Las poblaciones de la Ribera Baja del Ebro, pendientes de sus motas ante una nueva crecida del río

El alcalde de Villafranca de Ebro ha asegurado que el pasado sábado ya se detectaron "tres filtraciones importantes en un trozo de 15 metros".

La crecida del Ebro llega a Zaragoza
La crecida del Ebro llega a Zaragoza
Guillermo Mestre

Los municipios de la Ribera Baja del Ebro se encuentran este lunes pendientes de sus motas y defensas ante una nueva crecida del río, de carácter ordinario, con el recuerdo aún vivo de las múltiples incidencias que provocó la riada de abril de 2018. La punta de la avenida ha alcanzado este lunes los 1.457,84 metros cúbicos a su paso por la capital aragonesa.

En declaraciones a Europa Press, el alcalde de Villafranca de Ebro, Roberto González, ha advertido de que esta crecida ordinaria "nos ha empezado a afectar desde el primer día", dado que en este municipio las motas se habían reparado recientemente, pero "este sábado ya detectamos tres filtraciones importantes en un trozo de 15 metros".

Así, el mismo sábado dieron aviso a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y sus técnicos acudieron a la localidad a revisar esta defensa, que reforzó este domingo una empresa del municipio. "Las filtraciones empiezan con un boquete pequeño, pero puede reventar, no sabemos cuándo va a ocurrir, si aguantará, pero si revienta, ya estaremos como en 2003, 2007, 2015 y 2018".

"Esto es inaguantable y no se hace nada, se habla mucho de la despoblación, pero no nos dejan vivir en paz", ha lamentado el alcalde de Villafranca, al sostener que "cuando el río lo manejaba la gente del pueblo no pasaba nada, pero desde que lo controlan los listos así nos va, riada tras riada".

González ha señalado que si la mota aguanta, "los daños serán mínimos", pero si revienta "serán muchos, porque la alfalfa está nueva y la planta no tiene aguante, se podría morir". Ha recordado que en abril del pasado año se inundaron unas 600 hectáreas de las 800 que existen en esta población.

Vigilantes

Aguas abajo, en Pina de Ebro, el agua está anegando los campos "habituales", ha comentado su alcaldesa, Marisa Fanlo. Ha explicado a Europa Press que en el municipio se encuentran pendientes "de todos los hitos que instaló la CHE para medir la altura del agua "y esta noche solo uno se ha mojado, el que está en una zona más baja".

"De momento estamos pendientes y vigilando todas las zonas donde hay problemas habitualmente, pero estamos tranquilos, esperemos que se cumplan las previsiones de crecida ordinaria y que la punta de la avenida pase esta tarde o noche rápido" y sin causar daños. Las motas también han sido reparadas en Pina desde la última riada, por lo que "esperamos que todo funcione sin problemas".

El alcalde de Quinto, Jesús Morales, ha detallado que la situación está "tranquila", si bien ha observado que "el problema, como siempre, es qué pasará con las motas aguas arriba". Si las defensas de Pina de Ebro aguantan "no tendremos problema, pero si se rompe otra vez se anegará de agua nuestro término municipal".

En Quinto, algunos vecinos están "muy tranquilos, otros estamos más atentos, otros nerviosos; muchos agricultores ven como justo ahora cuando empiezan a sembrar otra vez tienen la presión de que los campos se vuelvan a inundar, es desalentador", en una población cuya economía se basa en la agricultura y la ganadería, ha aseverado Morales.

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