Aragón detecta este curso 140 casos de riesgo de suicidio en escolares y la media de edad es de 13 año
El acoso escolar está detrás del 35% de estas situaciones y un 66% de los menores tienen antecedentes de salud mental.
La escuela es un entorno clave para prevenir y detectar el suicidio, sobre todo tras la pandemia. Para ello, Aragón puso en marcha el curso pasado el ‘Protocolo para la prevención, detección e intervención de la ideación suicida en el ámbito educativo’. Gracias a él, en lo que va de curso se han abordado 140 casos, a los que se está haciendo un seguimiento desde Educación y Sanidad, y de los cuales 92 ya han sido evaluados. El perfil predominante es femenino, con un 60,86% de chicas, y la edad media de estos alumnos se sitúa en los 13 años.
Estos datos, ofrecidos este miércoles por el Gobierno en Aragón, evidencian que el acoso escolar es el motivo que está detrás del 35% de estos pensamientos de llegar a quitarse la vida. Otra causa común en un 27% de casos es ser víctima de algún tipo de violencia (intrafamiliar o sexual). Un 57,6% de los afectados vive en un entorno familiar conflictivo o desestructurado y un 35,8% presentan desarraigo sociocultural. Además, un 10% pertenecen al colectivo LGTBI o tienen conflictos de identidad de género. De estos menores, un 66% tienen antecedentes de salud mental y un 40% sus familiares.
La comparativa entre las notificaciones de estos tres primeros meses de clase y las 406 que se registraron el pasado da pie a plantear algunas tendencias pendientes de confirmarse en los próximos meses. La psiquiatra de la unidad de coordinación de salud mental de la dirección general de Asistencia Sanitaria, Cristina Abad, apuntó como la "más llamativa" el aumento de casos en primaria, un 30,43% este curso frente al 22,54% del pasado, sobre todo en 5º y 6º.
En la ESO se concentran el 47,82% de estas situaciones. En Bachillerato se registraron un 11,55%, aunque, a priori, los adolescentes están en una etapa en la que pueden sentirse más presionados. Un 6,52% son estudiantes de Formación Profesional. Abad subrayó que este curso también han aumentado "todas las condiciones" que pueden propiciar llevar a pensar en el suicidio.
Situaciones de alto riesgo
Los casos considerados de alto riesgo, y en los que ha sido necesaria una intervención sanitaria inmediata, también han ido al alza. De los 406 que se atendieron el curso pasado lo fueron 21, un 5%, mientras este el porcentaje se eleva a entre el 8% y el 10%. La lectura más positiva es que ninguno de los menores con los que se intervino a través del protocolo acabó quitándose la vida. De hecho, de los 21 casos que más preocupaban, 14 tuvieron una buena evolución. Hay que tener presente, insistió Abad, en que la ideación suicida "se vincula a una realidad extremadamente compleja" y el riesgo real de consumarla "fluctúa y va asociado a muchas situaciones y factores".
La jefa del Servicio de Equidad del Departamento de Educación, Isabel Tolosana, hizo hincapié en la necesidad de empezar la prevención en edades tempranas. Sobre la reacción de las familias cuando el centro les comunica lo que ocurre, comentó que en la mayoría la respuesta es "favorable".
El protocolo también contempla que cuando un alumno lleva a cabo un intento autolítico o se suicida un equipo de profesionales se desplacen al centro para hacer entrevistas individuales y valorar las necesidades que tienen tanto los compañeros como los docentes.
Los consejeros de Sanidad y Educación, Sira Repollés y Felipe Faci, destacaron que se ha estrechado la colaboración entre ambos departamentos y que no se escatimarán esfuerzos a la hora de habilitar "cuantos recursos sean necesarios" para desarrollar este y otros programas, como el próximo de salud mental y bienestar emocional en los centros educativos. Faci anunció que ya se está trabajando en una estrategia específica contra el acoso y la agresión sexual en el ámbito escolar.
