política
El nuevo Gobierno de Aragón toma posesión con el objetivo de lograr "un crecimiento social y económico"
El presidente Azcón les pide trabajar con "exigencia, inteligencia, discreción y prudencia".
Aragón estrenó este sábado su Gobierno y lo hizo con la tradicional toma de posesión de los diez consejeros, que iniciaron esta nueva andadura con el objetivo de "mejorar la vida de los aragoneses" y lograr avances hacia el "crecimiento social y económico" de la Comunidad. El presidente Jorge Azcón les animó a hacerlo, parafraseando a Baltasar Gracián, con "exigencia, inteligencia, discreción y prudencia", al tiempo que les recordó que las cosas solo salen bien con "trabajo, trabajo y trabajo". "Solo así estaremos a la altura de lo que demandan los aragoneses", recalcó en su discurso.
Ante alrededor de 200 personas, los nuevos consejeros cumplieron el guion y juraron su cargo en la Sala de la Corona del Pignatelli. Solo lo prometió Roberto Bermúdez de Castro, al igual que hizo cuando entró en el Gobierno de Luisa Fernanda Rudi como titular de Presidencia y Justicia. Ahora estará al frente de Hacienda y Administración Pública. Se puso así el broche final a unas "trepidantes" jornadas repletas de "política, debate y discursos", que además se celebraron, como bien reconoció el propio presidente, en unas "fechas inusuales".
En este evento de poco más de media hora de duración y que supuso la puesta de largo del Ejecutivo, Azcón quiso poner el foco en los hechos, porque lo que hagan o dejen de hacer será por lo que dejará "huella" en la sociedad y por lo que los aragoneses juzgarán su "labor al frente del Gobierno". "Es un día lleno de ilusiones, expectativas y esperanzas, pero también es el día de sentir el peso de la responsabilidad que debe guiar vuestros pasos", apuntó.
En esta nueva etapa, apostó por que cada medida "resuelva un problema" y busque "aumentar el bienestar de las familias", además de "ofrecer más oportunidades". Todo ello con la máxima de alcanzar un "Aragón más libre, más justo y más solidario".
En el camino, reconoció que se podrán equivocar, pero aseguró que si ocurre, lo explicarán y rectificarán. "Como dicen los buenos entrenadores de fútbol, se puede fallar, pero nunca se pueden bajar los brazos", apostilló.
En un mismo sentido se manifestó la nueva portavoz del Ejecutivo, Mar Vaquero, quien detalló que van a dedicar "trabajo, esfuerzo y mucho compromiso" para ser "leales" y "transparentes" con los aragoneses. En su intención de "transformar Aragón" tiene especial peso la mejora de los servicios públicos, la cual hará que "los ciudadanos puedan tener una vida más fácil"; y las rebajas fiscales para "incentivar la actividad económica y el empleo". La también vicepresidenta segunda y consejera de Economía agradeció al ejecutivo saliente, el presidido por el socialista Javier Lambán, la "lealtad, responsabilidad y cordialidad" con la que se ha producido el traspaso de poderes.
Menos paridad
En la tradicional foto de familia se pudo ver un Gobierno bastante similar al anterior. Ambos contaban con diez consejerías, con la peculiaridad de que Azcón tendrá dos vicepresidentes en lugar de uno. Y aunque no hay diferencias en cuanto a la edad –los dos oscilaban, en el momento de la toma de posesión, los 55 años de media–, sí que existen en la paridad. El actual cuenta con solo cuatro consejeras en lugar de las cinco anteriores. No obstante, mejora el planteamiento hecho en su día por Rudi, en el que de los nueve departamentos solo había uno dirigido por una mujer. Fue Dolores Serrat, quien estuvo al frente de Educación.
Precisamente esta fue una de las cuestiones que criticó el secretario de Organización del PSOE aragonés, Darío Villagrasa, quien también puso el foco en la "brevedad" y "carencia de competencias" de algunas consejerías. "Esto parece un puzle en el que faltan algunas piezas u otras no encajan", subrayó para a renglón seguido admitir que "habrá que esperar a la toma de conocimiento y a esos primeros días del Ejecutivo" para valorar realmente esta composición.
