terrorismo
El etarra Andoni Murga sale libre de la cárcel de Zuera tras 25 años preso
Una treintena de familiares y amigos del País Vasco lo acompañan en su salida, con banderas de los presos e ikurriñas
El preso de ETA Andoni Murga Zenarruzabeitia ha salido a las 10.00 de este miércoles en libertad de la prisión de Zuera, acompañado por una treintena de familiares y amigos procedentes del País Vasco que le aplaudieron cuando franqueó la puerta del centro penitenciario.
Murga Zenarruzabeitia, un periodista de ‘Egin’, cumplió una condena de 25 años en prisión, desde el 18 de agosto de 1996, por atentar contra una serie de empresas para obligar a sus dueños a pagar el impuesto revolucionario y puso un artefacto explosivo en la empresa Confecciones Aitgorri, en Salvatierra (Álava).
Cumplió las tres cuartas partes de la condena en mayo de 2015 y la Junta de Tratamiento de la prisión gallega de Teixeiro propuso en 2019 su traslado a otra prisión más cercana a su vinculación familiar, y así llegó a la de Zuera.
Lo singular del interno Andoni Murga es que se negó a ser trasladado a la prisión de Martutene, en San Sebastián, el pasado julio. Fuentes penitenciarias señalaron que su comportamiento en la cárcel de Zuera fue "muy correcto" con los funcionarios. Hacía deporte diario por el patio y en el polideportivo dos veces por semana, leía y estudiaba en el aula del módulo y asistía a las clases regladas.
Su negativa a ir a Martutene llegó en pleno acercamiento de los etarras al País Vasco por el Gobierno de Pedro Sánchez y después de que el Gobierno vasco asumiera la competencia de prisiones, el pasado 10 de mayo.
Andoni Murga se fotografió a las puertas de la cárcel de Zuera con los familiares y amigos que vinieron del País Vasco, que portaban ikurriñas y banderas de los presos de ETA. Prefirió no hacer declaraciones a este periódico cuando se le preguntó antes de marcharse a su tierra.
La salida del preso Andoni Murga de la cárcel de Zuera coincidió con el traslado de la etarra Itxaso Zaldua, procesada por el atentado de Manuel Giménez Abad en 2001 en Zaragoza, desde la cárcel de Villabona (Asturias) a la de Zaballa (Álava).
