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El Club de Ocio 'Los Tigres' de Atades cumple 50 años: "Desde que entré me ha cambiado la vida"

La entidad ofrece desde hace cinco décadas a las personas con discapacidad intelectual un abanico de actividades de tiempo libre. Para ello, cuentan con la labor de técnicos y voluntarios.

De izquierda a derecha, Sahin Yildirim, Nacho Navarro, Ana Benedí, Sara Gimeno, José Ramón Roldán y Azahara Jiménez, este miércoles en el Centro Joaquín Roncal de Zaragoza
De izquierda a derecha, Sahin Yildirim, Nacho Navarro, Ana Benedí, Sara Gimeno, José Ramón Roldán y Azahara Jiménez, este miércoles en el Centro Joaquín Roncal en Zaragoza
Oliver Duch

Cada semana, la joven zaragozana Ana Benedí, de 34 años, espera con ganas que lleguen los sábados para reunirse con los colegas y pasar una tarde divertida compartiendo alguna de las actividades organizadas por el Club de Ocio y Tiempo Libre 'Los Tigres' de Atades.

A ella le gusta mucho bailar, la música y el cine. Además practica el aqua zumba y los martes va al aula de adultos -de dicho club- donde estudian todo tipo de materias. "Matemáticas, inglés, lengua... Llevo 20 años en 'Los Tigres' y si no existiera todo sería muy aburrido. Para mí, es diversión y desconectar de la rutina diaria (acude al centro ocupacional Santo Ángel de Atades). Con los amigos me siento feliz y contenta; son muy importantes, al igual que la familia", reflexiona.

Una de sus amistades es Nacho Navarro, de 47 años, a quien sus padres apuntaron al club cuando era un adolescente de 15. "También voy al aula de adultos y participo en muchas actividades, sobre todo deportivas. Y hacemos excursiones a la playa, visitas fuera de Zaragoza... Desde que entré me ha cambiado la vida: he conocido a un montón de gente, hago más vida social, me lo paso paso bien y estoy más alegre", apunta.

En 'Los Tigres' todo se vive muy intensamente, tal y como señala José Ramón Roldán. Él es ejemplo de lo que dice: entró como voluntario en 1992 y ya no se marchó de la entidad. En la actualidad, es el director de proyectos y servicios de Atades y responsable del club de ocio, un recurso esencial para personas con discapacidad intelectual y, por extensión, sus familias. "Cualquier ser humano necesita ocupar su tiempo libre de una manera digna, creativa y saludable. Nosotros perseguimos eso: el desarrollo de programas inclusivos de tiempo libre en beneficio de esas personas. Para los que participan en su programación y día a día, el club es su motor de vida. Les genera bienestar físico, emocional y calidad de vida, que falta les hacía. Para las personas que atendemos y sus familias, el coronavirus ha sido demoledor", remarca.

"Las actividades de tiempo libre les genera bienestar físico, emocional y calidad de vida, que falta les hacía. Para las personas que atendemos y sus familias, el coronavirus ha sido demoledor"

El tigre representa la fuerza y la valentía y a los usuarios y voluntarios del club les gusta cantar 'Yo soy tigretón'. Ese es su himno y cuando Roldán lo escucha admite que le da "un subidón emocional". "Ves gente muy dispar unida a este proyecto. Son valores, unidad, fuerza, sentimiento, diversión, evasión, vivir la vida e inclusión en todos los sentidos", enumera satisfecho. Este 2023 el club cumple una cifra redonda: 50 años "con la misma esencia". Y con motivo de dicho aniversario, Atades ha organizado un exposición en el Centro Joaquín Roldán de Zaragoza, que puede verse hasta el 24 de junio.

A lo largo de estas cinco décadas, alrededor de 30.000 personas han pasado por el club -entre técnicos, participantes (a partir de 16 años y sin límite máximo de edad) y usuarios-. Este año el número de socios asciende a 250 (la mayoría de Zaragoza capital) y el de voluntarios, a 105. El papel de estos últimos es esencial; de hecho, sin ellos no existiría 'Los Tigres'. "Son un pilar fundamental para que esto salga adelante", destaca Azahara Jiménez, una de las cuatro técnicos.

