La necesidad de plazas para refugiados en Aragón lleva a ampliar la acogida a nuevas entidades

El Gobierno aragonés reconvierte su centro de emergencia en un alojamiento con capacidad para 40 desplazados. Una empresa lleva a cabo entrevistas de trabajo en Utrillas.

Reunión ayer en el salón de plenos del Ayuntamiento de Utrillas
Reunión ayer en el salón de plenos del Ayuntamiento de Utrillas
Heraldo.es

La necesidad de alojamiento para que las familias ucranianas que huyen de la invasión rusa empiecen a recuperar el control de sus vidas ha llevado a ampliar en Aragón el grupo de entidades sociales que trabajan con el Ministerio de Inclusión en el programa de protección internacional. A las cinco organizaciones que están empleándose a fondo desde hace semanas para habilitar nuevos espacios donde acoger y atender a los desplazados se ha sumado YMCA, que a finales de esta semana recibirá en Zaragoza a 11 familias, formadas por 29 personas, en su mayoría mujeres y niños, que tendrán su nuevo hogar en siete viviendas.

Es la primera vez que YMCA, que desde 2018 está implicada con este plan en Salamanca, pone en marcha este recurso en la capital aragonesa, en la que lleva tres décadas desarrollando proyectos de intervención social, ayuda psicológica, vivienda, orientación profesional y acceso al empleo. Belén Portolés, su directora, explicó que con esta experiencia y la estructura con la que cuentan acompañarán a estas familias que llegan derivadas desde los centros de recepción de Barcelona o Madrid y afrontan una situación vital "extremadamente difícil".

YMCA se suma así a Accem, Cepaim, Apip-Acam, Cruz Roja y las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. En principio cuenta con 40 plazas para la acogida temporal y 20 para una segunda fase que se centra en proporcionar a los usuarios las herramientas necesarias para que sean capaces de vivir de forma autónoma.

Cada vez hay menos refugiados que llegan de forma espontánea. La mayoría lo hacen ya a través del Ministerio o de iniciativas privadas que antes de organizar los viajes lo ponen en conocimiento de las administraciones y las entidades sociales. Este cambio ha llevado a la DGA a reconvertir el centro de acogida de emergencia en un centro con capacidad para albergar a 40 personas.

Intento de rehacer la vida

Cuando se cumplen más de 40 días de guerra, ya hay refugiados que intentan echar raíces en la Comunidad. En Utrillas, donde 38 ucranianos permanecen en el albergue que puso en marcha el Ayuntamiento y que acaba de ser integrado en la red nacional de centros de emergencia que gestiona Cruz Roja, cuatro empresas se han interesado por contratarlos.

Una de ellas, Gi Group, con sede en Barcelona y Madrid y dedicada a prestar servicios a industrias de distintos sectores en Aragón, entre ellos el del automóvil, mantuvo este miércoles entrevistas personales con 20 de los acogidos (dos hombres y 18 mujeres). El encuentro, en el salón de plenos de la Casa Consistorial, abrió la puerta a que los asilados cuenten con una oportunidad de trabajo en factorías de la Comunidad o de otros territorios del país.

Otras tres compañías, ubicadas en la provincia de Teruel y pertenecientes a la rama ganadera e industrial, han contactado también con el Ayuntamiento para ofrecer trabajo a los recién llegados.

Como destacó el alcalde de Utrillas, Joaquín Moreno, los refugiados tienen distintos perfiles profesionales, pues entre ellos hay arquitectos, profesores de universidad, trabajadores de agencias de viaje o empleados de almacén de electrodomésticos. "Tienen muchas ganas de trabajar para poder enviar dinero a sus familias y tienen también tiempo para hacerlo", dijo. Resaltó que el colectivo ha llegado a la provincia de Teruel en un momento clave, ya que "faltan trabajadores en muchos sectores laborales y esta carencia constituye un grave problema para el desarrollo económico".

Los refugiados de Utrillas recibieron este miércoles la visita de la presidenta de la Asociación Ucraniana de Residentes en Aragón, Alina Klochko, quien agradeció al alcalde de la localidad la buena acogida. Klochko dijo sentirse tranquila al comprobar que sus compatriotas "están en muy buenas manos" y relató anécdotas sobre el proceso de adaptación de los refugiados. Según contó, los recién llegados han tenido que acostumbrarse a un desayuno a base de productos dulces pese a que en Ucrania el día comienza con un potente almuerzo que incluye sopa y ensalada. Añadió que "quieren trabajar en cualquier empleo y en cualquier lugar; todas las opciones les parecen interesante".

El Ayuntamiento de Utrillas entregó a Alina Klochko un donativo de 1.800 euros obtenidos en un partido de fútbol benéfico disputado entre los equipos ‘amateur’ Frente Minero de Utrillas y Frente Mudéjar de Teruel. La cuantía servirá para ayudar a refugiados ucranianos de todo Aragón.

Más viviendas en Zaragoza

El Ayuntamiento de Zaragoza hizo este miércoles balance de los distintos programas de atención a refugiados ucranianos puestos en marcha. El concejal de Acción Social, Ángel Lorén, explicó que al inicio de la guerra, se pusieron a disposición siete viviendas municipales, que actualmente ya son doce para acoger a desplazados.

Pero además se ha puesto en marcha el proyecto Zaragoza acoge con la fundación Federico Ozánam. Ya ha habido 50 personas que han puesto a disposición sus viviendas para el programa, de las que doce están en estudio para ver si cumplen todos los requisitos de habitabilidad. El Ayuntamiento, por otro lado, puso en marcha la campaña solidaria Zaragoza con Ucrania y ya se superan los 100.000 euros recaudados.

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