Turismo sostenible en Aragón: más allá de la foto bonita

Una sostenibilidad comprometida con el territorio y sus gentes es el billete al futuro del sector turístico.

Casa Rural Ger, en el valle de Triste, es una casa del siglo XIV rehabilitada que abrió sus puertas en 2021.
Casa Rural Ger, en el valle de Triste, es una edificio del siglo XIV rehabilitado que abrió sus puertas en 2021.
Álvaro Arnaiz y Fowi

Yeste tenía un solo habitante cuando Beatriz P. Cazorla y Oroel Otal iniciaron el proyecto de Casa Ger "y, ahora, gracias a esta iniciativa, somos tres, trabajamos y vivimos en Yeste, lo que ha supuesto que exista empleo joven en lo rural para, entre todos, volver a dar vida a los pueblos que la perdieron". Embarcarse en algo así en una zona con poca población es todo un reto que afrontan combinando el turismo rural con actividades artísticas y culturales que dinamizan el valle de Triste, en el Prepirineo oscense.

Desde Teruel, Serafina Buj asume que "somos sostenibles por definición porque el nuestro no es turismo de masas; ahora todos queremos ser exclusivos, pero lo relacionamos con lo caro, y no es así: es más exclusivo conocer Villarroya de los Pinares o Miravete de la Sierra que el Everest porque ha estado más gente allí que en Villarroya o Miravete".

"Hoy mucha gente vive de subir muchas fotos a las redes sociales para que parezca que han pasado unas vacaciones impresionantes en mil sitios y realmente no han conocido nada

Casa Ger ha recibido el premio Edelweiss de Excelencia al Desarrollo del Turismo Sostenible en la categoría de Alojamiento Turístico en Aragón. El galardón aragonés al Proyecto Inspirador fue para ‘Abriendo pueblos’, presentado por la empresa TGuío Servicios Turísticos del Maestrazgo que lidera Buj y desde la que propone adentrarse en el territorio y conocer a sus gentes. También está cansada de ver cómo hay quien pasa por los lugares mirando el teléfono; "viven de subir muchas fotos a las redes sociales para que parezca que han pasado unas vacaciones impresionantes en mil sitios y realmente no han conocido nada. ¡Anda que no tenemos pueblos pequeños en Aragón con cantidad de patrimonio y cosas que ofrecer y mostrar al visitante!", exclama. El clúster de Turismo Sostenible de Aragón le ha concedido también la Medalla Turista Responsable.

Cuidar el medio ambiente y más

Hacemos turismo para llenar nuestro ocio, enriquecernos como personas y ensanchar horizontes. Esta industria de entretenimiento "genera oportunidades, diversidad, empleo, autoempleo, ingresos y, en definitiva, riqueza. Su desarrollo es vital para muchos países y regiones. Pero, el turismo puede provocar consecuencias medioambientales negativas", reflexiona Carmen Berné Manero, catedrática de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universidad de Zaragoza. Ya que "los recursos naturales son frágiles y finitos, es esencial que el desarrollo turístico se produzca protegiendo al planeta y garantizando el bienestar de todas las personas. Esta es la base de la importancia de la sostenibilidad en el turismo". Pero añade que el desarrollo sostenible no se refiere únicamente al medio ambiente: "Se trata de que las acciones que realizamos se comprometan con el futuro procurando equilibrio entre el cuidado del medio ambiente, el crecimiento económico y el bienestar social".

Cuando salimos de casa, lo hacemos con la ilusión de vivir algo especial, inolvidable. Estudios enfocados hacia el turismo rural dejan ver que "los turistas valoran cada vez más que las experiencias turísticas disfrutadas provengan de una propuesta sostenible y consigan un desarrollo sostenible, bajo ese prisma tanto económico como social y medioambiental", indica Berné. Además, una experiencia turística memorable refuerza el comportamiento responsable del turista.

