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Abusos en La Salle: "Primero pegaba y luego te empezaba a tocar"

Un alumno del centro de Zaragoza a finales de los años 60 denuncia los tocamientos a los que era sometido y pide una comisión judicial civil para investigarlo.

Imagen de una campaña de concienciación y denuncia de los abusos a menores
Imagen de una campaña de concienciación y denuncia de los abusos a menores

Exalumnos del antiguo colegio de La Salle Montemolín de Zaragoza, situado en la calle Miguel Servet, han dado un paso al frente y recuerdan que a finales de los años 60 sufrieron en las clases episodios de tocamientos y abusos sexuales por parte de un religioso del centro, cuando ellos apenas eran unos adolescentes. 

HERALDO reunió a dos antiguos compañeros de la clase de tercero de Bachiller. Cuando sucedieron los hechos, Jorge G. y José Luis M. C. apenas tenían 14 años pero aún recuerdan el infierno que ellos afirman que padecieron con el hermano Macario. V. , profesor de Matemáticas y Ciencias. 

"Aquel docente llegó en 1967 de otro colegio. Era un auténtico depredador y aplicaba su filosofía: pegaba y luego te metía mano en medio de la clase. Tenía fijación con algunos alumnos y si se negaban, se empeñaba más". Así relata Jorge G. lo que sufrieron aquellas dos clases de tercero A y B donde había 90 alumnos. "Se acercaba a tu oído a chuparte, te pasaba la mano por el pecho y te lamía. Lo peor era que coincidieras a solas en el recreo o bien cuando te llevaban a confesión los fines de semana. Hasta se encerraba con los alumnos en la clase. Hay gente que lo pasó peor que yo".

Este relato lo confirma su compañero de clase José Luis M. C. Ambos exalumnos son ahora jubilados, tienen 66 años, pero recuerdan con detalle las escenas protagonizadas por el profesor Macario, e insisten en que pese a que no ocultaba sus agresiones sexuales, nadie lo llevó a los tribunales con una denuncia. "No era normal. Yo sufría al ver aquello", sostiene José Luis. 

Su compañero Jorge agregó: "Primero te pegaba y luego te empezaba a tocar. Cuando un día un compañero se negó a asumir los tocamientos, él se enfadó y le pegó un puñetazo en el estómago que provocó que el muchacho cayera redondo al suelo. El chaval no volvió a clase, sus padres se lo llevaron del colegio".

Insisten en que la ausencia de una denuncia no exime de la gravedad de la situación que padecieron varios alumnos. "Aquello fue un terror. Hubo cosas más fuertes. Y no es nada agradable recordarlo", señaló.

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