El chopo cabecero, centro de un congreso internacional de árboles trasmochos

El próximo mes de marzo, las localidades turolenses de Aguilar de Alfambra y Galve serán las anfitrionas de un encuentro internacional sobre árboles trasmochos, que se espera sea un primer paso hacia el reconocimiento de estas prácticas campesinas como patrimonio cultural

Sauce trasmocho en Allepuz, dentro del Parque Cultural del del Chopo Cabecero del Alto Alfambra.
Sauce trasmocho en Allepuz, dentro del Parque Cultural del del Chopo Cabecero del Alto Alfambra.
Chabier de Jaime

Las localidades turolenses de Aguilar de Alfambra y Galve reunirán el 23 y 24 de marzo a representantes de Francia, Bélgica, Bélgica, Inglaterra o Marruecos, además de diversos territorios españoles, en el congreso internacional ‘Árboles trasmochos, un patrimonio cultural’, que organiza la Dirección General de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón.

Trasmocho define a un tipo de árboles a los que se aplican podas periódicas con el fin de conseguir determinado aprovechamiento de ellos. En Aragón tenemos un gran ejemplo en los chopos cabeceros de la cordillera Ibérica, a los que durante siglos se cortaban las ramas para usarlas como material de construcción y como combustible o en los 'caxicos' o en los 'fraxinos' del Pirineo, aprovechados también como forraje.

Estas prácticas han dado lugar a un paisaje singular y de gran interés, tanto por sus valores naturales como antropológicos. En 2016 la práctica campesina que ha creado a los chopos cabeceros fue reconocida como bien de Interés Cultural Inmaterial al tiempo que en 2017 fue declarado el Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra, en ambos casos por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón. Es una técnica ancestral que no solo ha proporcionado alimento al ganado o leña para calentarse a las personas, sino que ha creado un paisaje singular que es también “un patrimonio cultural”, afirma Chabier de Jaime, director científico y gerente del citado Parque, quien señala la existencia de tradiciones similares en la poda de los árboles en “el Alto Aragón, en Soria, en Madrid… que también participarán en el congreso".

“Es un desafío traer a pueblos tan pequeños un congreso internacional, pero creemos que todo va a salir muy bien”, afirma De Jaime. Como se explica desde la organización, el congreso se desarrollará en dos jornadas. En la primera, a celebrar el sábado 23 de marzo en Aguilar del Alfambra se presentarán varias ponencias sobre la cultura de los árboles trasmochos en varios países y comunidades autónomas terminando la jornada con la celebración de una mesa de trabajo para elaborar un documento de buenas prácticas en la gestión de estos árboles. En la segunda, el día siguiente en Galve, se conocerá la experiencia de leñadores veteranos en la Vega del río Alfambra, recorriendo la dehesa fluvial y realizando el desmoche de varios ejemplares.

De este encuentro de especialistas en la gestión tradicional del los árboles trasmochos se espera que salga “una mesa de trabajo estable para la generación de un protocolo de buenas prácticas de trasmocho y para sentar las bases para conseguir el reconocimiento de estas prácticas campesinas realizadas en numerosos países como un patrimonio cultural en cuanto que han generado un paisaje rural con una identidad propia y que al mismo tiempo alberga otros valores como los ambientales".

Un reconocimiento cuya dificultad no radica solo “en convencer a las instituciones, sino sobre todo en que la sociedad sea consciente del valor de este saber popular, en que sea capaz de ver que el también el trabajo del campesino es portador de cultura”, afirma De Jaime. Para la celebración del congreso “primero logramos una pequeña financiación del Ministerio de Cultura y el Gobierno de Aragón ha aportado también su ayuda”, dice De Jaime.

El programa del congreso puede consultarse aquí

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