A la busca de los tesoros de 'Prepirineo Clandestino'

Once rutas permiten disfrutar de las comarcas de Cinco Villas, Hoya de Huesca y Somontano a través del 'geocaching', en esta iniciativa turística que transforma el territorio en una yincana donde el visitante se convierte en un explorador.

El castillo de Loarre es uno de los enclaves que cuentan con escondites en este juego de 'geocaching'.
El castillo de Loarre es uno de los enclaves que cuentan con escondites en este juego de 'geocaching'.
Prepyr

El juego y el misterio se unen al descubrimiento del patrimonio histórico y cultural en 'Prepirineo Clandestino', una propuesta turística que invita a conocer las comarcas de Cinco Villas, Hoya de Huesca y Somontano a través del ‘geocaching’. Las piedras del castillo de Loarre, las calles de la judería de Biel, los desfiladeros de la sierra de Guara o las trincheras de la guerra civil en Tierz son algunos de los puntos en los que se puede disfrutar de esta emocionante ‘búsqueda del tesoro’ mientras se conoce el rico legado artístico y cultural de la zona.

Los aficionados a esta práctica van a la caza, a través del móvil o de un GPS, de objetos –llamados ‘hitos’– que han sido escondidos con anterioridad en un determinado lugar. Las coordenadas de estos escondites se pueden investigar en la web de Prepyr365. En un apartado especial se encuentran registrados los los 47 ‘tesoros’ que se han camuflado en once rutas.

'Prepirineo Clandestino' se presentó el pasado 24 de enero en la feria de turismo Fitur, pero ya antes de su puesta de largo oficial los escondites de Uncastillo y Sos del Rey Católico habían recibido medio centenar de visitas de ‘geocachers’ de visita por el territorio. «Es una práctica muy extendida en Estados Unidos y en Europa, que está creciendo en España», dice Javier García, director de Prepyr365, sobre esta actividad que reúne a cinco millones de aficionados en el mundo.

Para convertirse en buscador de tesoros con 'Prepirineo Clandestino', solo es preciso contar con un dispositivo con conexión a internet (móvil con GPS, o GPS) para conectar con la web del proyecto. Desde allí, un apartado habilitado para ello va guiando al participante hacia las pistas que llevarán a encontrar el tesoro escondido, que normalmente es un objeto de poco valor. Una vez localizado, los participantes deben hacerse una fotografía, dejando posteriormente el hallazgo en su sitio, para que los siguientes participantes también puedan disfrutar de la experiencia.

Atención a los detalles

«Buscamos combinar las visitas a nuestro patrimonio con el placer del juego, en una propuesta que está orientada sobre todo al turismo familiar y a grupos de amigos», dice Javier García, director de Prepyr365, la entidad promotora, que reúne a administraciones y empresas de las tres comarcas para potenciar el turismo en el Prepirineo.

«Además de la visita a los monumentos, queremos que la gente no se conforme con echar un vistazo, sino que se fije en los detalles que suelen pasar desapercibidos. Por eso, hay pistas que ayudan a encontrar los ‘tesoros’ que exigen que te fijes en los relieves de un capitel o los canecillos de un alero», dice García. Ese patrimonio cultural se completa «con los valores naturales que tenemos el Prepirineo, donde contamos con espacios tan espectaculares como las sierra de Guara, la de Santo Domingo o los Mallos», afirma. Son los elementos con los que se han formado los once recorridos que se ofrecen.

Once rutas y 47 'hitos' escondidos

«Hay una gran ruta, que atraviesa el Prepirineo de este a oeste y de ellas surgen otros diez ramales», dice García. Esa travesía principal, la de mayor longitud, es la del ‘Tesoro perdido de Al-Muqtadir’, que busca las 50.000 monedas de oro de este rey musulmán que, según cuenta la tradición, se extraviaron hace siglos. Pasa por Alquézar, Barbastro, Huesca, Loarre, Bolea, Uncastillo y Sos del Rey Católico.

La otra decena de recorridos se agrupan por temáticas: ‘Misterios de la Prehistoria’ esconde sus tesoros por distintos puntos estratégicos del Parque Cultural del Río Vero; ‘Oficios y tradiciones’ lleva al visitante por El Grado, Naval y Buera; en ‘Sefarad’, los ‘geocachers’ siguen la huella judía en Ejea de los Caballeros, Luna, El Frago y Biel; ‘Tierras medievales’ los acerca hasta Undués de Lerda, Navardún, Bagües, Los Pintanos y Urriés; el legado de la ‘Roma Imperial’ se rastrea en2, Layana, Sádaba; otra recorre Biota, Sofuentes y Castiliscar; ‘Huellas de la guerra’ visita la cueva de transmisiones de Vicién, las trincheras de Tierz o Monflorite, donde estuvo herido Orwell).

'Tierra de Reconquista’ recorre las ermitas rupestres de San Fructuoso de Bierge, San Miguel de Foces en Ibieca, Monasterio de la Gloria de Casbas de Huesca o la ermita de San Miguel de Barluenga. ‘Secretos de Guara’ visita San Martín de la Val de Onsera, las Gorgas de San Julián o la ermita de San Cosme y San Damián de Vadiello. ‘Gigantes de piedra’ conduce por monumentos escondidos en la roca como la Virgen de la Peña de Aniés, el mirador de Marcuello o la iglesia de Agüero. Finalmente, la ruta ‘Ramón y Cajal’ sigue las huellas del Nobel aragonés por Valpalmas y Ayerbe.

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