Alfántega: coser, cantar y buscar alternativas para el impulso ganadero

El empuje de la firma Alesar en el sector del cosido es un ejemplo en este municipio del Cinca Medio que mira con recelo al futuro inmediato por las restricciones al crecimiento de las granjas por tema ambiental.

Acceso al barrio alto de Alfántega.
Acceso al barrio alto de Alfántega.
Laura Uranga

El alcalde de Alfántega, José María Civiac Moreno, asumió el cargo hace ahora cinco años, tras la muerte de su antecesor, Luis Fumanal, que había ocupado el cargo durante más de dos décadas. José María no es familia de los magos de Pueyo, el pueblo vecino, aunque se lleva muy bien con ellos y los ha contratado más de una vez. Civiac Moreno –así le llaman todos, a lo árbitro de fútbol– es agricultor y ganadero, y un enamorado de su pueblo, sentimiento que ha transmitido a su hijo de 22 años; el chaval quiere seguir la estela paterna en el campo.

"Aquí se siembra sobre todo alfalfa y maíz –apunta el alcalde– y antes había mucha fruta, pero es un término muy pequeño y no podemos competir con el potencial de los vecinos con intensivos de grandes dimensiones como Albalate de Cinca o Binaced. En 800 hectáreas totales nos movemos unos pocos y hacemos lo que podemos. En el agro estamos mi hijo y yo, y siguen Blas, Paco, Fernando, otro mozo que simultánea con Hidro Nitro y algún jubilado que mantiene como puede sus tierras, ya sea con menos carga o buscando ayuda".

Alfántega: coser y, si se tercia, cantar

Hace un mes, Alfántega salió en los medios como uno de los 11 municipios que iba a ver frenada la posibilidad de nuevas explotaciones ganaderas en intensivo. Se prevé un decreto que las prohibirá en los municipios sobresaturados de nitrógeno; esto es, más de 220 kilogramos de nitrógeno por hectárea y año, a no ser que se presente un plan de gestión de los estiércoles mediante sistemas alternativos diferentes al de la aplicación directa como fertilizante. El objetivo es proteger las aguas superficiales y subterráneas. "No se ha confirmado aún nada en el BOA –puntualiza José María– pero llegará, y es un problema para crecer. Como perjudicado, opino que sería más correcto mirar estos números por comarcas, en vez de por núcleos de población; por ejemplo, yo me gestiono mis estiércoles con gente de Pueyo, me dan el heno y yo les doy el estiércol. Tengo tierra también en Binaced… funcionamos por intercambio muchas veces". El alcalde luchó por participar en la gestión comarcal. "Al principio no había sitio para mí, y me parecía importante; no a título personal, sino para defender las necesidades de mi pueblo. Han sido años duros".

En el aspecto de cohesión ciudadana, el pueblo cuenta con una Asociación (El Cantaral) creada para tener un lugar de encuentro.  "Nació en 1981, a raíz de la pérdida del último bar por jubilación del responsable. Yo –explica José María– era muy joven entonces; hablamos unos cuantos con el Ayuntamiento, nos arreglaron este local y se creó El Cantaral. Al principio había cinco personas responsables por turnos semanales: un joven, dos de mediana edad y dos jubilados para estar en las horas del personal mas afín por edad. Con el tiempo faltó gente para seguir con ese esquema, y ahora es club social, con llaves repartidas entre los socios. Nos juntamos a ver el fútbol, a jugar a las cartas, hay un hogar para hacer meriendas… además, se colabora en fiestas; estos días pasados organizamos la hoguera de en San Antón, por ejemplo. La gente joven viene y hace sus reuniones,  aunque vayan a Monzón también se juntan aquí, y hay otro local para peña de juventud". Las piscinas en verano (y su bar) consiguen que la gente que viene al pueblo se quede más días.

Junto al local de El Cantaral está Alesar, la pequeña factoría de Alfántega, que cose bragas para la firma Avet de Mataró. La llevan Esther Alvira, natural de Alfántega, y Alfredo Espinosa, catalán pero hijo del pueblo. "Siempre me gustó la confección –explica Esther– y empecé con un taller pequeñito para trabajar para otros en Monzón, pero quería establecerme en Alfántega". "Yo estaba harto de Barcelona, quería vivir y trabajar aquí, y sumamos fuerzas. Somos once trabajando, nosotros incluidos. Hay gente de aquí, de Pueyo y de Monzón", explica Alfredo. El hijo de ambos, Álvaro, ha decorado una pared del pueblo con un grafiti en ‘lettering’ del nombre de Alfántega junto a un alacrán, símbolo del pueblo.

De los 130 censados, unos 60 están en la parte alta del pueblo, en la veintena de casas nuevas que se hicieron en 2005. "Un constructor que venía a cazar vio la oportunidad, y las vendió bien. Los que las habitan no están integrados al cien por cien en la vida del pueblo, van un poco a su aire, aunque no hay ningún problema, porque además han hecho repuntar el censo; eso sí, la mayoría bajan poco. Las fiestas han cambiado de funcionamiento por este asunto: siempre las habían pagado los vecinos, ya fuera por casa o por socio según las edades, pero desde este año se saca una partida municipal para fiestas. Las patronales son durante tres días alrededor del 22 de julio, por Santa María Magdalena, que es la patrona; a ella se consagra la iglesia. También se celebra en Pascua como fiesta local y tenemos semana cultural a principios de noviembre, que se corona con un viaje por la zona el domingo; el primer año fuimos a Fonz, a una cata de yogures con María Pilar, que nos trató de maravilla y nos vendió yogur".

La leyenda de la Fuente de la Mora y sus baños de madrugada en la noche de San Juan

A apenas tres centenares de metros del pueblo hay un sendero verde que desemboca en la llamada Fuente de la Mora, lugar señalado para la gente del pueblo para pasar veladas apacibles en los días de buen tiempo; hay mesas para meriendas y abrigo de árboles. Lo de la fuente, tanto la construcción original como la leyenda, viene del medievo. Se dice que había una reina mora en el Castillo de Carboneras de la vecina Binaced, que mandó hacer la fuente en este paraje para venir a bañarse cuando se le antojara. Tanto quiso al lugar que, según cuentan, se ha resistido a abandonarlo del todo; así, en la noche de San Juan se aparece en la fuente rodeada de un halo luminoso. José María asegura no haberla visto, pero alaba el lugar y su entorno. La fuente es lo más antiguo de la construcción, está cubierta por una bóveda de cañón y se concibió como un depósito para guardar el agua que afloraba del nivel freático del Cinca. Tiene también abrevadero y lavadero.

En datos

Comarca: Cinca Medio

Población: 135

Distancia a Huesca, su capital de provincia: 73 km

Los imprescindibles

La historia

Alfántega aparece como uno de los integrantes de la Encomienda de Monzón hasta el año 1391, momento en que la propiedad de la tierra pasa a manos de la Orden del Hospital. Fue aduana entre cristianos y musulmanes.

Santa María Magdalena

La parroquia es de una sola nave, con cabecera de forma poligonal entre contrafuertes construidos en ladrillo y torre que sobresale un poco en su ángulo noroeste. Se construyó en ladrillo, con algunas partes en tapial revocado.

Dos personas recordadas

En 2011, Alfántega lloró la muerte del secretario general de Asaja Aragón y presidente de Jóvenes Agricultores del Altoaragón, Carlos Ferrer, a los 52 años. En 2014 falleció a los 67 años el entonces alcalde Luis Fumanal.


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