liberalización de la Ap-2
Los alcaldes de la N-II hacen piña y exigirán una compensación al Estado por la pérdida de ingresos
Sus arcas municipales dejarán de percibir, en total, 1,8 millones anuales en concepto de IBI de la concesionaria.
Los alcaldes de los once municipios aragoneses que atraviesa la N-II están decididos a hacer piña para afrontar la situación y exigir compensaciones al Estado por la merma de ingresos que traerá consigo el fin de la concesión de la autopista de Barcelona. Sus arcas municipales dejarán de percibir, en total, 1,8 millones anuales en concepto de IBI de la concesionaria, pero la nueva titular de la AP-2 desde ayer, la Administración central, no tendrá que seguir abonando esta cuantía al estar exenta. De la misma forma, exigen, como mínimo, el acondicionamiento del único tramo de la N-II sin desdoblar, de Alfajarín a Fraga.
La alcaldesa de Villafranca de Ebro, Volga Ramírez, adelantó una próxima reunión de los siete municipios zaragozanos y cuatro oscenses afectados para tomar medidas, ya que no solo dejarán de cobrar el IBI, sino que muchos negocios que viven de la carretera van a sufrir un severo impacto por el trasvase de tráfico. "La seguridad vial es lo primero, pero nos tienen que ayudar. Hablan mucho de despoblación, pero nos dejan abandonados", dijo.
Ramírez coincidió con el alcalde de Bujaraloz, Darío Villagrasa, en reclamar el arreglo de la nacional, llena de parches como consecuencia de un deficiente mantenimiento y años de intenso tráfico pesado. "No sabemos cuantificar las afecciones, pero solo en mi pueblo hay más de 50 personas que trabajan en negocios relacionados con la carretera. Espero que su profesionalidad y calidad la sigan teniendo en cuenta los conductores", añadió Villagrasa.
El alcalde de Candasnos, Miguel Ángel Antín, consideró de justicia que se les otorgue algún tipo de apoyo económico, sobre todo porque la concesión de la AP-2 se alargó 44 años y solo han cobrado el IBI los últimos cinco. "Estamos contentos de que nos quiten el peligro, aunque no nos podemos olvidar de los perjudicados. En Candasnos, dos hoteles y otros tantos restaurantes", detalló.
Por su parte, su homóloga de Pina de Ebro, Mercedes Abós, fue más lejos que el resto de regidores y planteó que el Gobierno central debería acometer el desdoblamiento pendiente. A su juicio, el tráfico del corredor lo justifica y se podría mantener el flujo de actividad en los once municipios.
