El secreto del aceite solidario que procede de olivos centenarios del Bajo Aragón

Realizado en el municipio turolense de Oliete, en lo que va de año el producto ‘Mi olivo’ ha recibido cuatro reconocimientos, entre ellos el de Mejor Aceite del Bajo Aragón 2020

Zona de olivos en Oliete
Zona de olivos en Oliete
Oscar Galvan

Varias son las particularidades que rodean a la marca de aceite ‘Mi olivo’ producido por la iniciativa turolense Apadrinaunolivo.org, un aceite de oliva virgen extra que además de ser solidario y sostenible, forma parte de la Denominación de Origen Protegida del Bajo Aragón.

Realizado en el municipio turolense de Oliete, en lo que va de año ha recibido cuatro reconocimientos, entre ellos el de Mejor Aceite del Bajo Aragón 2020 que otorga cada año el Consejo Regulador de la D. O. Protegida Aceite del Bajo Aragón así como la Medalla de Oro en la quinta edición del Concurso Internacional EVO-IOOC 2020, en Italia, donde fueron reconocidos varios aceites del Bajo Aragón con la medalla de plata.

Además, era doblemente reconocido en la prestigiosa cita internacional Terraolivo 2020, que se celebró en Jerusalén, y donde obtuvo dos galardones: ‘The Best Sweet Almond’ y ‘Grand Prestige Gold’. Durante este certamen también fueron reconocidos otros aceites del Bajo Aragón como Aceites Impelte, Alcober e Hijos, Frutícola Maellana, La Calandina, Almazara de Jaime, Molino Alfonso y las Cooperativas de Valdealgorfa y del Mezquín.

Pero sin duda, una de las mayores particularidades que giran en torno a este aceite es su origen ya que la oliva con la que se prepara es fruto de los olivos centenarios recuperados en la zona a través de la labor de la ong Apadrinaunolivo.org, cuyo objetivo primordial no es otro que contribuir a la repoblación de la localidad que hoy cuenta con 365 habitantes y más de 100.000 olivos.

"Hasta la fecha han sido recuperados 10.000 olivos y de ellos sale este aceiteque producimos desde 2016 en nuestra propia almazara"

“Hasta la fecha han sido recuperados 10.000 olivos y de ellos sale este aceite de oliva que producimos desde el año 2016 en nuestra propia almazara y el cual, tras ser repartido entre los más de 5.000 padrinos y madrinas vinculados al proyecto, genera un excedente que se vende a través de nuestra 'e-commerce'”, explica José Alfredo Martin, cofundador de la iniciativa. Además, todos los beneficios obtenidos dirigidos a la recuperación del olivar.

A raíz de los avances del proyecto, poco a poco varios agricultores de la zona se animaron a recuperar sus cultivos. Carlos Blanco (38) llegó al pueblo hace tres años desde Barcelona junto a su familia en busca de una nueva vida. Hoy vive en el pueblo con su mujer y sus 4 hijos y es el maestro de la almazara en la que trabaja con un equipo formado por 7 personas. Blanco controla el proceso de producción del aceite “desde el momento de la recepción de la oliva”, asegura.

Las particularidades de este aceite comienzan desde la primera fase de elaboración. “Nuestro trabajo empieza en el olivar con la recogida ya que usamos una metodología diferente: el producto se deposita en unas cajas de 300 kg eliminando otros métodos como los remolques o los sacos que dañaban más la oliva”, admite Blanco. Y no solo eso, los agricultores también realizan un esfuerzo en lo relativo a los tiempos de trabajo: “Nuestra oliva nunca permanece más de 12 horas almacenada”.

"Cuando se trabaja con un fruto tan fresco y tan bien tratado… es complicado que no salga un producto bueno"

“Cuando se trabaja con un fruto tan fresco y tan bien tratado… es complicado que no salga un producto bueno”, afirma el maestro que asegura que todas las fases son importantes, desde los cuidados del campo y de los olivos, la mayoría de ellos abandonados durante décadas, hasta el momento final del envasado.

“El campo de Oliete ha vivido el abandono durante más de 40 años por lo que recuperar su productividad es un proceso muy lento y costoso que requiere de grandes dosis de paciencia”, asevera. Hasta la almazara de Oliete llegan unos 7.000 kilos de oliva al día los cuales se transforman en 1.200 litros de aceite, en su mayor parte empeltre.

Carlos Blanco, maestro de la almazara de Oliete
Carlos Blanco, maestro de la almazara de Oliete
HA

Aceites de prestigio

Una vez en el molino, la correcta manipulación de la oliva también es fundamental a la hora de conseguir un buen aceite, desde a elección de la criba pasando por la elección de la temperatura, así como el tiempo de batido. “De normal lo hacemos a 24 o 25 grados durante unos 45 minutos, aunque varía según cómo llega el fruto, por eso tienes que conocer muy bien el producto”, señala Blanco.

Actualmente el Bajo Aragón es reconocido en todo el mundo como uno de los territorios más propicios para el cultivo de oliva donde se produce el mejor oro líquido. Así lo afirman desde el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Aceite del Bajo Aragón que actualmente representa “a unos 3.400 agricultores y 36 empresas, el 60% de ellas son cooperativas”, explica su secretario y director técnico desde el año 1999, Juan Baseda.

En sus palabras, los del Bajo Aragón son considerados “aceites de prestigio”, ya que es un producto “suave y dulce que funciona muy bien en mercados de todo el mundo”. “Estamos orgullosos de las empresas a las que representamos. A pesar de ser tiempos complicados, sus productos siguen sumando reconocimientos tanto a nivel nacional como internacional”, asegura Baseda.

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