El ‘boom’ de las autocaravanas llena los municipios, mientras Aragón ultima la nueva normativa

El creciente interés por el turismo de autocaravana se ha disparado, todavía más, a raíz de la covid-19, lo que ha provocado que muchos municipios de Aragón vean cómo se llenan los párquines, pero también otros espacios como caminos o prados. "Un día hicimos un conteo y había casi 500 en la zona", puntualiza José Ignacio Abadías, alcalde de Benasque. Esta situación no es única y, por ello, desde el año pasado, el Departamento de Industria Competitividad y Desarrollo Empresarial trabaja en un nuevo decreto que modifique el reglamento de alojamientos turísticos al aire libre e incluya las áreas de autocaravanas.

En Benasque cuentan actualmente con un parquin para 20 vehículos de este tipo y están haciendo un estudio para ampliarlo a más de 200, con el que, de mantenerse la demanda, no lograrán "solucionar el problema". "Supone un coste importante, ya que estas zonas deben de contar con luz, agua, vertido de aguas residuales...", recuerda Abadías. Para él, como otros ediles de la zona, el problema se encuentra principalmente en que algunos de estos turistas aparcan en sitios no adecuados, "cortando pasos o interrumpiendo acceso a propiedades privadas".

Asimismo, aunque se encuentren aparcadas en párquines al uso, "al no contar con espacios de evacuación de residuos y basuras, se puede llegar a producir un problema de salud pública".

"Hay gente muy limpia, pero no todos son así. Hemos llegado a ver cómo hacen hogueras y eso es muy peligroso, especialmente, en verano", recalca José María Giménez, alcalde de Boltaña, quien también recuerda que muchas de las carreteras de la zona no están preparadas para el tránsito de estos vehículos de grandes dimensiones. "Entre todos tendremos que buscar cómo atender las necesidades de los turistas sin que se vean afectadas las de los vecinos de la zona", puntualiza.

Precisamente, esta es una de las razones por las que la DGA ha impulsado el cambio normativo que espera que esté en vigor antes del próximo verano o incluso en primavera. "Se pretende proteger el medioambiente, ya que los residuos –como aguas fecales– no se pueden soltar en cualquier espacio", puntualiza Elena Allué, directora general de Turismo. Asimismo, la nueva normativa implantará un sistema de control de los viajeros para garantizar su seguridad y también la de los vecinos de la zona. Las áreas dedicadas a las autocaravanas deberán contar con un vallado de seguridad y todos los turistas tendrán que identificarse. Como ocurre con otros alojamientos –hoteles, casas rurales o apartamentos– esta información se facilitará a la Policía Nacional y, además, servirá para el registro turístico.

Por último, desde la dirección general pretenden hacer una clasificación de las áreas de acampada para autocaravanas, en función de los servicios que ofrezcan, como duchas, baño, electricidad, evacuación de aguas negras; y también de cuántas horas pueden permanecer, ya que el objetivo es que estos espacios sean de tránsito.

En Albarracín ya se trabaja en la creación de un aparcamiento de autocaravanas, que como el resto de las que existen en los municipios de la Comunidad, tendrá que adaptarse a la nueva normativa si permiten la pernocta. "Un promotor está elaborando el proyecto para contar con 50 plazas", apunta el alcalde Michel Villalta.

Cambio de perfil

La pandemia ha modificado el perfil de las personas que se desplazan en autocaravana, camper o incluso furgoneta. Además de provocar que algunos apuesten por este tipo de turismo para evitar el contacto con otras personas, el mayor cambio se percibe en la nacionalidad. "Antes venían de Europa y muchos lo hacían fuera de temporada; ahora, son turistas nacionales que se juntan, especialmente, en agosto", señala Enrique Pueyo, alcalde de Aínsa.

El presidente de la Federación Española de Asociaciones de Autocaravanas , José Luis Quintero, confirmó este cambio: "Antes nos íbamos por Europa, donde este turismo está más extendido, pero por la incertidumbre de la pandemia, nos estamos quedando aquí. Por eso parece que hay un mayor crecimiento, pero realmente este ha sido constante desde hace años".

Mientras tanto, en los municipios siguen percibiendo cómo aumentan este tipo de vehículos en sus zonas, a la espera de ver los efectos que tiene la normativa que Aragón pretende implantar en los próximos meses.