Morata de Jiloca: cárcavas, mudéjar y deliciosa fruta

El municipio está bendecido por atractivos tan impresionantes como los surcos erosivos del agua y la cerámica de San Martín de Tours, además de haber consolidado la integración migratoria.

Un buitre levanta el vuelo desde la cabeza del 'camello', la figura más famosa de las Cárcavas de Morata de Jiloca.
Un buitre levanta el vuelo desde la cabeza del 'camello', la figura más famosa de las Cárcavas de Morata de Jiloca.
Laura Uranga

El visitante está de suerte. También es verdad que Miguel Langa, alcalde de Morata de Jiloca, se ha prestado a llegar hasta el punto de observación idóneo. Mirada al frente, hacia la ‘cabeza’ y las ‘jorobas’ del camello pétreo que corona las cárcavas de Morata de Jiloca, y bingo: un buitre está posado en la testa y echa a volar, regalando a los ojos neófitos un espectáculo majestuoso. En la zona, este tipo de maravilla natural también puede admirarse en Cervera de la Cañada; las cárcavas son huecos en la pared montañosa, similares a un rastrillado en la era, y formados durante milenios por la erosión de las corrientes de agua. Morata tiene unas gigantes a cuatro kilómetros del casco urbano y otras  más modestas a apenas uno y medio. Por si fuera poco, en el corazón del pueblo está uno de los tesoros mudéjares de Aragón; la iglesia de San Martín de Tours, con su espectacular cerámica frontal y la Vera Cruz en el interior.

La tercera pata del municipio en cuanto a repercusión es alimento físico, una vez colmado el espiritual; la fruta, especialmente la manzana dulce y la cereza. También hay mucho almendro, y dos empresas (Sabor del Jiloca y Frutas Alonso) que la comercializan. Miguel, que además de alcalde es agricultor, lleva 20 años en el gobierno de su pueblo. "Cuando llegué, el principal reto era mejorar la calidad de vida de los vecinos, y eso no ha cambiado, aunque las condiciones socioeconómicas sean muy distintas. Lo primero fue cambiar la red de tuberías, que estaba muy deteriorada, y pavimentar de todas las calles. Luego se buscó fijar población por el empleo. Aquí hay una fábrica de reciclaje de plásticos, Unilever Plastic Business, la tercera que tenemos en el sector; con las dos primeras muchos problemas y algunos robos, pero a actual está consolidada tras ocho años de operatividad y tiene casi 40 trabajadores. Fabrica granza, una especie de lentejitas de plástico con usos diversos en otras factorías. Han ampliado negocio en Calatayud. Además de las dos empresas de fruta hay una serrería con media docena de trabajadores y un vivero de jardines, La Cerrada".

Miguel cree que Morata ha manejado bien el tema de la inmigración. "Primero llegaron cuatro familias argentinas, tres han echado raíces y la cuarta está cerca, en Maluenda. Luego llegaron dos familias rumanas y varias búlgaras; de hecho, en la escuela hay 12 niños y más de la mitad son búlgaros, vienen del pueblo de Ribnovo, cerca de Grecia. En verano se suman parientes a la recolección de fruta, y no tenemos el menor problema; también ha llegado un grupo de bolivianos y nicaragüenses al pueblo. Ahora andamos en poda, pero con la recolección se cuadruplica la fuerza laboral en la fruta. Quedamos menos agricultores, son parcelas grandes y hace falta mucha ayuda. Ganadería tradicional queda poca; mi primo Ángel Langa es el último pastor que nos queda". En cuanto a la hostelería, en la misma plaza de la iglesia, está el bar y restaurante La Cárcava –museo del zaragocismo y guiño al ex jugador blanquillo Álex Sánchez, hijo del pueblo, que ha venido jugando en Asia– y el Mesón Manolo, que ejerce de bar.

