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Sin conexión y con 5G en tiempos en que las vacas llevan GPS: "Si en los pueblos no hay suficiente cobertura, están muertos"

Mientras avanza la expansión de la fibra óptica y el 5G en zonas rurales de Aragón, en una comunidad con mucho territorio y poca población sigue habiendo lugares con problemas para estar conectados.

Luis Buetas, ganadero de El Pueyo de Araguás en su explotación.
Luis Buetas, ganadero de El Pueyo de Araguás, utiliza el móvil para gestionar su explotación.
L. B.

Si algo ha dejado claro desde el principio la pandemia de covid-19 ha sido la necesidad de estar conectado. La vuelta a la normalidad se va abriendo paso, pero han quedado cambios como las consultas médicas telefónicas o las citas para la vacunación contra el virus a través de una aplicación móvil; más clases por internet y trámites con la Administración sin pasar por ventanilla. Las operadoras de telecomunicaciones han acelerado la expansión de las redes de fibra óptica y 5G, que llegan a pequeños municipios aragoneses donde ya las aprovechan algunos jóvenes emprendedores, pero sigue habiendo localidades que viven "sin cobertura".

Pese a los planes de las administraciones públicas y las operadoras para extenderlas, en una comunidad como la aragonesa, con mucho territorio, poca población y dispersa, sigue habiendo zonas "de sombra". Entre ellas, las pequeñas poblaciones del valle de La Guarguera, en el Prepirineo aragonés. "Si en los pueblos no hay suficiente cobertura, están muertos", afirma Paco Santolaria, agricultor y presidente de la asociación Guarguera Viva, que reclama desde hace años mejoras en las infraestructuras del valle. Él vive en Molino de Villobas, una de las casas que quedan de lo que fuera una aldea. Tiene instalada una antena para poder usar el teléfono fijo e internet en casa.

"Yo he vivido de pequeño sin teléfono en mi pueblo, pero hoy en día es necesario. Hemos aprendido en este año y medio que no se puede estar sin cobertura", apunta, en relación a los efectos de la crisis sanitaria.  Pide a las administraciones y a las empresas que escuchen a los afectados en estas zonas con dificultades porque muchas veces para solucionar los problemas solo basta "una pequeña modificación", aunque es consciente de que la ubicación de algunos dificulta las mejoras.

"He vivido de pequeño sin teléfono en mi pueblo, pero hoy en día es necesario"
Paco Santolaria, presidente de la asociación Guarguera Viva, con la antena instalada en su casa.
Paco Santolaria, presidente de la asociación Guarguera Viva, con la antena instalada en su casa.
P. S.

Este grupo de municipios oscenses, a media hora de Sabiñanigo, forman una de las zonas más despobladas "de Europa", afirma Pedro Marín, vecino de Laguarta, donde solo reside su familia y otra más que ha reabierto hace poco el albergue.  El mayor es Aineto, que calcula ronda los 40 habitantes, una cifra que "es un milagro" para la zona, asegura, como el hecho de que mantenga abierta la escuela.

Mejora internet pero falla el teléfono

En este bello paraje natural, que cuenta con una de las carreteras turísticas con más encanto (A-1604), sus pocos habitantes conocen al dedillo el mapa mental de las zonas con cobertura, distintas según la compañía telefónica. "El móvil es un pequeño caos", reconoce. Los repetidores se encuentran en la carretera que une La Nave y Boltaña.  "Dentro de sus 50 kilómetros nos conocemos todas las zonas de cobertura y de sombra", explica. Unas operadoras cubren más y otras menos, pero ninguna toda la zona. Si se comienza a hablar durante el trayecto hay que "parar el coche y ponerte en el arcén para terminar la conversación", cuenta sobre los saltos de la red de comunicaciones. Incluso les afecta si hay puente festivo y Monrepós se llena de turistas de camino al Pirineo. "Si hay mucho flujo de personas, los repetidores atienden los teléfonos más cercanos, a los que van por la carretera, porque cada repetidor tiene un número de salidas", comenta.  

