La margen derecha del Ebro sale de los niveles de emergencia tras años de restricciones a la agricultura

Los embalses alcanzan el mejor registro de la década y se sitúan al 65% de su capacidad, el doble que en 2018

Índice de sequía de enero de la Confederación Hidrográfica del Ebro
Índice de sequía de enero de la Confederación Hidrográfica del Ebro
CHE

La margen derecha del Ebro ha pasado de la emergencia a la normalidad en solo 12 meses. Sus embalses están actualmente al 65% de su capacidad, un dato que no alcanzaban en años y que contrasta con el exiguo 33% de 2018 por estas fechas, que marca el mínimo del último lustro.

Las reservas superan, según el último parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), los 415 hectómetros cúbicos. Esta cifra mejora en dos puntos (12 hm3) el registro de hace una semana y evidencia el buen estado de las presas, que, beneficiadas por las precipitaciones de los últimos meses, aventajan en un 11% al promedio de estos últimos cinco años (54%). Se trata, de hecho, del mejor porcentaje de la década, solo equiparable al 64% de 2011 y 2015. Para encontrar uno superior hay que remontarse a 2009, cuando se rebasaba el 74%.

Esta mejoría beneficiará directamente a la agricultura, que augura una campaña "sin restricciones", una situación totalmente opuesta a la vivida hace un año. Manuel Remiro, responsable comarcal de UAGA en La Almunia, reconoce que "hay más tranquilidad". Los niveles actuales hacen que se piense incluso en rotar y sembrar cultivos secundarios, posibilidad que hace un año ni siquiera entraba dentro de sus planes. "Íbamos con el agua al cuello. Por estas fechas, estábamos muertos de miedo", asegura.

La escasez de agua de los últimos años, unida a la caída de los precios, hacía que existiera "una gran incertidumbre". "El agua es vida, y si te falta, las cosechas no valen para nada", recalca. La sequía obligó a los agricultores a apostar por el cereal para salvar la producción. "Esta año habrá mucho también, pero más por economía que por necesidad de riego. El anterior era directamente por lo segundo", señala.

Las reservas parecen garantizadas para julio agosto y septiembre, los meses de mayor actividad. Se espera, de hecho, que sigan creciendo y lleguen a mayo por encima del 70%, ya que los embalses aún pueden recibir más aportaciones. "A partir de julio, se necesita regar cada 14 o 20 días en función del cultivo. Para el maíz, hablamos de 10 o 12 días. Otros años, con las restricciones solo podíamos hacerlo cada tres semanas", dice.

Reservas "suficientes"

El mejor ejemplo de la situación actual, apunta Remiro, es el de La Tranquera. En estos momentos almacena 61 hectómetros cúbicos (75%), más del doble de los 25 hace un año y por encima de los registros del último lustro (49 hm3). "Creemos que La Tranquera alcanzará los 70 hectómetros cúbicos sin problema. Este año va a ser muy distinto", admite el responsable comarcal de UAGA.

El embalse de Maidevera también presenta una situación similar. Los insuficientes 5 hectómetros cúbicos por segundo de 2018 han dado paso a los 11 de este año. En ambos casos, destacan desde la CHE, las reservas "son suficientes para satisfacer las demandas de la próxima campaña". La Confederación confirma que estos datos son susceptibles de mejorar. Sobre todo teniendo en cuenta que queda parte del invierno y la primavera, estaciones con bajos consumos y posibilidad de lluvia.

El embalse de la Moneva, situado en una zona afectada por una sequía permanente, también presenta unos niveles significativos. En los últimos años ha estado prácticamente vacío. El pasado, apenas llegaba a los 0,5 hectómetros cúbicos, pero ahora acoge 2,3, un dato que también se sitúa por encima de los 1,2 que marcan la media del periodo 2014-2018.

Las Torcas, limitado por el volumen de resguardo, está ya prácticamente lleno, con 5 hm3 frente a los 0,6 de hace un año. La diferencia también es llamativa en embalses como el de Cueva Foradada, que de 7 hm3 ha pasado a 21,5 (97%), siete más que la media de los últimos cinco años.

En cuanto al Guadalope, destaca el embalse de Calanda, al 75%, porcentaje que, de acuerdo con la CHE, hace prever una campaña más o menos "normal". Caspe es otro de los que rozan el lleno. Almacena 75 hectómetros cúbicos, 50 más que hace un año. Tampoco se prevén problemas en el Matarraña. El pantano de Pena suma 6 hectómetros cúbicos por segundo (70,7%) y el de Valcomuna, al 87%, también presenta una mejoría clara respecto a 2018.

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