Aprender español en Jaca: "En septiembre empiezo a enseñarlo en Corea"

Comparten el empeño de volver a casa nadando con soltura en la lengua española. Son los estudiantes de los cursos más internacionales del verano.

Alumnos y alumnas de los cursos de verano de Español como Lengua Extranjera que se celebran en Jaca
Alumnos y alumnas de los cursos de verano de Español como Lengua Extranjera que se celebran en Jaca
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Este mes de agosto la palabra ‘Jaca’ se pronuncia con muy distintos acentos. Los de los estudiantes que aprenden nuestro idioma y afinan su pronunciación en los cursos de verano de Español como Lengua Extranjera que, nada menos que desde 1927, organiza la Universidad de Zaragoza en la capital de la Jacetania. Una veintena de nacionalidades conviven estos días en las aulas y fuera de ellas. "La mayoría de los estudiantes proceden de China y Estados Unidos, pero también de Alemania, Bélgica, Italia, Francia, Lituania, Polonia, Reino Unido, República Checa, Corea, Afganistán, Indonesia, Japón…", detalla el director de estos cursos, Vicente Lagüéns. Buena parte de ellos repite, pero no por haber suspendido el curso anterior, sino para volver a disfrutar de la experiencia.

"¿Qué quiere decir ‘laminero’?", le preguntó hace unos días una estudiante de estos cursos. Lo había escuchado en las pastelerías de Jaca, llenas de delicias para los más golosos y, como otras palabras propias de la manera de hablar el español en Aragón, llamó su atención. Ocurre que, cuando suena el timbre en el aula de los cursos de verano, la clase de español continúa. En las actividades y visitas culturales programadas y también en cada minuto desde que los alumnos y alumnas se levantan y desayunan, la mayoría en la Residencia Universitaria donde se alojan. "Están en inmersión total". Llegan con el español formal que han aprendido en sus países de origen y, en las calles de Jaca, se encuentran con el español coloquial que se habla en el día a día o, leyendo un periódico, se topan con términos como ‘rasmia’ o expresiones como ‘no reblar’, que les sorprenden, las anotan y preguntan a sus profesores. Al final, de tanto oír el sufijo ‘-ico’, "en algunas grabaciones, incluso se puede escuchar cómo algunos de ellos terminan haciendo uso de él: les llama la atención y lo hacen suyo", destaca Lagüéns.

El español resuena en el mundo

Es la segunda lengua materna del planeta por número de hablantes (más de 496 millones), tras el chino mandarín. La cuarta –después del inglés, el chino mandarín y el hindi– si, en el cómputo, a los hablantes nativos les sumamos aquellos que saben algo de español, con limitaciones, y quienes se aplican a aprenderlo.

¿Cuánta gente estudia español? ¿Y por qué lo hacen? Según el último informe ‘El español: una lengua viva’, se estima que son casi 24 millones los alumnos que estudiaron español como lengua extranjera en el año 2022. El estudio, recogido en el Anuario del Instituto Cervantes, ‘El español en el mundo’, incluye todos los niveles de enseñanza, también la no reglada, pero se cree que son muchos más, pues un número considerable de alumnos de español, por ejemplo en centros de enseñanza privada, escapan del recuento.

La Universidad de Zaragoza ofrece cursos de español de septiembre a junio en los que se matricula "alumnado de 60 nacionalidades, con presencia mayoritaria de estudiantes chinos y también, por supuesto, de Alemania, Reino Unido, Italia, Francia, Estados Unidos, así como muchos del Norte de África, sobre todo marroquíes y argelinos", enumera Vicente Lagüéns. En los últimos años, se ha recibido a numerosos estudiantes de Brasil y, desde el inicio de la guerra, de Ucrania. "Si sumamos los cursos de Zaragoza y los de verano en Jaca, alcanzamos en total más de 1.200 matrículas". En la sede altoaragonesa se suele llegar a las 200, una cifra que a día de hoy no está cerrada porque se encuentra abierto el plazo de matrícula de los cursos de la segunda quincena y, desde la pandemia, "la gente cada vez se matricula más tarde".

En una proporción aproximada de 60-40, en clase predominan las mujeres. La franja de edad más representada: entre 20 y 30 años, con perfil universitario, aunque a los cursos estivales suelen apuntarse también personas mayores de 50 o 60 años, "e incluso de 70 años". A su director le gusta dar "un dato que habla bien de estos cursos: muchos estudiantes repiten". En los niveles más altos de enseñanza, "una buena parte ha venido entre tres y seis veces a Jaca. Hay un estudiante americano que va por la sexta, y tiene menos de 30 años". Christopher Salazar, estadounidense, acude por tercera vez este 2023: "Vine por primera vez en 2015 y este es mi tercer año consecutivo. Es un ambiente genial para aprender y practicar español, pero también para experimentar la vida en España", comenta.

