'Guerra de sombrillas' en La Pineda: "Han retirado las hamacas que no tenían dueño"

Fuentes del Ayuntamiento corroboran que realizan actuaciones "puntuales" para evitar la reserva de espacio públicos "por la buena convivencia" en el municipio.

En la playa de La Pineda hubo que madrugar este viernes 12 de agosto para coger primera línea.
Playa de La Pineda, en pleno agosto
Mercé Veciana

El reloj marca las 7.00. Varios bañistas colocan las sombrillas y hamacas en primera línea de la playa de localidad tarraconense de La Pineda, en la Costa Dorada. Después de 'reservar' el lugar más privilegiado, vuelven a su casa. Preparan la comida, atienden a sus familiares y aprovechan también para hacer otras tareas del hogar. Después, a media mañana, vuelven a bajar a la playa y sus enseres siguen estando en el mismo lugar donde los dejaron horas antes.

Suena rutinario y lo era. También lo era el enfado de los veraneantes que llegaban a la orilla a las 9.00 de la mañana y no encontraban ni un hueco en primera línea. No solo no había espacio para instalarse en el mejor sitio sino que a los pies de las olas no había ni un alma, solo hamacas y sombrillas. 

Hasta ahora, la ya conocida como 'la guerra de las sombrillas' estaba en ebullición constante. Este verano -aunque en anteriores ya se han tomado acciones informativas-, aquellos bañistas de las 7.00 de la mañana ya no 'campan' con tranquilidad ya que ahora es posible que lleguen y no encuentren su sombrilla, y tampoco sus hamacas.

Según explican desde el Ayuntamiento de Vilaseca -al que pertenece La Pineda-, "de acuerdo con el plan de usos y servicios de playas, no está permitida la instalación de elementos como sombrillas, sillas o toallas, cuando no se encuentren presentes sus propietarios". Fuentes del Consistorio corroboran que realizan actuaciones "puntuales" para evitar la reserva de espacio públicos "por la buena convivencia" en el municipio

Este martes a primera hora, Mari Alonso y su hija, ambas zaragozanas que cuentan con una segunda residencia en La Pineda, estaban paseando por la playa cuando se toparon con una acción del Ayuntamiento para evitar la 'operación hamaca'. "Hemos visto a la Policía y a un tractor recogiendo las hamacas y sombrillas que había sin dueño y sacándolas de la playa", reconoce Alonso. 

"Hay quienes no solo ponen sus cosas sino también las de sus vecinos, familiares y amigos"

"Me parece perfecto que retiren las sombrillas que se colocan a primera hora de la mañana. Hay muchos que bajan a las 7, ponen los bártulos y luego no vuelven a aparecer hasta media mañana", asegura Mari Alonso, que veranea desde hace varias décadas en esta localidad.

Esta opinión la comparten, según explica Susana Marcos, dueña de Tropic, una de los restaurantes situados en el paseo marítimo, la mayoría de veraneantes, "a excepción de los que colocan las sombrillas a primera hora". "Todos pensamos igual. La gente se mosquea mucho porque es algo que siempre ha pasado, pero que cada vez sucede más. Hay quienes no solo ponen sus cosas sino también las de sus vecinos, familiares y amigos. La acción del Ayuntamiento de retirar los enseres de los que no están en la playa está siendo muy aplaudida por la mayoría de vecinos", sostiene la empresaria. 

La 'guerra de las sombrillas' es un clásico del verano en otros puntos turísticos del país. En las localidades de Algarrobo, Vélez, Málaga y Torrox, en la costa oriental malagueña, han aprobado multas de hasta 300 euros para quienes dejen sus enseres sin vigilancia con el único fin de guardar sitio en la playa. Estos lugares se suman así a otros del país como Cullera, Oropesa o Calpe, en la Comunidad Valenciana, donde se aplican sanciones más severas que llegan a los 3.000 euros por la misma práctica.

Otras medidas: del no fumar al no pasear en bañador

Cartel que indica la prohibición de fumar en la playa de Mogán, Gran Canaria
Cartel que indica la prohibición de fumar en la playa de Mogán, Gran Canaria
EFE

En menos de diez años, se ha pasado de 15 playas libres de humo en toda España a superar las 500. Además de motivos sanitarios, la creación de una red de playas libres de humos pretende promover la limpieza y sostenibilidad del litoral, ya que muchas de las colillas de los fumadores terminan en la arena y en el mar.

La carrera anti-tabaco en espacios abiertos es imparable. El Gobierno pretende que en 2025 se haya reducido el consumo de tabaco un 30% respecto a 2010. Las multas por fumar y arrojar colillas a la arena pueden ir desde los 30 euros y hasta los 450. Esta medida es aplaudida por los no fumadores, aunque no tanto por los que sí lo son.

Un joven pasea por una calle de la localidad tarraconense de Salou sin camiseta.
Un joven pasea por una calle de la localidad tarraconense de Salou sin camiseta.
DIARI DE TARRAGONA

Más polémica incluso fue la prohibición de pasear en bañador por los paseos marítimos y las calles de las localidades con playa.  Hasta hace poco más de una década, era habitual pasear por la costa y cruzarse con veraneantes en bañador o bikini. Fue en 2010 cuando entró en vigor la prohibición en varios municipios -como Salou- y dividió a los bañistas. Por entonces, hay quienes se atrevían a ir incluso al médico en bikini. Fue una medida alabada por muchos, aunque no por todos. 

Sitges fue la primera localidad en regular a los ‘descamisados’. En 2006 redactó un decálogo de buenas costumbres y un pacto cívico, con multas de 350 euros por ir con el torso desnudo. Antes de llegar a tal extremo, los ‘agentes cívicos’ llaman la atención a los viandantes para que no reincidan.

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