Testimonio de voluntarios

Por lo general, se trata de jóvenes de entre 20 y 26 años y con formación universitaria o estudiantes. Una de ellos es Sara Gimeno, una zaragozana de 24 que a día de hoy trabaja de cuidadora en una residencia de Aspace. "Cuando tenía 17 años fui un sábado a una de las actividades como voluntaria y fue como un choque de realidad. Encontré algo que no sabía que existía y que me gustaba; me sentí cómoda y muy bien acogida", rememora. Desde entonces, todos los sábados hace una salida o una actividad dentro del club y también entre semana ha dado algún taller. "Y he ido de colonias y acampadas", añade.

"A los voluntarios, estas personas nos dan cariño, no te juzgan y con ellos he aprendido a dar abrazos. Ahora los necesito como forma de vida"

Sara es rotunda al afirmar que los usuarios de 'Los Tigres' son su vida, que es lo que es gracias a ellos. "Me han aportado felicidad. Cuando tienes una mala semana y vas un sábado a una de las actividades sales recargado, te ofrecen más de lo que das y eso es maravilloso", observa. "Te dan cariño, no juzgan y he aprendido a dar abrazos. Ahora los necesito como forma de vida -continúa- Cuando te ven, se alegran y que les caigas bien es muy importante. Por nuestra parte, les ofrecemos cariño y atención; y ellos se divierten contigo".

Fotografías que forman parte de la exposición sobre el Club 'Los Tigres', en el Centro Joaquín Roncal.
Fotografías que forman parte de la exposición sobre el Club 'Los Tigres', en el Centro Joaquín Roncal.
Oliver Duch

'Los Tigres' también cuenta con voluntarios extranjeros. Uno es Sahin Yildirim, un joven turco de 22 años que trabaja en Atades dentro de un programa de la UE de voluntariado europeo. Vino a Zaragoza el pasado octubre y aquí permanecerá hasta el otoño. "En mi país estuve en proyectos con chicos con síndrome de Down y aquí hay más gente con diferentes discapacidades. Está siendo una experiencia única y muy positiva. Me gusta ayudar a los demás y, sobre todo, quiero que me sientan como un amigo suyo", indica.

En cuanto a las ofertas de actividades, estas abarcan una abanico muy amplio: talleres de todo tipo, los sábados de ocio, excursiones, viajes (de fin de semana, puentes y acampadas de Semana Santa), eventos como el Festival Mezcodanza (en mayo de baile inclusivo), colonias de verano... "Y la música y los disfraces siempre están muy presentes", advierte Roldán. El club comparte espacio físico con el colegio de educación especial San Martín de Porres (en Torrero) y también con el centro Integra Aragón (en el Actur), "Y utilizamos todos los recursos públicos posibles: museos, pasacalles, carnavales", añade.

En estos momentos, Atades tiene lista de espera de usuarios que quieren participar en 'Los Tigres'. "Si no hubiera límite probablemente no podríamos atender a estas personas con la calidad que se requiere", advierte el responsable del club de ocio y tiempo libre, que señala que hacen falta más recursos para poder captar más voluntariado y formarle. De ahí que dé la bienvenida a todo aquel que quiera colaborar. "Es una experiencia que te cambia la vida. Se genera un ambiente que en muy pocos sitios se crea", considera.

Por su parte, Azahara Jiménez resalta el beneficio que las actividades reportan a las familias de estas personas con discapacidad intelectual. "Es un pilar muy importante para ellos, por el descanso familiar y lo que supone para sus hijos, hermanos..", explica esta técnico. Y añade: "Nuestra labor es hacer realidad un ocio inclusivo en Zaragoza y luchar por ello. Que los chicos y familias sean felices. Yo me llevo muchísimo a nivel profesional y personal".

Un banderín del Club 'Los Tigres', expuesto en el Centro Joaquín Roncal.
Un banderín del Club 'Los Tigres', expuesto en el Centro Joaquín Roncal.
O. Duch
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