Nonaspe y Mequinenza piden la declaración de zona catastrófica por los daños del incendio

Los alcaldes de la zona se reunirán este martes para hacer "frente común" y pedir "máxima celeridad" a las instituciones.

El incendio de Nonaspe ha calcinado ya más de 1.700 hectáreas.
El incendio de Nonaspe calcinó unas 2000 hectáreas
Oliver Duch

Mequinenza y Nonaspe solicitarán al Gobierno de Pedro Sánchez la declaración de zona catastrófica -ahora conocida como zona especialmente afectada por una emergencia de protección civil- por los graves daños provocados por el incendio forestal declarado el pasado jueves, que ya ha arrasado más de 2.100 hectáreas de monte y de cultivos. Los alcaldes de la zona se reunirán este martes para hacer "frente común" y pedir "máxima celeridad" a las instituciones.

Sus términos municipales han sido los más afectados por la ola de incendios acaecidos el pasado fin de semana a consecuencia de la ola de calor. Aunque el episodio está ya en remisión, las malas condiciones meteorológicas, con alertas por altas temperaturas y tormentas en varios puntos del territorio, hacen que el fuego todavía no se haya dado por extinguido, aunque sí está estabilizado.

Al cierre de esta edición continuaban las labores sobre el terreno, pero la preocupación ya no estaba en este foco, sino en el declarado en Castejón de Tornos.

El fuego obligó a desalojar de manera preventiva la residencia de ancianos este lunes.

El Ayuntamiento de Nonaspe ha contratado a una empresa para hacer vuelos con drones a fin de conocer con mayor exactitud la superficie calcinada. La localidad celebró ayer un pleno para solicitar oficialmente la declaración de zona catastrófica. También convocó a sus vecinos a una reunión general para darles más información y "explicarles las acciones a llevar a cabo" a partir de ahora, según precisó su alcalde, Joaquín Llop.

"Esperamos que las instituciones nos ayuden. Lo necesitamos y vamos a pedir todas las ayudas que pueda haber. El año empezó con heladas, y ahora ha venido esto, además de todo lo sucedido con el coronavirus desde 2020", agregó. Aunque la gente está ya "más tranquila", entre los agricultores hay aún un cierto nerviosismo, ya que, según apuntó el regidor, los medios terrestres seguían trabajando y

"Un desastre para los cultivos"

En Mequinenza también han vivido las últimas jornadas con una enorme intranquilidad, ya que uno de los flancos llegó a amenazar al término municipal, siendo clave la dirección del viento para atajarlo con prontitud, según afirmó su alcalde, Antonio Sanjuán. "El otro flanco, el que se dirigió a la carretera de Caspe, ha supuesto un auténtico desastre para los cultivos", indicó.

Según explicaron desde el Consistorio, en el término municipal hay unas mil hectáreas afectadas, la mitad de cultivos, sobre todo frutales, fruto seco y cereal. "Se están empezando a hacer las valoraciones. El incendio ha dado mucha guerra al reactivarse en varias ocasiones. Teníamos las condiciones ideales para que se iniciara y se reavivara: fuertes rachas de viento y temperaturas por encima de los 40 grados. Al cortar las carreteras y dejar ‘aisladas’ las granjas de cerdos y pollos, la gente tenía la sensación de no saber qué hacer", expuso.

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