"Lo que disfrutamos cuando viajamos no es solo para nosotros, sino también para los que aún no han nacido"

Desde el clúster de Turismo Sostenible de Aragón, a Nita Macía Losada, su directora, le gusta mucho el adjetivo que aplican al turismo los franceses cuando hablan de ‘tourisme durable’. Aquel que intenta que "los recursos que tenemos –no solo medioambientales y paisajísticos, sino también la vida de los pueblos, más allá de la foto bonita para redes sociales– estén a disposición de las futuras generaciones. Lo que disfrutamos cuando viajamos no es solo para nosotros, sino también para los que aún no han nacido".

Ahora se empieza a hablar de turismo regenerativo que, explica, "es una manera de hacer las cosas por parte de quienes viajan y de quienes los reciben, invitando a participar a ese viajero más allá de la foto de Instagram, haciendo que se sumerja en la vida del territorio, en sus costumbres, gastronomía, que lo valore y lo cuide mucho más al valorarlo".

Porque, a su modo de ver, "en Aragón tenemos más problemas que la huella de carbono del turismo"; padecemos ese impacto, pero también el reto de que los pueblos sigan vivos, que las personas trabajen y permanezcan en el territorio.

Repartir turistas en el espacio y en el tiempo

En línea con este enfoque de turismo regenerativo está el rediseño de las propuestas para tener un turismo más estable todo el año. Como ha hecho Nita Macía para el Ayuntamiento de Aguaviva, en la comarca turolense de Bajo Aragón. Ante el peligro de masificación de las zonas de baño, se va a trabajar en alternativas para que los flujos de visitantes se muevan de forma diferente, de forma que no se ponga en riesgo el ecosistema y la capacidad de dar servicio a los visitantes, "a quienes se pretende finalmente –indica Macía– hacerles cómplices, concienciándoles de que usen el río con compromiso".

La directora del clúster señala la necesidad de "una buena gobernanza del sector que, además, reparta los flujos turísticos, pues, de lo contrario, tenemos lugares donde la gente no puede vivir porque los oficios y el modo de vida ya no existen, mientras la masificación puede convertir en insostenible un producto turístico si hay tanta afluencia de público que no se puede comer ni aparcar". En enclaves como Ordesa, Albarracín o Alquézar esto se vive año tras año.

"El turismo se mueve en coche debido a que, en Aragón, es difícil viajar en transporte colectivo"

Si, al hacer balance, la meta es siempre batir el récord de turistas, algo falla en el enfoque. "Parece que, tras la pandemia y el miedo a morirnos de hambre, pasamos sin más a un ‘que venga todo el mundo otra vez’", pero Macía insta a planificar para reducir riesgos "que no son una sorpresa, que ya sabemos que existen. Anticiparse es clave". La masificación y la estacionalización presionan recursos tan vitales como el agua o la sanidad, complican la recogida de residuos y sobrecargan las comunicaciones. En las zonas más saturadas en verano, los automóviles aparcan por las laderas "y esto ocurre porque el turismo se mueve en coche debido a que, en Aragón, es difícil viajar en transporte colectivo". Por otro lado, en una comunidad donde "el 80% de nuestro recurso es paisajísitico, industrias como la eólica causan un impacto serio".

La mente del turista

¿Cómo influye la sostenibilidad en la imagen de un destino en la mente del turista? En Unizar, Alberto Labuena García ha investigado junto a Carmina Fandos Herrera qué motiva el turismo rural. "Si un turista percibe que un destino es sostenible a nivel económico y cultural, mejora la imagen percibida de dicho destino turístico", señala. Y tanto esa sostenibilidad percibida como la autenticidad del destino influyen en nuestra propia intención de visitarlo y pueden hacer que acabemos recomendándoselo a un amigo.

Especialmente en la España interior, el visitante busca ese relato auténtico y la gastronomía es un vehículo perfecto para hallarlo "si se revaloriza el producto local y las técnicas ancestrales unidas a la vanguardia, porque el visitante, al parar a comer, quiere saber dónde está", considera Sergio Gil, presidente de la Fundación Restaurantes Sostenibles, con sede en Monroyo, que forma al sector en sostenibilidad. El restaurador es pieza clave en esa cadena de valor, ejerciendo una sostenibilidad comprometida con el territorio.

