entrevista

"La OMS cometió un error garrafal al no admitir que el virus puede transmitirse por el aire"

El zaragozano José Luis Jiménez, que trabaja como experto en aerosoles en la Universidad de Colorado, ha sido uno de los científicos internacionales en advertir sobre la transmisión aérea de la covid.

José Luis Jiménez, en una cámara de 'smog' atmosférico.
José Luis Jiménez, en una cámara de 'smog' atmosférico.
Anne Handschy

El zaragozano José Luis Jiménez es uno de los máximos expertos en la investigación de la contaminación atmosférica. Desde el año 2002, es profesor en la Universidad de Colorado en Boulder (Estados Unidos) y ha sido uno de los 239 científicos que hicieron admitir a la OMS que el coronavirus se puede transmitir por el aire en lugares cerrados. Jiménez, que estudió Ingeniería Industrial en el Centro Politécnico Superior (1992) y realizó el doctorado en el MIT de 1994 a 1999, explica que el coronavirus se puede transmitir por el aire en interiores sin ventilación y con aglomeraciones.

¿Cuánto sabemos acerca del coronavirus? Desde la aparición de los primeros casos en China en noviembre parece que se ha desatado una carrera de estudios que, por lo visto, son poco concluyentes...

Es un patógeno nuevo, pero la comunidad científica se ha volcado con una intensidad y dedicación sin precedentes. Como dice el profesor Joe Allen es la primera vez en la historia que todos los campos de la ciencia están trabajando en el mismo problema. En particular estamos rompiendo barreras de comunicación que no se habían podido romper en los 110 años pasados. Pero hay que cambiar de manera fundamental los paradigmas de transmisión de enfermedades infecciosas en los que se basan las recomendaciones de la OMS, que tienen errores e interpretaciones incorrectas importantes, pero se resisten como un gato panza arriba, aunque la evidencia está de nuestra parte.

Se refieren a que le costó admitir que la covid se puede transmitir por el aire en lugares cerrados… ¿Por qué tantas reticencias?

Costó muchas décadas convencer a los médicos que el sarampión y la tuberculosis se transmiten por aerosoles (partículas microscópicas que flotan en el aire), a pesar de que son espectacularmente transmisibles de esa manera, por la dificultad de los estudios. Hay un error que data del libro de Chapin en 1910 sobre la transmisión de enfermedades infecciosas. No hacía mucho tiempo que Pasteur había demostrado que los gérmenes causaban muchas enfermedades. Y había una reacción contra la teoría de las miasmas, de que emanaciones fétidas de suelos y aguas impuras, transmitidas por el aire, eran la causa de enfermedad. Entonces Chapin, para descartar con más fuerza los restos de la teoría de las miasmas, tomó una postura muy negativa de que era muy difícil que una enfermedad se transmitiera por el aire. Y esa postura continúa hasta el dia de hoy. Wells ya demostró en 1934 que los aerosoles podrían causar contagio, pero tanto él como su discípulo Riley se encontraron con una resistencia feroz durante décadas. Les costó sangre, sudor y lágrimas que se aceptase que la tuberculosis y el sarampión se contagian por aerosoles.

¿Entonces cuáles son las fuentes de contagio?

La OMS ha admitido que no tiene ninguna evidencia directa de que la covid se transmita por gotículas o por contacto con objetos, solo tienen evidencias indirectas. ¡Pero sigan lavándose las manos! Sin embargo, para la transmisión aérea pide un nivel de evidencia altísimo que es muy difícil de producir. Parten del prejuicio de Chapin de que es muy difícil que una enfermedad se pueda transmitir por el aire y de una ignorancia de la física de los aerosoles. También ha costado décadas demostrar que la gripe se puede transmitir por aerosoles y todavía no está muy aceptado por los médicos. 

¿Quizá lo hicieran por no generar mucha alarma?

Las únicas enfermedades que están aceptadas como de transmisión por aerosoles (sarampión, varicela, tuberculosis...) son extremadamente contagiosas, pero pensamos que la covid es unas 20 veces menos contagiosa que el sarampión por el aire. Se contagia sobre todo hablando con alguien sin mascarilla, porque el virus sale en aerosoles en la respiración del infectado, y el sano respira parte de ese aire que está muy concentrado en el espacio entre los dos. Se puede contagiar si se comparte una habitación al mismo tiempo durante bastante tiempo, porque los aerosoles que exhala el enfermo se van concentrando, y pueden llegar a un nivel infeccioso. Pero no es como un fantasma que va a venir por la calle de alguien que ha respirado a 300 metros y contagiarte. De hecho, desde la OMS nos pidieron ayuda para crear una directiva sobre como ventilar bien para la covid.

