Las familias del María Zambrano alzan la voz: "Hay que hacer algo para empezar el curso, pero esto aquí no puede estar"

No se sienten tranquilos con las medidas de protección propuestas por el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza, y reiteran la necesidad de trasladar el centro.

Cinco se las familias afectadas frente a las puertas del colegio María Zambrano.
Cinco se las familias afectadas frente a las puertas del colegio María Zambrano.
Toni Galán

Mientras los niños del María Zambrano del barrio de Parque Venecia de Zaragoza juegan entre los pinos que rodean su colegio, los padres y madres observan la construcción del muro de contención preocupados. Su objetivo es proteger el centro educativo en el caso de que ocurra algo similar a las terribles lluvias del pasado 6 de julio, así como tranquilizar a las familias de los escolares. "Este muro me parece de risa", declara, sin embargo, uno de los padres, cuya hija comienza en unos días 2º de primaria en este colegio. El resto tampoco está muy convencido. Consideran que es demasiado bajo para ser una medida eficaz y, pese a que confiesan que desconocen lo largo que va a ser una vez acabado, no comprenden por qué no cubre el edificio de primaria.

A sus ojos, las medidas de protección no son suficientes. Una de las madres sugiere dejar el edificio de primaria, que les aporta más tranquilidad al contar con más plantas, y mover a los niños de infantil a unos barracones. Sin embargo, otra madre dice estar "harta de barracones" y considera que lo mejor sería evacuar a los menores cada vez que haya alerta de lluvia. No obstante, son conscientes de que esa no es una solución viable: "Es que aunque nos avisen no da tiempo". Todavía recuerdan lo rápido que subió el nivel del agua: "Es que vino de repente, es que ya no llovía".

Nadie quiere cargar con una tragedia a sus espaldas

Tampoco tienen confianza en un plan de evacuación de emergencia, ya que consideran que "no da tiempo". Resaltan, además, que los pequeños de infantil pueden ser más complicados de manejar en caso de peligro. Destacan también el granizo previo a la riada y el riesgo que supondría vaciar el edificio en esas condiciones.

La única solución real que se les ocurre es trasladar el centro a una ubicación fuera del cauce del barranco, pero saben que es un objetivo imposible de cumplir a corto plazo. De los cuatro años que los niños llevan matriculados en el CEIP María Zambrano, aseguran, este es el primero en el que han contado con edificio propio. Hasta septiembre de 2022, los menores tenían que acudir a otros centros más alejados o se quedaban en barracones provisionales. "Sabemos lo que es empezar un colegio de cero", afirman. Recuerdan la lucha por el María Zambrano, una madre incluso comenta que ‘Primaria urgente, licitación’ fue la primera canción que aprendió su hijo. Por ello, y pese a sus reticencias, aceptan que los niños deben comenzar el nuevo curso en el mismo edificio, al menos de forma temporal: "Hay que hacer algo para empezar el curso, pero esto aquí no puede estar".

Las familias comentan la situación del colegio mientras los niños juegan.
Las familias comentan la situación del colegio mientras los niños juegan.
Toni Galán

Aseguran que no eran conscientes de que el centro estaba situado en un barranco, aunque recuerdan que los mayores del barrio protestaron cuando se instaló la Policía. Recuerdan que lo único que pensaron al saber la noticia es que "el entorno era bonito". "Confiamos en que sabían dónde ponían el colegio", razonan. Ante las circunstancias actuales, algunos progenitores han cambiado a sus hijos de escuela, y otros lo han intentado sin éxito. "Una vez que se sabe que está en el cauce de un barranco, no hay medida posible que calme a los padres", lamentan.

Otros, no obstante, han decidido mantener a sus pequeños en el colegio. "Nadie quiere cargar con una tragedia a sus espaldas", razonan. Destacan el cariño que sus hijos le tienen al María Zambrano. "Mi hija quiso venir a limpiar el colegio con unas botas de agua", comenta entre risas una madre. Pese a sus vacilaciones respecto a la seguridad del edificio, quieren "confiar" en los poderes públicos.

Lucha por la secundaria

Otra de sus preocupaciones es una futura escuela secundaria. Aseguran que la única alternativa que se les ha ofrecido para mover el centro es en una de las plazas del barrio y que no hay más espacio disponible para un centro de ese tamaño. "Si ahora nos hacen otro colegio de Primaria e Infantil, es que para el de Secundaria nos va a pasar lo mismo", lamenta una de las madres.

El instituto más cercano, detallan, se encuentra en construcción, por lo que "no es una opción". El otro centro menos alejado sería el IES José Manuel Blecua. Temen que haya masificación cuando sus hijos finalicen primaria. "Ahora tocaba luchar por conseguir Secundaria", lamentan.

El Justicia de Aragón se ha posicionado con las familias afectadas y ha defendido la necesidad de trasladar el colegio María Zambrano a una localización más segura. Ellas, por su parte, van a seguir protestando y organizándose hasta que se cierre la reubicación. No quieren que su lucha sea en vano: "Da un poco de miedo que esto quede en el olvido".

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