Serafina Buj descubre a un grupo de visitantes el molino de Miravete.
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Patrimonio escondido al alcance

Una puerta cerrada y nadie para abrirla es muchas veces lo que oculta parte del encanto de los pueblos más pequeños o sin oficina de turismo. Serafina Buj ha llegado a un acuerdo con varias localidades del Maestrazgo y, llave en mano, muestra los interiores de hermosos y desconocidos hornos, molinos, cárceles o iglesias. En Villarroya de los Pinares, Miravete de la Sierra, Tronchón... Su iniciativa se llama ‘Abriendo pueblos’ y propone una vía muy personalizada de acercarse a la vida y la historia de estos lugares. "Es una forma de conocer el territorio adentrándote no en lo que muestra el escaparate de lo más conocido, sino en lo que la gente normalmente no ve, los enclaves más recónditos y desconocidos". Con el plus, que puede ser o no ser, de hablar y escuchar la historia del que fue molinero, el pastor o la señora que estuvo en la grabación de ‘Tierra y libertad’. "Ahora que la gente vive tanto de las fotos, de la galería, el valor añadido es conocer realmente un sitio, entenderlo de verdad, valorando a las personas que viven en él, que cuidan su pueblo con mimo". Convencida de que el turismo debe ser sostenible para las personas del territorio, conecta a los visitantes con la economía local, invitando al consumo de productos autóctonos y haciendo uso de los servicios de cada lugar. El clúster de Turismo Sostenible de Aragón ha destacado el poder inspirador de este proyecto de la empresa TGuío Servicios Turísticos del Maestrazgo que lidera Buj, quien acota que "es inspirador y replicable en cualquier lugar... siempre que económicamente no tengas unas aspiraciones muy altas". Porque no es el más abundante este tipo de turismo sin horario que pueden terminar viendo el más bello atardecer del final del verano.

Toque final a una tarta silvestre en la Fábrica de Solfa de Beceite.
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Volver a las raíces y al mejor producto local

"Todos los alimentos que vas a probar son de cercanía, se han desplazado poco, menos de 100 km, han sido elaborados cuidadosamente, con mucho mimo, con paciencia, en equipo, con arte, con amor y respetando la tradición". Estas palabras reciben a todo aquel que entra en el restaurante del Hotel Fábrica de Solfa, ubicado en una antigua fábrica de papel de Beceite. Por su compromiso con el medio ambiente y con su territorio –que va desde el uso de la geotermia al compostaje de residuos orgánicos–, es uno de los casos de éxito elegido como proyecto integral de sostenibilidad por Hostelería por el Clima, que promueve Ecodes en colaboración con Coca Cola. Javier Moragrega, copropietario de la Fábrica de Solfa, siente que, en su apuesta por lo local, ya sea salido de su propio huerto o de productores aragoneses, "nosotros somos los ‘espadas’ en revalorizar estos productos gracias a que en Aragón tenemos grandes productores y alimentos". Como la judía blanca de Beceite, que recuperaron hace cinco años. "Al final –reconoce– la economía circular es de toda la vida, es lo que me han enseñado mis padres y mis abuelos: ‘Si a ti te va bien, le va bien al vecino’". Están volviendo a las raíces porque "si perdemos esa identidad, perdemos adónde vamos y de dónde venimos". Así, consiguen traer a su cocina de vanguardia el té de roca en forma de helado, incorporan la patata turma (anterior a la venida de América) a su vermú, combinan el garbanzo de La Portellada con anguila o maridan con garnacha peluda. Sus menús tematizados en micología o trufa, según la temporada, ayudan a desestacionalizar y atraen comensales incluso en invierno.