Morata de Jiloca: cárcavas... y te quedas

Morata cuenta con buenos servicios en lo referente a instalaciones deportivas, y tiene un pabellón listo para estreno, a falta de unas piezas cerámicas en la fachada para hacer un guiño a San Martín de Tours. "Cada año tratamos de ir mejorando las cosas –explica Miguel– y solemos pedir sugerencias a los vecinos por carta;_van haciendo algunas, como un nuevo parque o el vallado con setos de la fábrica para minimizar el impacto visual".

San Martín es el patrono y se celebra el 11 de noviembre, sin movimientos de conveniencia a verano, según aclara Miguel con orgullo. "Acaba de terminar la vendimia y las disfrutamos al máximo, aunque haga fresco. También se celebra la Virgen de Alcarraz el primer domingo de agosto, San Isidro el 15 de mayo y Santa Apolonia, patrona de los dentistas,  el 9 de febrero".

El alcalde se muestra especialmente orgulloso de la tarea que realiza María Jesús Sánchez al frente de la educación de adultos. "Hace un grandísimo papel, sobre todo entre las mujeres; suele haber alrededor de veinte alumnas con varias disciplinas. Algunas aprendieron a escribir allá después de toda una vida de labor, desde la infancia, y han acabado ganando premios en concursos de relatos y cartas de amor, es algo emocionante".

La maravilla de San Martín de Tours

Miguel Langa habla sin desmayo de la iglesia de San Martín de Tours, mientras contempla las teselas cerámicas de su frontal. "Me atrevo a decir que tras el de la Seo no hay otro igual en Aragón, es impresionante. El santo es muy venerado en toda nuestra zona, hecho que tiene una explicación; tras la reconquista se repobló aquí con franceses, que trajeron sus santos. Tiene una torre campanario de tres cuerpos y curiosas inscripciones en los muros exteriores".

El Ayuntamiento luce en su entrada un monumento a los agricultores y un colorido mural del artista local Manuel Martínez, en el que se detallan los puntos destacados del pueblo. No hay que olvidar el Palacio Costea, un soberbio ejemplo de arquitectura renacentista con una galería de 25 metros, amén de restos de un antiguo castillo. En el resto de la arquitectura religiosa cabe hablar de la ermita de la Santa Cruz, que tenía en su día un hermoso retablo formado por 15 tablas y datado sobre mediados del siglo XV; algo más lejos del casco urbano está la ermita de la Virgen de Alcarraz. Tampoco se puede soslayar la huella del Maestro de Morata. En la segunda mitad del siglo XV los pintores que trabajan en Aragón evolucionaron hacia el naturalismo, con la inspiración en modelos flamencos y alemanes importados desde el Mediterráneo; ahí se encuadra a este pintor, al que se le atribuye la autoría del retablo de la Vera Cruz de Morata de Jiloca; se trató de un artista muy original en sus composiciones, que tienen reflejo en diversas localidades de la Comarca y también del Campo de Daroca.

La zona del Refugio también atrae muchos visitantes del pueblo; de hecho, cada años se efectúa en Morata una andada popular de unos cuatro kilómetros que se culmina con comida de hermandad.

En datos

Comarca: Comunidad de Calatayud

Población: 288

Distancia a Zaragoza: 96 km

Los imprescindibles

Los tambores

La Asociación de Tambores y Bombos La Dolorosa, que coordina Mari Ceamanos (foto), cuenta con 22 personas entre 5 y 50 años y leva una década en activo. Suelen tocar en pueblos cercanos y también en Almazán (Soria).

‘Los cuatreros’

Filme rodado en 1964 y estrenada al año siguiente, tuvo a Morata de Jiloca (sobre todo) y Terrer como escenarios. La interpretaron Edmund Purdom y el zaragozano Fernando Sancho (foto), amén de Álvaro de Luna o Xan Das Bolas.

María Teresa Pardos

Zaragozana, hija y nieta de morateños, esta cantadora ha ganado tres veces el Premio Extraordinario de Jota: en 1986, 1989 y 1992. En noviembre de 2014, Morata le tributó un homenaje y puso su nombre a una calle.


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