dos aviones y mueve a unos 22 militares (cada uno tiene dos tripulaciones de seis personas, dos mecánicos y dos de personal de tierra), pero en esta última quincena va a reducirlo a una aeronave.

 “Venimos aquí para estar más cerca de los lugares de los incendios y actuar más rápidamente. Pero nos llevaron a Tenerife para ayudar a otros compañeros que ya llevaban cinco días operando, que fueron los más duros, y fuimos porque se les iba de las manos”, explica el teniente Ropero.

Un avión del Grupo 43 de la base de Zaragoza carga agua en el puerto de Tenerife, en el reciente incendio.
Un avión del Grupo 43 de la base de Zaragoza carga agua en el puerto de Tenerife, en el reciente incendio.
Grupo 43

La mayoría de los efectivos del Grupo 43, que están desplegados en varias bases de toda España, han coincidido en su valoración de que se ha ayudado a sobrellevarlo mejor la situación por “las lluvias de junio” y “unas temperaturas de este verano que no han sido excesivas, aunque hubo dos olas de calor” frente a las del año pasado.

Después del verano pasado se adoptaron medidas para que no volvieran a suceder y ha habido más medios implicados”, reconoce el teniente David Ropero. De hecho, indica que se han frenado antes los pequeños incendios para evitar que se les fuera de las manos como en 2022. En la temporada anterior, los oficiales del Grupo 43 recuerdan que el fuego declarado en el Moncayo y la comarca de Tarazona (con 6.000 hectáreas) en agosto de 2022 les llevó a trabajar en “condiciones muy complicadas, por las turbulencias y vientos”.

Fuegos en marzo y abril 

Este año, el Gobierno de Aragón activó el plan de prevención de incendios en mayo,un mes y medio antes de otras temporadas, con 1.300 personas implicadas, 57 cuadrillas terrestres y ocho helitransportadas. Aun así, en Mequinenza se declaró un fuego de 600 hectáreas a mediados del mes de abril.

Foto de la extinción del incendio del Moncayo, en La Muela de Borja, el pasado 15 de agosto
Foto de la extinción del incendio del Moncayo, en La Muela de Borja, el pasado 15 de agosto
José Miguel Marco

“Nosotros actuamos en un fuego de Castellón a finales de marzo, con cuatro aviones en invierno, que es un gran desplegable, y pensábamos que íbamos a empezar la campaña del verano. Nos esperábamos lo peor, pero al final se quedó más tranquila y que siga así”, reconoce el oficial.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, acudió el pasado 11 de agosto a visitar a los efectivos del Grupo 43 (el mismo día que acudió a la Academia General Militar y al Hospital Militar) para supervisar la campaña contraincendios. El coronel Miguel Fulgencio le transmitió que, “afortunadamente”, 2023 se parece muy poco a la del “dramático” verano de 2022, que “fue el peor de la historia en 50 años” al haberse declarado más incendios que nunca con 132 en España.

“La ministra es bastante cercana y ya nos ha visitado varias veces para estar al tanto de nuestra operación. Vino a ver cómo estaban las cosas y agradecer nuestra labor, que no está de más”, reconoce el teniente Ropero.

Ocho destacamentos por España 

El Grupo 43 cuenta con 150 efectivos y su sede principal está en Torrejón (Madrid), pero en verano suelen rotar en agosto para repartirse por quincenas entre los diferentes destacamentos (Zaragoza, Mallorca, Albacete, Málaga, Badajoz, Salamanca y Santiago de Compostela). “Toda la Península tiene un avión de los nuestros cerca para que pueda actuar rápidamente y estar alerta”, señala el oficial.

La Armada tiene cubierta una tripulación por cada aeronave (piloto, copiloto y mecánico de vuelo, arriba, y un personal de vuelo y otro de tierra). Desde que reciben el aviso tienen un plazo de una hora para reaccionar, pero ya suelen estar volando entre 30 y 40 minutos después de la llamada.

Respecto al incendio más duro al que se han enfrentado en esta temporada ha sido el de Tenerife, el teniente David Ropero menciona que trabajar en las Islas Canarias “es más difícil” que el resto de la Península Ibérica “porque allí no hay embalses, que es nuestro punto de carga de agua preferido antes que el mar por el efecto del oleaje” y tienen que cargar en los puertos, que ofrecen protección al movimiento de las olas, y tenían que sobrepasar los edificios de la ciudad de Tenerife.

 “La zona del incendio era muy amplia y la coordinación de medios era complicada porque había varios medios aéreos, helicópteros que entran en lugares donde no podemos y otros aviones, trabajando con nosotros. Fue una labor efectiva y todos tienen su labor”, recalca el oficial.

Otros de los compañeros con quienes se forman durante el año son los batallones de la Unidad Militar de Emergencias (UME), desplegados en la Base de Zaragoza y en la de Torrejón, con los que suelen realizar ejercicios conjuntos en invierno para preparar su respuesta ante los incendios reales.

Cualquier predicción de temperaturas en los meses de verano es complicado para los militares destinados en los aviones antiincendios del grupo 43, al haber visto que en 2022 vivieron “terrible, desde el principio hasta el final”, según el teniente Ropero, pero “en 2023, nos esperábamos lo peor y ha sido más tranquilo”.

 “Eso no quiere decir que siga así o se desmadre porque hay factores que no se pueden controlar y seguiremos atentos hasta el final (de la campaña) por si pasa algo. En Zaragoza estaremos hasta la primera quincena de septiembre, pero siempre hay dos aviones en alerta en la Base de Torrejón que cubren toda la Península”, concluye.

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