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El juez sobresee la actuación del diplomático aragonés Camilo Villarino en el caso Gali
El auto considera que el traslado del líder del Frente Polisario a España para tratarse la covid refleja "buena voluntad" y "una actitud humanitaria" porque desconocía sus dos causas penales abiertas en la Audiencia Nacional.
El juez Rafael Lasala, titular del Juzgado de Instrucción 7 de Zaragoza, ha dictado un auto para sobreseer provisionalmente la actuación del diplomático aragonés Camilo Villarino, investigado por prevaricación en la entrada a España del líder del Frente Polisario Brahim Gali en abril de 2021 cuando era jefe de gabinete de la ministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya, si bien mantiene todavía la instrucción en relación con la ministra.
De esta manera, responde a la petición que presentó la abogada del Estado, María del Mar González, sobre el sobreseimiento de la causa, al considerar que no participó en la falsificación de un documento de identidad personal de Gali cuando ingresó en el hospital de Logroño, donde lo atendieron por covid, ni en el encubrimiento de las dos causas pendientes del líder saharaui en la Audiencia Nacional. Asimismo, el juez detalla que el Ministerio Fiscal “está de acuerdo” con el archivo provisional.
“Sobreseo provisionalmente estas actuaciones únicamente respecto de Camilo Villarino”, concluye el auto, al que ha tenido acceso HERALDO, porque el magistrado considera que “no es fácilmente apreciable” la prevaricación en la actuación de Camilo Villarino. El resto de la causa queda todavía pendiente y por eso desestima el resto de la petición que la abogada del Estado hizo el pasado 8 de febrero.
El juez detalla que Camilo Villarino admitió haber propuesto a la ministra de Exteriores que la entrada de Gali a España “debía ser discreta, para no ofender a terceros países” (en referencia a Marruecos) el pasado 18 de abril de 2021. “Las gestiones indican en este relato refleja la buena voluntad de quien decide ayudar al enfermo, y una actitud humanamente irreprochable”, concluye el auto. Aun así, el magistrado aclara que el diplomático aragonés ignoraba que el líder del Frente Polisario tenía abiertas dos causas penales en la Audiencia Nacional y por eso niega su prevaricación.
“Si nada se sabía de la condición procesal de Gali, ningún reproche penal cabe realizar”, señala el auto. Según los datos aportados, entre los días 18 y 22 de abril Camilo Villarino ignoraba este problema penal hasta que el Ministerio del Interior le informó de las causas pendientes contra el líder del Frente Polisario, “cuando ya llevaba varios días en España”.
El auto detalla que Villarino recibió una llamada el pasado 15 de abril de la directora gabinete de la Vicepresidencia del Gobierno, María Isabel Valldecabres, para preguntarle si sabía algo de la posible llegada del dirigente del Frente Polisario a España, y este le contestó que lo ignoraba. Por eso, el diplomático llamó al día siguiente a la ministra de Exteriores, quien le confirmó que había recibido una petición en ese sentido. De hecho, la presidenta de La Rioja, Concepción Andreu, encargó varias gestiones a su jefe de gabinete, Eliseo Sastre, sobre su atención sanitaria en un hospital de Logroño.
Al haber informado a Villarino de que la llegada era “inminente” por el precario estado de salud del enfermo, y que este llegaría acompañado de un familiar, el director de gabinete de Exteriores contactó con el responsable del Gobierno de La Rioja y con el teniente general Francisco Javier Sánchez, segundo Jefe del Estado Mayor del Aire, a quienes les informó de la llegada de Gali a la Base de Zaragoza en un avión del Estado argelino.
El auto precisa que la aeronave fue dirigida a la plataforma militar de la Base y se dio la orden de que, aunque procedía de un país no perteneciente de la zona Schengen, “no se llevara a cabo el preceptivo control de pasaportes que se realiza en las dependencias del Cuerpo Nacional de la Policía en la zona civil del aeropuerto de Zaragoza, ni el de aduana al personal que viajaba en la citada nave".
Al general de la Base de Zaragoza, que entonces era José Luis Ortiz Cañavate (actualmente general jefe de Movilidad Aérea), le comunicaron tan solo que en aquel avión viajaba “una persona enferma que iba en camilla medicalizada” y que “disponía de pasaporte diplomático argelino”. Por esto, la autoridad militar se comunicó a la Policía y con seguridad de la Guardia Civil del aeropuerto “para que no pasaran por la aduana los ocupantes del citado avión, del modo que se hace cuando aterriza algún avión procedente de un país no Schengen”.
Precisa que la aeronave argelina llegó unos minutos antes de las 19.30 del 18 de abril a la Base de Zaragoza, donde lo recogieron en una ambulancia del Servicio Riojano de Salud y lo trasladaron al Hospital San Pedro de Logroño, donde llegaron hacia las 22.00, y Brahim Gali quedó ingresado en situación crítica bajo el nombre de Mohamed Benbatouche, según los datos del pasaporte que aportó un acompañante,
La publicación del ingreso del político saharaui el pasado 23 de abril, cinco días después de su llegada en secreto a España, provocó una crisis diplomática con el Reino de Marruecos y entonces, la directora de gabinete del Ministerio del Interior, Susana Crisóstomo, telefoneó a Camilo Villarino para informarle de que iban a comunicar a la Audiencia Nacional su presencia en España por sus causas abiertas.
