La Universidad de Zaragoza ve "inasumible" elevar a 105 minutos la duración de las pruebas de la Evau
Todas las universidades públicas del país presentan el mismo texto de alegaciones ante los Ministerios de Educación y FP y de Universidades.
La nueva Evaluación de Acceso a la Universidad (Evau) no termina de convencer y tampoco la duración de los ejercicios, que se eleva a 105 minutos. Cuando todavía no se ha hecho un análisis exhaustivo del resultado de las pruebas piloto llevadas a cabo en varias autonomías –Aragón declinó participar–, los campus públicos, entre ellos la Universidad de Zaragoza, se han unido y han presentan el mismo escrito de alegaciones ante el borrador del Real Decreto que regula estos aspectos. "Lo hemos hecho en dos semanas", apuntó Ángela Alcalá, vicerrectora de estudiantes y empleo del campus público aragonés, quien recalcó que todas las apreciaciones son "técnicas".
Resumió como "inasumible" el alargar cada una de las pruebas a 105 minutos, tal y como propone el Ministerio de Educación y FP, que dirige la aragonesa Pilar Alegría. En las alegaciones se apuesta por mantener los 90 actuales, puesto que, de lo contrario, aseguran que los ejercicios se deberían organizar "forzosamente en cuatro días". "Y retrasaría todos los plazos", apostilló Alcalá.
En el documento, que también se ha remitido al Ministerio de Universidades, se señala que este incremento en la duración de las pruebas supone de facto "la exclusión del acceso a la universidad del estudiantado que tiene derecho a adaptaciones de más tiempo, pues este colectivo se enfrentaría a algo impensable como 3 o 4 exámenes diarios de 145 minutos, durante varias jornadas".
Incluye otras 19 propuestas que abordan aspectos como la aplicación de la norma. La Universidad considera que las cuestiones relativas a las pruebas de acceso sí que se podrían implantar en el curso 2023-2024, pero no ocurriría lo mismo con lo relativo a los procedimientos de admisión, que debería retrasarse al siguiente. Asegura que es imposible llegar a tiempo puesto que tras la publicación del decreto, cada universidad debe desarrollar su propia normativa y adaptarla a su funcionamiento.
"Todavía no sabemos cómo se va a ponderar cada asignatura el próximo curso", explicó la vicerrectora. Todo ello depende de la aprobación previa del citado borrador. "Estamos en abril y los alumnos que terminan 1º de bachillerato deben elegir las asignaturas del próximo curso en mayo. Y para ello es determinante saber cuánto les puntuará una u otra para el grado que quieran estudiar", especificó.
Por ello, en las alegaciones se hace referencia a "las crecientes señales de inquietud" que les llegan desde profesores de bachillerato, orientadores y armonizadores de materias, ya que todavía hay "demasiadas incógnitas" y se cuenta con "poco tiempo" para llevarlo a cabo.
Junto a esta advertencia, las universidades destacan los efectos perniciosos de algunos pilares del borrador. Se muestran contrarios el planteamiento de que "un tribunal distinto efectúe, de oficio, la tercera corrección", puesto que en algunos distritos universitarios hay un "único" tribunal y, con esta consideración, se obligaría a acudir a "algo impensable" como es el "personal externo" al procedimiento.
Entre los puntos que trata, también se encuentran aspectos relacionados con las vacantes. Los campus proponen poner una fecha a raíz de la cual se dará por finalizado el proceso de matrícula. En concreto, el 15 de octubre. Y del mismo modo se detallan el resto de alegaciones que ponen en evidencia que la reforma "adolece del debido sosiego en la toma de decisiones y de la tranquilidad suficiente para regular algo de tanta trascendencia social, y repercusiones de todo tipo".