"Internet en estos días es básico para poder vivir aquí. Necesitamos internet para todo"

Pese a los inconvenientes de tener conversaciones de móvil entrecortadas, lo que más le preocupa es internet. "Si falla la telefonía móvil no pasa nada, pero el internet en estos días es básico para poder vivir aquí. Necesitamos internet para todo", reconoce. Y en esto, Marín afirma que han conseguido mejorar. La tormenta Filomena que azotó España en enero les dejó varios días sin conexión, algo que era frecuente hasta entonces. Sin embargo, tras muchos años de pedir mejoras han obtenido respuesta. "Ha mejorado bastante porque a principios de año la compañía Embou trasladó el repetidor a Monrepós", señala, sobre una de las que ofrecen servicio, y que mejoró la señal. 

Pese a ello, siguen registrándose problemas. "En Lasaosa tienen que tener conexión por satélite" y otras zonas están bastante mal por la orografía. Es consciente de que son pocos habitantes, pero reclama que continúen reforzándose las comunicaciones. "Hay bastante gente que teletrabaja y tenía auténticos problemas", se queja. Viven y trabajan desde allí personas que son traductores profesionales o consultores. Y hay varios negocios nuevos, un comercio de productos artesanales, cosmética natural y fabricación de cerveza artesana.

Quedarse en el medio rural gracias a la tecnología

Luis Buetas, ganadero de El Pueyo de Araguás, en su explotación.
Luis Buetas, ganadero de El Pueyo de Araguás, en su explotación.
L. B.

En los municipios a los que llega la tecnología hay quien ya la aprovecha para incorporarla y modernizar actividades tradicionales. Es el caso de Luis Buetas, ingeniero agrónomo de 27 años del pequeño municipio oscense de El Pueyo de Araguás. Estudió en Lérida y volvió a su pueblo para incorporarse con su padre a la explotación ganadera y agrícola familiar. Forma parte de la generación de jóvenes agricultores que sacan partido a aplicaciones móviles e internet para gestionar su trabajo del día a día.  Para él, la conexión a internet es "una necesidad básica".

"A día de hoy para que tu explotación sea competitiva hay que estar a la altura de la agricultura 4.0 (que consiste en implementar el uso de herramientas tecnológicas para la optimización de los recursos), que solo se puede llevar a cabo si tienes una buena velocidad de internet", cuenta en una conversación vía Whatsapp.

"Hay muchas aplicaciones en las que apuntas las tareas de campo en el móvil y cuando llegas a casa lo descargas en el ordenador y puedes tomar decisiones"

Controla sus vacas con el sistema de localización GPS, para que no se salgan de la parcela en la que pastan; puede activar desde el móvil el riego del cereal y los forrajes que cultiva  y cumplir los trámites con la administración. "Ahora hay muchas aplicaciones en las que apuntas las tareas de campo en el móvil y cuando llegas a casa lo descargas en el ordenador y puedes tomar decisiones. Por ejemplo, la dosis de abono en cada parcela, que antes te lo apuntabas en un cuaderno".

 Por eso, aunque ve importante la fibra, destaca la necesidad de una buena conexión desde el móvil. "Muchas cosas las consultas fuera de casa, en la propia explotación". En el municipio llega la fibra óptica con Movistar y en móvil el 4G. Los trámites electrónicos le ahorran tiempo con el papeleo. "Buscas realizar estas tareas lo más rápido posible para dedicar más tiempo a lo que verdaderamente nos gusta, que es el campo", reconoce sobre su profesión. Como ejemplos de actividades que requieren la comunicación con la administración enumera los nacimientos de animales, los documentos de traslado y las bajas. 

