La CHE vigila las motas de Villafranca y Pina tras la última riada

El Ebro registrará dos nuevos picos de más de 1.000 metros cúbicos por segundo entre hoy y el domingo

Imagen de la mota de Villafranca durante la última avenida ordinaria del Ebro
La CHE vigila las motas de Villafranca y Pina tras la última riada
Guillermo Mestre

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) vigila ya la mota de Villafranca y la conocida como mota de Talavera, en Pina, tras las filtraciones y erosiones registradas en esta última avenida ordinaria.

La guardería fluvial estará "muy pendiente" de la evolución de ambas defensas para actuar en caso de que el caudal del Ebro registre un nuevo repunte significativo y buscar alternativas si se produce una avenida extraordinaria. También se prevé contactar con las empresas que ejecutaron estas obras de emergencia hace apenas unos meses para analizar los problemas detectados.

Las máquinas, en todo caso, no podrán entrar a reforzar las motas a corto plazo, ya que el nivel del Ebro, que ayer superaba los 5,5 metros en Villafranca, hace que resulte imposible cualquier intervención. La situación actual hace que los alcaldes de la ribera sigan preocupados. Sobre todo por la previsión de lluvia y nieve de cara a los próximos días. "Tememos que, otro año más, las huertas queden destrozadas. Nuestra mota habrá que arreglarla en verano, pero mientras no se limpie el río, todo lo demás es tontería", opinó el alcalde de Villafranca, Roberto González.

Fuentes de la Confederación subrayaron que estas han sido las dos únicas incidencias ‘relevantes’ del episodio, que no se ha roto ninguna mota y que no se han registrado fallos generalizados en las defensas del resto de la ribera.

En Novillas, el caudal del Ebro volvió a repuntar ayer. "Son malas noticias para la agricultura. Estos niveles tan altos hacen que haya más riesgos para los cultivos", explicó su regidor, José Ayesa.

En Pradilla volvieron a sacar agua de acequias y campos para evitar que se inundasen. "El miedo ahora es que se pudran las cosechas", comentó su alcalde, Luis Eduardo Moncín, en alusión a las previsiones del Sistema Automático de Información Hidrológica (Saih), que apuntan a que el Ebro no bajará de los 800 metros cúbicos por segundo al menos hasta el próximo lunes. El también presidente de la comisión de municipios afectados por el río Ebro estima que en toda la ribera podría haber alrededor de 3.000 hectáreas afectadas.

La CHE no espera un episodio superior al vivido, aunque tampoco lo descarta, ya que las previsiones podrían verse alteradas por las precipitaciones de las próximas 48 horas. Se espera que el Ebro registre hoy un nuevo pico de más de 1.000 metros cúbicos por segundo, situación que podría repetirse de cara al domingo.

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