Dos voluntarias, en el comedor del albergue L’Almada de Yebra.
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En sintonía con el entorno y sus habitantes

L’Almada de Yebra es el nombre del albergue municipal de Yebra de Basa, pero alrededor de su gestión hay mucho más, "un proyecto que pretende dinamizar el territorio promoviendo actividades y todo lo que pueda servir en una zona con significativa despoblación", explica Bárbara Marqués, socia de la cooperativa de interés social Tararaina. Así, lo mismo organizan un ‘Mercau’, de productos agroalimentarios y artesanía de la zona como instalan en el comedor una máquina a modo de supermercado automático. Desde 2021, trabajan "para que el albergue tire de la gente todo el año pues, al estar a pocos kilómetros de Sabiñánigo, en la carretera a Fiscal, se vive como zona de paso, cuando se puede visitar el románico de la Jacetania y el Alto Gállego, así como espacios diferentes a los más conocidos del Pirineo". Premio Edelweiss en la categoría Territorio Sostenible de Aragón, "no entendemos el desarrollo rural de otra manera, en sintonía con el medio ambiente, la naturaleza y las personas que habitan en estos espacios".

El molino harinero de Aguaviva albergará un museo y dos apartamentos.
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Prevenir la masificación para salvar el río

"El río Bergantes es nuestra joya, nuestro emblema, y queremos seguir conservándolo, no queremos que se masifique como otros sitios". En Aguaviva lo tienen claro y llevan trabajando en ello desde hace tiempo. Su alcalde, Aitor Clemente, cuenta que el reto es desestacionalizar las visitas al río poniendo en valor otros recursos de la localidad. Más allá de bañarse en verano en las pozas labradas por el Bergantes, "primavera y otoño se prestan a disfrutar del entorno natural, a través del senderismo, la escalada, la observación de aves, el astroturismo...". Ahora, el proyecto ‘Aiguaiva es turismo. Estrategia de desarrollo del municipio para su sostenibilidad como destino turístico’ recibirá 1,5 millones de euros de los fondos Next Generation de la UE. Incluye desde ordenar los accesos a las zonas de baño o completar la oferta de alojamientos hasta crear una comunidad energética entre el Ayuntamiento y los establecimientos turísticos locales. Empezarán por la adecuación del molino harinero.

Una de las habitaciones de Casa Rural Ger, en Yeste.
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Espacio cultural para locales y visitantes

Yeste es un pequeño pueblo del Prepirineo oscense con cuatro habitantes en el que apenas quedan casas en pie, pero este mismo martes, en Casa Ger, hay concierto de Ixeya, venidos desde Tauste, y días después, taller de astronomía y dos funciones de teatro. "Tras las actividades, ofrecemos cenas con productos de proximidad, además de alojamiento para quien quiera disfrutar de una tarde de cultura y de nuestro precioso entorno natural", dicen Oroel Otal Abínzano y Beatriz P. Cazorla. Hasta Casa Ger, una casa del siglo XIV rehabilitada, llegan también cursos artísticos y retiros de fin de semana en los que conocer la naturaleza y realizar actividades como cocina, música o yoga. Abrió en 2021 y su vocación es ser un espacio de encuentro. "Nosotras entendemos la sostenibilidad como un compromiso con nuestro entorno y con la gente que vive en él –afirman–. Ofrecemos un espacio cultural en lo rural para la población local y visitante, en un territorio con una gran tasa de despoblación donde la oferta cultural es escasa".

‘Mil historias en la mochila’, del CRA A Redolada, una de las cintas hechas por niños.
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Promoción turística hecha por niños 

No están en edad de beber vino, sino mosto, pero los niños también pueden acercarse a su cultura, participar del enoturismo en familia e incluso convertirse en protagonistas de la promoción turística del Somontano dirigida hacia otros niños. Es lo que ha hecho, aliada con la Uned de Barbastro, la Asociación Promoción Turística del Somontano. Centenares de niños de 5º de primaria han creado –del guion a la producción y actuación– vídeos turísticos "realizados por niños para niños, algo que no se hace en ningún otro sitio", destaca Clara Bosch, gerente de la Ruta del Vino Somontano. Durante todo el curso, trabajan con sus profesores con materiales formativos facilitados por el proyecto ‘No te lo puedes perder, turismo de niños para niños’, premio Edelweiss de Enogastronomía, que culmina con una gala de cine con alfombra roja y premios. "Los niños de esta edad nos interesan mucho. Cuando después salen a estudiar fuera de Barbastro, a veces no vuelven, y en edades tempranas es el momento de generar arraigo al territorio, que lo visibilicen como un lugar de oportunidades que la gente visita por lo mucho que ofrece".

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