Porque, además de esforzarse en el aula para usar acertadamente los verbos ser y estar o los distintos tiempos del pasado, pronunciar bien la jota y atinar con las preposiciones por y para, el ambiente internacional, relajado y divertido, forma parte del programa. El pasado miércoles visitaron San Juan de la Peña y, el anterior domingo, "un grupo aguerrido se animó a subir a la peña Oroel", relata Lagüéns, quien valora que compartir actividades culturales y deportivas propicia la convivencia y se forman grupos muy activos y participativos. Además, la mayor parte del alumnado se aloja en la Residencia Universitaria de Jaca, lo cual favorece ese clima intercultural durante un mes o 15 días. "De aquí han salido grandes amigos y bastantes parejas: este año ha venido un estudiante de EE. UU., mayor, que conoció en Jaca a la que hoy es su mujer", señala. Un grupo de estudiantes americanos, belgas y españoles que se conocieron hace dos años han llegado este agosto a la ciudad altoaragonesa tras viajar juntos por Bélgica y Francia: "Quedaron en Bruselas, se alquilaron un coche y se vinieron hacia aquí".

Proyección internacional

Hoy en día, el inglés es la lengua franca mundial por excelencia, pero "la combinación lingüística inglés-español es la que proporciona una mayor proyección internacional", sentencia el informe ‘El español: una lengua viva’ 2022. Se calcula que el español es el cuarto idioma más estudiado como lengua extranjera, por detrás del francés y del chino mandarín, y a gran distancia del inglés.

El mapamundi del estudio de español como lengua extranjera está muy concentrado geográficamente. Se estudia español en 111 países, pero el 81% de los estudiantes se reparten entre Estados Unidos, la Unión Europea y Brasil. El estudio de español tiene también gran relevancia en el Reino Unido y algunos países del África Subsahariana, especialmente en aquellos donde se habla francés, como Costa de Marfil, Benín, Senegal, Camerún, Gabón o Guinea Ecuatorial.

Profundizando en los datos, hallamos que casi el 40% de los alumnos de español se encuentran en países donde el inglés es lengua oficial o cooficial. Concretamente, el interés por aprender español es especialmente intenso en Estados Unidos –con una importante comunidad hispanohablante– y Reino Unido. Y avanza con paso firme en países como Canadá, Irlanda, Australia y Nueva Zelanda. La creciente demanda está desplazando paulatinamente a la del francés. Este auge se explica por la percepción de que la combinación lingüística inglés-español es la que proporciona una mayor proyección internacional. No en vano, el español es el tercer idioma más usado en la ONU y el cuarto en la Unión Europea.

Ocho millones de estudiantes norteamericanos se matriculan cada año en cursos de español. En el caso de Reino Unido, el informe explica que "el español también es percibido como la lengua más importante para el futuro. La proyección internacional del español, el elevado número de británicos que viajan a España y la imagen del español como un idioma que facilita el acceso al mercado laboral de los jóvenes y favorece la actividad comercial y empresarial explican en parte esta popularidad".

Entre las razones que dan en las encuestas los estudiantes extranjeros que vienen a Aragón a aprender español también se lee la potencia de la cultura española –de la literatura a la música más de moda actualmente o el flamenco–, pero sorprende encontrar también el fútbol. "El deporte español cautiva a muchos extranjeros, las grandes figuras del tenis, los deportes de motor... –recuerda Lagüéns– y las radionovelas, tanto españolas como dobladas al español, les atraen también muchísimo".

La inmersión cultural está garantizada a través de las actividades complementarias a las clases. "Visitan la catedral y el museo diocesano, hacemos un tramo del Camino de Santiago, preguntan mucho por la estación de Canfranc –apunta– y conocen valles pirenaicos como los de Ansó y Hecho, donde precisamente nació Domingo Miral, fundador de los cursos de verano". Fue en 1927, lo que los convierte en los más antiguos de España. Por ellos han pasado profesores de la talla de Manuel Alvar, Fernando Lázaro Carreter o Tomás Buesa. A su primera edición concurrieron 19 alumnos, casi todos ingleses; en 1930 ya eran más de cien, de ocho nacionalidades diferentes.

Inmersión asegurada

Simultáneamente a los cursos de Español para Extranjeros, se instruye también a profesores de español. Suelen ser estudiantes de Filología españoles, pero este año hay varios italianos y una estudiante coreana. Esta infiltración de alumnado hispanohablante asegura que, también en los descansos o en el tiempo de ocio, solo se oiga hablar español, en una práctica lingüística continua entre alumnos españoles y extranjeros que, con tanta interacción, se sueltan a hablar sí o sí.

Esta formación para docentes, que cuenta con el reconocimiento del Instituto Cervantes, consta de una línea de iniciación y otra especializada. Los programas abordan todos los vericuetos de la enseñanza del español como segunda lengua, ya sean los escollos gramaticales más frecuentes o cómo enseñar a pronunciar y a entender el español coloquial de distintas partes de España. 