"El virus no es súpertransmisible en el aire como sarampión sino que necesita que le ayudemos"

¿Esto echa por tierra sufridas medidas como el confinamiento o la mascarilla?

La distancia social funciona y el confinamiento también, hay que seguir con la primera, y usar el segundo cuando sea necesario. Pero lo primero es entender cómo se transmite la enfermedad porque eso nos permite luchar contra ella de manera más inteligente y hacer medidas que limiten la vida normal lo menos posible. 

¿Algún consejo doméstico como experto?

En casa, si se sospecha que hay alguien infectado, llevar mascarillas y ventilar. Fuera de casa, lo más importante es evitar durante mucho tiempo los lugares interiores donde haya otras personas (sobre todo, hablando fuerte) y tratar de mantener siempre la distancia social de dos metros. Muy importante prestar atención a que la mascarilla se ajuste bien y no quitársela para hablar o cantar, porque entonces salen de diez a cien veces mas virus que simplemente respirando. Los lugares exteriores son menos peligrosos porque el movimiento del aire diluye los virus muy rápido y durante el día los rayos ultravioleta matan al virus bastante rápido.

¿Cómo fue el cónclave científico de 239 profesionales que cursaron la petición a las autoridades sanitarias?

No tratamos de ser exhaustivos, solo contactamos a científicos de alto nivel y queríamos llegar a cien, porque así la prensa prestaría más atención y obligaría a la OMS a escucharnos. Pero cada uno al que preguntábamos contactaba a otros, así que en pocos días llegamos a 239. Somos cuatro españoles, Xavier Querol del CSIC y un servidor somos del grupo de 36 que contactaron a la OMS y escribieron la petición. Jordi Sunyer y Manuel de Aldana son del grupo de 239 que la firmaron.

¿Cómo ha vivido el confinamiento en Estados Unidos?

Tengo suerte de tener un jardín y con los niños he hecho kilómetros y kilómetros andando en círculos. En Estados Unidos Trump convirtió el tema en un asunto político y sus seguidores se han negado a llevar mascarilla. Los estados con gobernadores republicanos relajaron el confinamiento muy deprisa y va a morir mucha gente por esa imprudencia. 

 ¿Se hace el suficiente caso a la opinión de los científicos o hay demasiado ruido mediático?

Hay ruido mediático y muchos bulos que se propagan como que es un virus artificial y cosas así. Pero en parte refleja el problema clave, que el campo científico que controla las directivas se ha negado durante meses a tomar en cuenta la evidencia a favor de los aerosoles. Los médicos de enfermedades infecciosas y epidemiólogos han cometido un error garrafal al evaluar los mecanismos de transmisión y excluir la transmisión por aerosoles. Pero está claro que no entienden su comportamiento en el aire. Por ejemplo, siguen diciendo que los aerosoles de 5 micras de diámetro caen al suelo en un metro. Esto es un error. Si así fuera no nos tendríamos que preocupar por la contaminación y sería imposible que llegase el polvo del Sáhara a España. Que la OMS promulgue directivas que desafían las leyes de la física no da confianza... Por eso no quedó más remedio que montar el lío de los 239 para obligarles a escucharnos.

Es usted muy activo en Twitter, ¿las redes sociales informan o pueden generar más confusión?

En realidad yo Twitter lo usaba muy poco, me parece un ‘spaghetti’ difícil de seguir. Pero he descubierto que es la forma más eficiente de comunicarse con otros científicos que no conozco, compartir información muy deprisa, exponer las teorías... Y también de transmitir información al público cuando las cosas cambian tan deprisa y los organismos oficiales como la OMS daban información errónea.

"Un ventilador mezcla pero no renueva el aire"

José Luis Jiménez tiene un extenso hilo en Twitter en el que hace una serie de recomendaciones desde su experiencia como científico experto en aerosoles y contaminación. Lo esencial contra la covid es "evitar o reducir lo más posible seis cosas: espacios interiores fuera de casa, con mucha gente, mucho tiempo, poca ventilación, con gente hablando fuerte o cantando o ejercicio intenso y sin mascarillas". Según explica, el coronavirus se contagia respirando el mismo aire de alguien infectado mucho tiempo. "Cuantas más de esas cosas se den, más peligroso es", añade.

Acercar de "ventilar" aclara que se refiere a que "entre aire exterior". Un ventilador mezcla, pero no ventila. "No ayuda e incluso puede ser peor al mezclar las partículas con el virus más rápido". Insiste Jiménez en que el virus "no es súpertransmisible por el aire como el sarampión" sino que la covid "necesita que le ayudemos". Por último, si no se pueden ventilar las estancias correctamente, el científico optaría por filtros HEPA portátiles y no considera muy recomendables otros limpiadores de aire de iones, plasmas, oxidación... 

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