Las buenas conexiones van a permitir a su pareja, Natalia Langa, que también es ingeniera agrónoma, trasladarse de Zaragoza al pueblo oscense para terminar su doctorado desde el municipio.  "Gracias a la buena conectividad, desde casa puede realizar el seguimiento de conferencias, cursos y demás, sin problema alguno", afirma Luis. Se plantea incluso teletrabajar en un futuro.

Pueblos a la espera de aprovechar el salto tecnológico

Los turistas han vuelto este fin de semana a Sos del Rey Católico.
Turistas en Sos del Rey Católico.
Heraldo

Mientras, hay otros municipios a los que han llegado las inversiones en tecnología, pero todavía no han tenido tiempo de aprovecharlasEn Aragón, tienen cobertura de red 5G de Telefónica 13 municipios de la provincia de Zaragoza, 11 de Huesca, y 2 de Teruel. Entre los más pequeños de España se encuentra Hoz de Jaca. Sus alrededor de 70 habitantes, aunque aumenta la población en verano, pueden beneficiarse ya de esta tecnología. Desde el ayuntamiento de la localidad oscense confiesan que "aún no somos conscientes" del salto tecnológico, tras verse entre los municipios más avanzados del país, pero sí lo son de los beneficios que puede traerles a la hora de hacer más atractivo el municipio. 

"Otros municipios se quedaban sin internet para todos pero aquí no falló la velocidad y ningún niño se quedó sin clase"

En el caso de la red de fibra óptica de la operadora, entre los pueblos pequeños en España mejor conectados hay otro aragonés, Ainzón. La principal diferencia la han notado en esta localidad del Campo de Borja desde el inicio de la crisis sanitaria. El año pasado, durante el confinamiento, "la hora punta en la pandemia era a las 9.00, cuando los niños se conectaban a las clases virtuales y la gente teletrabajaba. Otros municipios se quedaban sin internet para todos pero aquí no falló la velocidad y ningún niño se quedó sin clase", recuerda Paula Cruz, la alcaldesa de la población.

Cree que "no valoramos lo que tenemos" porque asegura que siempre han estado bien conectados. Lo que sí ha habido desde el principio ha sido "mucho interés" entre los vecinos por colocar la fibra. "Nos la instalamos el 90% de la población", asegura. El único punto negativo que reconoce de disfrutar de la última tecnología es que "tenemos unas marañas de cables en el pueblo y unos armarios que afean bastante a la entrada de Ainzón". Sin embargo, la mancha estética les compensa, sobre todo, con el actual acelerón de la digitalización.

"Ojalá pueda haber empresas que viendo la fibra vengan o personas que decidan teletrabajar desde Sos" 

Los municipios más afortunados tecnológicamente esperan que esta baza les ayude a retener población e incluso atraerla gracias al impulso del teletrabajo tras la pandemia. Uno de los que apuestan por ello es Sos del Rey Católico. "Teníamos problemas de cobertura en algunos puntos. Es una villa medieval y hay algún punto negro. Cuando hicimos la última señalización del pueblo incluimos códigos QR y dijimos para qué si no tenemos cobertura, pero luego esa previsión al final vale", explica su alcaldesa, María José Navarro.

El municipio zaragozano consiguió hace unos años un "bono wifi" de la Unión Europea para subvencionar los costes de equipamiento e instalación de puntos de acceso a internet. Ahora ha llegado la fibra óptica. "Todo el mundo tenía muchas ganas. Tener una conectividad más rápida y de calidad es esencial para todo", asegura. Es tan reciente la instalación que solo les ha dado tiempo a beneficiarse de mejores conexiones en el congreso de turismo sostenible celebrado la semana pasada, que fue en buena medida por 'streaming', debido a la limitación de aforos por la pandemia. "Ojalá pueda haber empresas que viendo la fibra vengan o personas que decidan teletrabajar desde Sos. O para estudiar con la formación a distancia", plantea como opciones de la recién estrenada conexión de alta velocidad. Con menos de 600 vecinos residiendo todo el año, cree que mejorar la tecnología "es una oportunidad como medio rural, abocado a la despoblación". 

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