Más allá de la formación pedagógica o lingüística, "la enseñanza de español como lengua adicional requiere de profesores con formación interdisciplinar", indica Nuria Vaquero, profesora del Instituto Cervantes que imparte el módulo dedicado a cómo ‘Enseñar español a personas en riesgo de exclusión’. Para atender a refugiados y solicitantes de asilo, así como a migrantes económicos, "una sociedad inclusiva ha de contar con profesores especializados que sean capaces de desarrollar para las entidades en las que prestan su labor programas de español desde la perspectiva de los derechos humanos, que involucren no solo a los aprendientes, sino también a la comunidad de acogida", considera. Para, finalmente, integrar a estas personas, desde las lenguas.

Aprender jugando

Los métodos para enseñar idiomas han cambiado mucho en estos 96 años. Lagüéns recuerda cómo, en los años ochenta, "prácticamente no había libros de español para extranjeros y los profesores teníamos que suplir la falta de materiales creando ejercicios propios". Actualmente, además de los métodos de lingüística cognitiva, las TIC han entrado en el aula y se ve venir la inteligencia artificial (IA). La lingüista de la Universidad de Zaragoza Mamen Horno destaca cómo aplicaciones de gamificación como EducaPlay pueden conseguir que repetir y repasar para fijar vocabulario sea divertido. Creando sopas de letras, ruedas, adivinanzas... "haces que la memorización sea más fácil que con la simple repetición machacona que hacíamos antes". Respecto a la IA, cree que "una cosa maravillosa que tienen los profesores de idiomas es que se llevan todo a clase y la IA no podría ser menos. Desde utilizar Chatbox para que conversen los estudiantes hasta usarla para diseñar actividades de aprendizaje adaptativo a lo que va necesitando el alumno".

Florian Pitance, procedente de Bélgica, cursa el nivel más alto de español, el C1.
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Florian Pitance: "Estoy de vacaciones y a la vez mejoro mi español"

Pasar unas vacaciones en un entorno único, los Pirineos, y a la vez aprender español. Es el plan de Florian Pitance, de Bélgica. Le encanta porque, al mismo tiempo que disfruta del entorno, mejora su español. Hace tres años que no falta a esta cita veraniega, de la que destaca la convivencia con gente de varios países y edades diferentes, "una experiencia intercultural". Al final, "es casi como una pequeña familia, nos ayudamos a mejorar, estamos viviendo y comiendo juntos y estudiando". No tiene una razón profesional para aprender español, simplemente "el placer de aprender una lengua nueva y tener la posibilidad de intercambiar y hablar con otra gente".

La alumna francesa Sonia Szolyga, en los jardines de la Residencia Universitaria de Jaca
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Sonia Szolyga: "Es mi primer año, pero volveré, me está gustando mucho"

Hace ya unos cuantos años, en 1984, que una amiga suya, profesora de español en Francia, le habló de los cursos de Jaca a Sonia Szolyga, que por fin se ha decidido a venir. No necesita el español para su trabajo, pero le gusta y lo estudia ella sola, a través de películas y de internet, "en un sitio que se llama ‘Español con Juan’". Tiene muchas palabras en la cabeza, la gramática, conjugaciones..., "pero en Francia no tengo la oportunidad de hablar español, así que fue otra de las razones para inscribirme". Es su primer año, pero tiene clarísimo que volverá porque "me está gustando mucho. Si lo hubiera sabido antes hubiera estado todo el mes", asegura.

Lukasz Kluczny, nacido en Polonia y residente en Alemania, es un apasionado de los idiomas.
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Lukasz Kluczny: "Es mi cuarta vez, este año he venido con mi hijo mayor"

Lukasz Kluczny es de Polonia, aunque vive desde hace 25 en Alemania, y por cuarta vez acude a los cursos de español de Jaca. Su nivel ya es el más alto, el C1, y habla bastante bien el idioma, pero su idea es seguir volviendo porque, según él, merece mucho la pena. Aprende diferentes idiomas en su tiempo libre "y el español, como lengua mundial, es muy útil, además de contener elementos que puedes encontrar en otras lenguas", explica. Habla cuatro idiomas. Su primer contacto con Jaca fue en 2008 y, aunque no ha acudido en años consecutivos, ahora que sus hijos son más mayores "he vuelto con uno de ellos, que también está aprendiendo español"

Kim Heejung se estrenará como profesora de español en la Universidad de Seúl en septiembre.
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Kim Heejung: "En septiembre empiezo a enseñar español en Corea"

La coreana Kim Heejung comenzará a impartir clases de español en la Universidad de Seúl en septiembre. Por eso está en el curso de formación de profesores de Jaca. Hizo un máster hace 9 años en Zaragoza y conoce bien Aragón. "Hago este curso para ir un poco más preparada", dice. Nunca ha impartido clases en la universidad y reconoce que le está proporcionando "mucha información", además de estar aprendiendo cómo organizar una clase o tratar a los alumnos. "Hablo español desde hace muchos años, pero enseñar es otra cosa", asegura. En su país este idioma interesa "sobre todo por viajes y negocios con Latinoamérica".

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