Aniversario para pensar
Esta semana se celebra el veinte aniversario del atentado contra Manuel Giménez Abad, presidente del Partido Popular en Aragón. Aquella tarde del domingo 6 de mayo se disputaba el partido de fútbol Real Zaragoza-Numancia y mientras un grupo de aficionados sorianos subía hacia La Romareda por el paseo de Teruel, un etarra armado esperaba en la calle Princesa al político, que iba acompañado de su hijo Borja (de 16 años). Fue asesinado de tres disparos por la espalda y sin cruzar palabra.
Dos décadas después, y aunque la banda terrorista declaró el final de su locura asesina en 2011, el juicio del atentado contra Giménez Abad –con los terroristas Mikel Carrera e Itxaso Zaldua en el banquillo de los acusados– aún sigue pendiente y no se celebrará hasta 2022. De los 829 crímenes que cometió la banda asesina ETA quedan sin resolver 300 en la Audiencia Nacional.
El asesinato del político aragonés ocurrió durante las elecciones del País Vasco de mayo de 2001, lo que provocó la suspensión de un día de aquella campaña y el desplazamiento del lendakari Juan José Ibarretxe a su funeral en la catedral de Jaca, donde sería abucheado.
Hoy, el Gobierno está en pleno proceso de traslado de los etarras presos al País Vasco, a puertas de la firma del traspaso de la competencia de Instituciones Penitenciarias. La acusada Itxaso Zaldua ha sido una de las beneficiadas de esta política al ser enviada a una prisión en Asturias. Por su parte, Mikel Carrera, preso en Francia, se encuentra ahora en la cárcel de Lannemezan, cerca de Tarbes. Espero que el juicio se celebre cuanto antes, que paguen los culpables y triunfe la Justicia en una sociedad que venció a una banda terrorista.
