El CEIP Gustavo Adolfo Bécquer de Garrapinillos celebra su 50 aniversario
El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha participado este viernes en los actos en el centro escolar.
El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha visitado este viernes, acompañado por el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Felipe Faci, el CEIP Gustavo Adolfo Bécquer del barrio rural zaragozano de Garrapinillos, que este año celebra su 50 aniversario y en el que están matriculados un total de 268 estudiantes.
Lambán ha recordado que este aniversario coincide con el 40 aniversario del Estatuto de Autonomía, que tanto bien ha supuesto para el desarrollo de la Comunidad. Precisamente, el autogobierno permite el desarrollo de las competencias entre las que se encuentran las de Educación que fueron asumidas en el año 99 siendo presidente Marcelino Iglesias.
La política educativa, ha recordado el presidente, ha sido prioritaria para su gobierno por entender que en este ámbito se generan los "mayores marcos de igualdad de oportunidades" entre los escolares, independientemente de su origen o clase social.
Lambán ha remarcado el esfuerzo inversor de ese ejecutivo, que desde 2015 ha invertido más de 130 millones de euros en nuevas infraestructuras educativas, garantizando así que todo el alumnado de la Comunidad dispone de un centro cerca de su domicilio y dejando atrás los tiempos donde estudiantes tenían que matricularse lejos de sus barrios.
El Gobierno de Aragón ha construido o está ultimando más de 35 grandes actuaciones, a las que se suman mejoras y ampliaciones en otros colegios e institutos de la Comunidad por valor de más de 50 millones de euros.
El centro de Garrapinillos
El presidente también ha subrayado que el ejecutivo autonómico ha cumplido especialmente su compromiso con la ciudad de Zaragoza y sus barrios, así como con las familias del sur de Zaragoza, tras la inversión de alrededor de 60 millones en la zona desde 2016 para poder garantizar su escolarización en colegios cerca de sus domicilios, ya que hasta entonces la carencia de infraestructuras educativas obligaba a los vecinos de estos barrios a escolarizarlos muy lejos de sus casas.
Además, el Departamento de Educación estableció un plan de retorno que permitió que todo aquel en esta situación pudiera matricularse en uno de los nuevos colegios de sus barrios, mejorando su escolarización.
En el colegio visitado hoy en Garrapinillos, el Gobierno de Aragón ha invertido desde el año 2017 un total de 121.000 euros en diferentes obras de mejora en el centro, que han permitido llevar a cabo la sustitución de la carpintería exterior y proceder a la supresión de las barreras arquitectónicas existentes.
El centro educativo desarrolla el proyecto de innovación 'Tres miradas'. Esta iniciativa surge como consecuencia del compromiso del claustro con los valores de convivencia pacífica que, por otra parte, constituyen la base sobre la que se construye cualquier estado democrático y de derecho.
Al considerar que no puede haber un proceso educativo sin convivencia en las aulas y las comunidades educativas a las que atienden los centros escolares, se impulsa desde el centro un cambio de metodologías cuyo objetivo es mejorar la motivación del alumnado hacia la escuela.
El presidente del Gobierno de Aragón ha elogiado esta actividad, máxime en el momento actual en que los centros educativos de la Comunidad reciben a niños ucranianos que se han visto obligados a salir de su país, de sus colegios, de su vida apacible, por la guerra "impuesta" por el presidente ruso, Vladimir Putin. Hasta el momento han sido escolarizados más de 170 niños ucranianos y está en marcha todo el protocolo de refuerzo, también emocional, con la puesta a su disposición de mediadores interculturales.
Parte de las actuaciones que se impulsan desde el centro de Garrapinillos tienen por objeto mirar a través de los ojos de los demás para descubrir nuevas realidades. Para ello, junto con la escuela de jardinería 'El Pinar', han colaborado en un proyecto de rehabilitación de espacios naturales. El alumnado de ese centro está formado por personas con diversidad funcional intelectual, lo que les ha permitido aprender a mirar desde otra óptica.
