Un consorcio quiere convertir a Teruel en un laboratorio para los coches eléctricos

Generará 300 empleos directos y potenciará el sector turístico, que se ha sumado al proyecto.

De izquierda a derecha, Carlos Arregui, Juan José Alba, Luis Soriano y Santiago Abad.
Un consorcio quiere convertir a Teruel en un laboratorio para los coches eléctricos
José Miguel Marco

La provincia de Teruel, pese a la despoblación, tiene condiciones para ser un laboratorio donde se prueben todos los coches eléctricos en los próximos veinte años. El cierre de la central térmica de Andorra en 2020 ha acelerado un proyecto alternativo elaborado por un consorcio compuesto por Motorland, el Colegio de Ingenieros de Aragón, el Centro Zaragoza, un instituto de investigación de vehículos formado por 16 compañías de seguros, y el grupo Vehivial, con investigadores en vehículos y seguridad vial de la Universidad de Zaragoza. El plan ya ha sido presentado al Gobierno de Aragón en una reunión a la que asistió la dirección del Instituto Aragonés de Fomento, que apoya la iniciativa.

Los integrantes del consorcio detallan que Teruel podría aprovechar la voluntad del Ejecutivo de Aragón para convencer a Endesa y aprovechar los fondos europeos de la descarbonización con el objetivo de instalar en toda la provincia una infraestructura con 500 puntos de carga eléctrica en las vías públicas (dan una autonomía desde 100 a 400 kilómetros). Generaría hasta 300 empleos directos y crearía otros cientos de indirectos en el turismo rural, que sería el atractivo añadido a la hora de probar los coches en Teruel.

La idea es convertir el circuito de Motorland en una plataforma tecnológica y crear un centro de investigación donde se instalarían las marcas de automóviles (BMW España ya se ha interesado). El proyecto se llama Teruel X-Mobility y pretende que los ciudadanos que quieren probar un vehículo eléctrico pueden desplazarse a Teruel, donde les ofrecerían marcas y una ruta turística con el modelo ‘slow driving’ (conduciendo despacio), que llevó a DGA a Fitur. "Teruel vive casi con 40 años de atraso y este proyecto supondrá dar un salto de una década", proclama Santiago Abad, director gerente de Motorland. "Este laboratorio sería un referente para toda España y para Europa", agrega. De hecho, el Gobierno quiere prohibir la venta de coches de explosión en el año 2040 y emprender una reestructuración global de su parque móvil sin que se haya evaluado si es posible.

La conversión de Teruel en el laboratorio de los coches eléctricos supondría instalar una red de carga que también implicaría multiplicar la infraestructura de fibra óptica, que ahora es muy limitada. Eso mejoraría las condiciones de vida en los 236 municipios turolenses. "Es crear una plataforma sobre la movilidad de los coches eléctricos, que supone una transformación de la comunicación, con telefonía móvil 5G", detalla Santiago Abad. "Pretendemos explotarlo con el turismo, que puede aumentar la demanda de uso de estos vehículos. Además, se necesita un marco legal sobre el espacio de Teruel para instalarlo y desarrollarlo".

La puesta en marcha de Teruel X-Mobility requiere "una ingente producción de energía eléctrica", opina Juan José Alba, profesor de la Universidad de Zaragoza y miembro del Grupo Vehivial, y "requerirá el acceso a redes de comunicaciones de muy alta capacidad que le permitan intercambiar información con otros coches para la seguridad de los usuarios". Por su parte, el decano del Colegio de Ingenieros, Luis Soriano, cree que esta alternativa de energía renovable puede ser fundamental para el futuro de la provincia de Teruel.

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