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El asesino de San José ha ingresado en Zuera como "una mosquita muerta"

Sigue en la enfermería para curar sus heridas y en la celda está acompañado por otro interno, aunque no le aplican el plan de prevención de suicidios.  

Llegada de Igor el Ruso a la cárcel de Zuera el 20 de diciembre de 2017
Entrada en la legada de Igor el Ruso a la cárcel de Zuera el 20 de diciembre de 2017
Guillermo Mestre

Adil Lazizi, autor del crimen de Cristina G. L., de 32 años, en el barrio de San José, regresó el pasado sábado al centro penitenciario de Zuera y al cuarto día que lleva en la enfermería ya le ha entrevistado un educador para ver cómo se encuentra al regresar, después de haberse fugado el 6 de enero de 2020, y lo han recibido como un antiguo conocido.

De hecho, el marroquí Adil Lazizi, de 46 años, ha manifestado al funcionario que su voluntad es volver a trabajar en la prisión porque en los cinco años que estuvo recluido llegó incluso a ser encargado. Procedía de otra cárcel de Madrid ya que en 2001 cometió otro asesinato en la capital de España y cumplía una condena de 21 años.

Allí cobraba un salario antes de fugarse en un permiso de Navidad e incluso lo nombraron encargado del taller, donde los presos que acuden se dedican a hacer piezas para camas o guanteras de coches, y reciben una remuneración mensual adecuada a su tarea. Lazizi logró ponerse al frente del taller por la confianza que se labró entre los funcionarios y las empresas.

Fuentes penitenciarias señalaron que Lazizi se ha mostrado en estos primeros días como “una mosquita muerta”, "sonriente", "con medicación" y, a veces, casi “fuera de la realidad”. “Está un poco ido y callado”, señalaron, aunque sobre él se mantiene una “vigilancia informal” sin que se le haya aplicado el programa antisuicidios (PPS) de las cárceles españolas.

Crimen en la calle Alegría de Zaragoza
Crimen en la calle Alegría de Zaragoza
Guillermo Mestre

Aun así, después de regresar a Zuera por el asesinato de una mujer en la vivienda de la calle Alegría el pasado 30 de mayo, el interno se encuentra en una celda acompañado por otro preso e incluido en la enfermería porque tiene “heridas” en el abdomen y cortes en los dedos. Recibe asistencia médica diaria, ya estuvo durante seis días ingresado en el Hospital Miguel Servet. "No estará mucho tiempo en la enfermería, y será enviado a un módulo que no será de los buenos porque la prisión ha perdido la confianza en él con su fuga", agrega un funcionario de la prisión. 

Un profesional ligado a la Justicia y conocedor de los presos señala a HERALDO que un asesino que repite, después de haberse fugado de la prisión hace dos años, tiene la obligación de “ganarse la situación” durante bastante tiempo con Instituciones Penitenciarias para volver a ser enviado a los talleres. “Matar y volver a la cárcel de la que se escapó tiene que llevar al preso a recuperar la confianza porque ahora no existe, la perdió”, señaló.

Otro funcionario de la prisión sostiene que lo normal sería que Lazizi permanezca en la cárcel de Zuera como preventivo, hasta que se celebre el juicio por el asesinato. Posteriormente, lo normal es que sea traslado a otro centro penitenciario porque su fuga supone "un fracaso" para el centro penitenciario. "La huida supone un fracaso para la reinserción", concluye. 

En ese sentido, el hecho de haber solicitado su entrada en el taller de la prisión no tendrá una respuesta positiva en las próximas semanas. 

3 de octubre. Detenido en la estación intermodal de Zaragoza Benito Ortiz Perea, el preso fugado de la cárcel de Zuera el 29 de agosto
3 de octubre. Detenido en la estación intermodal de Zaragoza Benito Ortiz Perea, el preso fugado de la cárcel de Zuera el 29 de agosto
CNP

El ejemplo de Benito Ortiz Perea 

El ejemplo más cercano al de Adil Lazizi en la cárcel de Zuera fue el de Benito Ortiz Perea, de 64 años, quien tardó tres años en regresar al centro penitenciario después de protagonizar su fuga de película tan sonada en 2018. Fue en agosto, al ser trasladado desde el Hospital Miguel Servet por una ambulancia, y se escapó en la entrada tras haber saltado una verja, que tuvieron que subir de altura en la prisión para evitar fugas posteriores.

A su regreso, Benito Ortiz ha tenido que ganarse el terreno y ahora hasta comparte módulo con sus dos hermanos. Sus delitos le mantendrá en prisión hasta el año 2049, cuando tenga 91 años, para cumplir las condenas por el secuestro de una mujer en Zaragoza, junto a sus hermanos, y el posterior atraco perpetrado en una armería de Huesca a finales de 2016.

Fuentes penitenciarios recordaron que Benito Ortiz Perea fue recibido por los internos y funcionarios del centro como si retornara al hogar uno de la familia. Volvió a reunirse en el módulo 10 con sus hermanos (Pedro y Antonio) y saluda todos los días a los funcionarios, es un histórico de la cárcel de Zuera.

Su fuga de Zuera al aprovecharse de un despiste de la Guardia Civil en la entrada fue una noticia nacional y se prolongó desde el 29 de agosto de 2018 hasta su detención el 3 de octubre. Ortiz Perea es un atracador forjado en la Transición y en los años 80 y acumula un largo historial delictivo.

 

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