Volver a sus raíces después de veinte años para cultivar su pasión
Susana López lanzaba a principios de año el proyecto que le ha permitido emprender en Pozuelo de Aragón y dedicarse por completo a la micología.
Dejarlo todo para emprender en el lugar en el que ha crecido. Esta era la idea que ha viajado en la cabeza de Susana López durante mucho tiempo hasta que, en febrero de este mismo año, se materializó permitiéndole regresar al sitio donde ha vivido su infancia y adolescencia. Después de veinte años entre Barcelona, Valencia y Zaragoza, López regresaba a Pozuelo de Aragón (Zaragoza) para lanzar su proyecto Seticas de bodega, al que cambiará su nombre próximamente por Corbe. En él cultiva setas aprovechando las bodegas de vino tradicionales. "Mi ilusión es recuperarlas, ya que muchas se están perdiendo por abandono", cuenta.
Corbe, su nuevo nombre, es una medida antigua por cestas o canastos. "Me identifico mucho con el nombre porque además de que las setas en el campo se recogen con cestas, también quiero regalar corbes de salud, corbes de gastronomía, corbes de cultura…", explica la pozuelera.
López se había dedicado a la hostelería y al sector sanitario hasta que descubrió su pasión por la micología. Su interés por el cultivo de setas despertó hace tan solo dos años a través de un curso sobre recolectores profesionales del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA). Desde entonces, la idea de poder emprender en su tierra se fue "haciendo más clara y arraigándose en mi cabeza", cuenta la agricultora.
Estas setas, en concreto la variedad shiitake (lentunula edodes) se cultivan en un lugar diferente.
López utiliza las bodegas de vino tradicionales, ya que estos espacios cuentan con la temperatura y humedad ideales para este cultivo. López es la fundadora y única trabajadora del proyecto de la comarca Campo de Borja, aunque su objetivo "si todo va bien, es contratar a gente de la zona y ampliar el negocio", añade. Por lo tanto, ella es la encargada de todo el proceso. "Me ocupo de la fructificación con el sustrato micorrizado en una empresa de La Rioja", cuenta López. El proceso consiste en hidratarlo y mantener la temperatura y la humedad adecuada durante unos 15 o 20 días. "Después realizo la recolección", explica la agricultora.
También se encarga de la venta de las setas. Sus productos pueden encontrarse en la propia explotación, realizando un encargo con reparto a domicilio o en, alguna ocasión, en puestos de venta ambulante.
López mantiene la ilusión intacta desde que comenzó con su proyecto. "Tiene muchas oportunidades", cuenta. "Mi intención es hacer turismo industrial para que la gente pueda conocer el proceso de cultivo de setas, también que puedan conocer las bodegas tradicionales y los encantos que tiene Pozuelo, como el géiser, el reloj solar, su gótico...", explica la agricultora. Además, ha contado con una gran aceptación por parte de los vecinos del pueblo y de la comarca, ya que "el producto es muy saludable, ecológico y sostenible", dice.
La agricultora pozuelera cuenta con varios objetivos para celebrar el primer año de vida del proyecto: "Me encantaría acabar el año siendo una empresa conocida en la comarca por la calidad del producto; haciendo sinergias con otros empresarios de la zona y ayudarnos mutuamente", cuenta. Y tiene una meta: "poder acoger a mucha gente para que vivan una experiencia única", añade.
